Editorial Alaire

No es la agonía delirante
de las noches
o el despertar silencioso del sol;
no es la lluvia clara
de los pétalos y las flores
ni las montañas
ávidas de color.
Es el amor
de los ojos que me miran,
las sonrisas
que sonríen
cuando cruzan
las palabras de mis versos,
el rumor de los labios
que hablan susurrando
sobre la vida
o
tus preguntas incesantes
y tus ganas de jugar,
de vivir,
de hablar
y de reír.
Y después…

Un paseo agradable, cadencioso, por las llanuras del romanticismo.

Bienvenido al foro, amigo.
Un abrazo.
Óscar

Bellos versos con luz propia que mucho me place haber leído.
Un abrazo

Si es que cuando unos ojos enamorados miran... brota el romanticismo a raudales, un placer, Carlos y un cordial saludo.

Un placer leer su escrito, le dejo saludos cordiales.