Editorial Alaire

Vienen las olas a abortar los nudos,
traen velados los susurros,
llegan con lentitud, quieren ahondar sin ruido,
pero presiento la soledad que dejan en la arena,

Hay muchos cuerpos en torno al mío,
palabras que se ofrecen,
pero el pálpito del vientre no alcanza
el retorno de la savia.

Conozco un ronco canto,
el desaliento de volver callado

Pero incito al despertar,
he puesto una sonrisa sobre el pecho
que me devuelva el gesto alegre
donde baila la sangre con cada gota de oxígeno
que llega del templado mar.

Cuesta exprimir los lagos,
saborear arrojos de las fuentes
y recoger de cada cántaro el fondo.

Por eso la quietud,
la difusa esperanza
que se asoma a los bosques dormidos,
trae la ansiedad del alba, el sueño sin ojos.

Un bello poema, amiga Pilar, has escrito. Las imágenes bordan el poema entre la realidad y los sueños. Me ha gustado mucho.

Un abrazo.
Óscar

Tus poemas son muy transparentes, Pilar, y transmisores, me llega tanto la esperanza como ese inquietante cierre de tu poema, en cualquier lucha toca reconstruirse de alguna forma, querida amiga.

Un beso.

Muy hermoso y fuerte, Pilar. Los versos de cierre son gigantes, que lo sepas.

Abrazos y felicitaciones!

Óscar Distéfano escribió:Un bello poema, amiga Pilar, has escrito. Las imágenes bordan el poema entre la realidad y los sueños. Me ha gustado mucho.

Un abrazo.
Óscar

Gracias, Oscar, por estar cerca con tu palabra
Besos
Pilar

Maravillosa obra que he disfrutado, un universo de imagenes preciosas. Abracitos. Ricardo

Todo el poema es buenísimo pero el primero y el último verso son para enmarcar.
Un beso y un abrazo, querida poeta

Exuberantes apuntes de metáfora precisa y esa ilustre sensación
de mirar con optimismo cada imagen y cada sensación.

un abrazo

Sube para disfrute de todos.

Es un muy hermoso poema, PIlar, que consigue exponer su mensaje positivo, consigue renacer por cada verso hasta el final. Muy bueno. Mis abrazos sinceros.




Pero incito al despertar,
he puesto una sonrisa sobre el pecho
que me devuelva el gesto alegre
donde baila la sangre con cada gota de oxígeno
que llega del templado mar.

Cuesta exprimir los lagos,
saborear arrojos de las fuentes
y recoger de cada cántaro el fondo.

Por eso la quietud,
la difusa esperanza
que se asoma a los bosques dormidos,
trae la ansiedad del alba, el sueño sin ojos.

Como un suelo hecho de pechos tendidos, así me lo figuré al leerlo antes. Ahora retomo la misma sensación, así que para mí quedo la muesca. Oir la propia respiración entre otras, no para distinguirla, sino para descubrir el cabo que la una y la prospere. Un placer de lectura. Abrazos.

Isabel Moncayo escribió:Tus poemas son muy transparentes, Pilar, y transmisores, me llega tanto la esperanza como ese inquietante cierre de tu poema, en cualquier lucha toca reconstruirse de alguna forma, querida amiga.

Un beso.

Nos reconstruimos cada segundo pero, a veces, es difícil. Te agradezco mucho tus palabras, amiga Isabel
Besos
Pilar

Esperanza que se vislumbra al final de cualquier túnel y nos ayuda a recomenzar la lucha. Un poema muy bello, Pilar. Te felicito. Un abrazo.