Editorial Alaire

¡Ay, tormenta de besos
que atravesé sin cura!

Para seguir no quiero más consuelo
que tu pecho y la luz que lo atormenta
en noche clara de hambre de tormenta
que deseo entregarle a tu desvelo.

Hay una sombra gris entre tu cielo
y el mar, que en su morada la acrecienta,
ha llegado a mis pies y los alienta
a escapar de tu amor roto y en celo.

No encontraré la calma a tu tristeza,
no podré despertarme sin tu abrigo
y en tu portal mi corazón se muere.

Lloro sin luz, perdido en la certeza
que teniéndote sufro y te persigo,
tu voluntad aun así me hiere.

(Lamento sobre la piedra)

F. Enrique escribió: ¡Ay, tormenta de besos
que atravesé sin cura!

[Para seguir no quiero otro consuelo
que tu pecho y la luz que lo alimenta
en noche clara de hambre de tormenta
que deseo entregarle a tu desvelo.

Hay una sombra gris entre tu cielo
y el mar, que en su morada la acrecienta,
ha llegado a mis pies y los alienta
a escapar de tu amor roto y en celo.

No encontraré la calma a tu tristeza,
no podré despertarme sin tu abrigo
y en tu portal mi corazón se muere.

Lloro sin luz, perdido en la certeza
que teniéndote sufro y te persigo,
y, sin embargo, tu voluntad me hiere.

(Lamento sobre la piedra)

Vaya emoción y belleza en este poema con traje clásico y melodioso.
El amor nos conjura y nos fortalece (aunque duela)

Aplausos con fervor, poeta.

Qué bueno ya desde la entradilla, Enrique, el amor en calma puede llegar a ser un tantito aburrido, necesita tormentas o cuando menos amagos de ella.

Un abrazo.

Enrique, un bello soneto bien tramado, pero de amor desangelado .
Gran placer, amigo, pasar por tu sentir y por tu rima.
un abrazo

F. Enrique, Encuentro fantástico tu soneto, poeta! Lo he disfrutado plenamente.

Puede un poema no gustar demasiado a su autor y, sin embargo, hacer que éste sienta deseos de divulgarlo. Si eso es posible, éste sería un caso, Hallie. Me pasan factura los autores que me gustan; hay que ser valiente, mostrar también las debilidades, Garcilaso y sus tópicos me sirven de modelo.

Un abrazo.

Qué bello concierto de versos colmados de elegancia y finura.
Un abrazo, poeta

Hola amigo, un excelente soneto, a las tormentas de amor y de verano (próximo), gracias, un placer y un abrazo.

Llora este poema magnífico el amor que pudo ser y que ahora
se resiente, bajo la clásica forma de soneto.

un abrazo

¡Qué bueno que me lo hayas comentado! Ya le expliqué a Hallie que este soneto no acaba de parecerme al nivel de otros publicados aquí. Pero ya sabes amas a los hijos y aceptas a cada uno como es. Me gusta confrontar mis opiniones sobre mis poemas con otras personas, también se ha dado el caso contrario, el primero qiue escribí de la pequeña serie, me parece mejor y en las apreciaciones no veo muchas diferencia respecto a éste.

Un abrazo.

Me ha encantado este soneto de amor, Enrique. Ha sido un placer leerte. Recibe un abrazo.

Enrique,

espléndido soneto, amigo, me ha gustado mucho. Cuidado en la forma y brillante en el fondo, amoroso, desgarrado, que deja el regusto de la buena poesía.

Tal vez algunas sinalefas saturen un tanto la lectura. Yo he luchado contra ellas y aun me llaman poderosamente. Suenan bien al principio, pero luego te das cuenta que es mejor evitarlas. Y es que el soneto llama a una perfección un poco obsesiva, es una de las características que lo hacen "eterno"

Por ejemplo:

Para seguir no quiero otro consuelo

quie roo: esta sinalefa doble con la acumulación de "o" tal vez corre un poco el rimel del verso. Qué tal "Para seguir no quiero más consuelo"

en noche clara de hambre de tormenta

deham, para acentuar en 6ª fuerza un tanto la melodía. Las soluciones son varias:

noche clara de hambre de tormenta
de noche clara, hambre de tormenta,


Bueno, son comentarios a vuelapluma, no es mi intención corregir a nadie y menos a ti, amigo.

Me ha encantado el soneto.
Un abrazo.

Gracias, Guillermo, es una satisfacción muy grande poder contar con tus palabras hacia este soneto.

Un abrazo.

Gracias, Marius, eres uno de los poetas del Foro que más admiro.


Gracias.

Tú y yo sabemos, Pablo, que no es un buen soneto, yo lo he eliminado de una edición definitiva porque es un pie de página muy pequeño del Garcilaso más previsible. Disertar por esta u otra palabra o pretender que sea eufónico es perder el tiempo. Se quiere o no se quiere, no hay más, dijo Jack Lemmon en El apartamento en boca de Billy Wilder.

Un abrazo.i