Editorial Alaire

No se amar, ya te lo dije.
Te pedí que me enseñaras a no atragantar las disculpas,
a no darle carnaza a los buitres que merodean mi carroña.
No tuve escuela. La escuela;unas ubres cancerígenas
y la mala leche nutriente para sobrevivirme.
Suelo fustigarme después de las improntas,
masticar silencios con dolor de muelas.
Suelo clavar alfileres en las úlceras
que se acercan a la necrosis,
vomitar palabras a escondidas
y poner buena cara a los recuerdos que hablan de ti.

Acaso no es absurdo hablar con el silencio.
Acaso no es extraño que me acompañes en mi soledad
y a tu lado nos aislamos.
Qué fácil es mirar en la distancia a los ojos, tras la mirilla,
escribir lo que debiera no lo que practico.

Ya te dije que seas mi maestro;
que enseñes a amar a esta huérfana
que nació en la pobreza afectiva.

Impresionante este poema carta, Sandra.

Me ha impactado mucho.

Te dejo un abrazo
y te aplaudo de pie
Ana

Sandra Gª Garrido escribió:No se amar, ya te lo dije.
Te pedí que me enseñaras a no atragantar las disculpas,
a no darle carnaza a los buitres que merodean mi carroña.
No tuve escuela. La escuela;unas ubres cancerígenas
y la mala leche nutriente para sobrevivirme.
Suelo fustigarme después de las improntas,
masticar silencios con dolor de muelas.
Suelo clavar alfileres en las úlceras
que se acercan a la necrosis,
vomitar palabras a escondidas
y poner buena cara a los recuerdos que hablan de ti.

Acaso no es absurdo hablar con el silencio.
Acaso no es extraño que me acompañes en mi soledad
y a tu lado nos aislamos.
Qué fácil es mirar en la distancia a los ojos, tras la mirilla,
escribir lo que debiera no lo que practico.

Ya te dije que seas mi maestro;
que enseñes a amar a esta huérfana
que nació en la pobreza afectiva.

Sandra, que fuerza lleva todo el poder de tus metáforas. Nos haces parte indefectible de la emoción y el sereno desgarro.

Aplausos con fervor!

Abrazos.

Una confesión valiente, amiga. No eres tú sola la que
anda en esas cuitas. Es conveniente a veces contar hasta
diez o hastaun ciento.

Destaco estos versos, por su impacto.

Qué fácil es mirar en la distancia a los ojos, tras la mirilla,
escribir lo que debiera no lo que practico.

un abrazo

Has sido valiente en este poema que llega por su gran sinceridad. Impresionante
Besos
Pilar

Como te dije en otra ocasión no estamos locos los que hablamos a los silencios, tendríamos que amarnos más para poder amar mejor, pero es triste estar acompañados en la soledad... Gran poema!!
Un abrazo amiga.

[quote="Sandra Gª Garrido"]

Ha sido extraño: empecé sintiendo una gran ternura y, de pronto, una bofetada, la dureza de vivencias extremas ha brotado en medio de un poema que se me antojaba dulce en su melancolía. Pero también he de decirte que me gusta, porque es una pústula que se sincera y abre como una flor irremediable. Saludos.

Es un poema sincero, que nace de las tripas.

Un gusto pasar por tus letras.

Un abrazo.

Intensos y duros versos. Duelen.
Un abrazo.
Pepa

Que mala forista soy, lo siento mucho porque no leo todo lo que quisiera o debiera, y es que la voragine del tiempo se atraganta de horas, las engulle sin tenerme en cuenta. Los días aunque son más largos pasan raudos y no me esperan llenan mi vida de obligaciones y no me dejan minutos de descanso y ocio.

Muchisimas gracias por vuesta generosa presencia, que dan y dan sin esperar nada a cambio. Me siento afortunada de contar con gente buena, con personas que no me miden... además a veces subo poemas que después no contesto por falta de tiempo, y no agradezco vuestro tiempo.

Os doy las gracias por ello, por ser y estar.
Ana, Hallie, Guillermo, Pilar, Francisco, Roberto, Israel,Pepa.
Gracias por consentirme, por leerme, por dedicarme unas palabras de aliento,
por dejarme ser parte de esta familia.

Un fuerte abrazo a todos.

Sandra,

me ha gustado mucho, amiga. Me llega mucho la rabia que trasmite, el lenguaje incisivo, enfermizo (dolor de muelas, úlceras, necrosis), un tanto regodeante. La vida es dura y la protagonista del poema tiene que emplearse a fondo para afirmar su supervivencia, tiene que sacar a flote todo su caracter, su mala leche, para no ser barrida por la soledad y el silencio. Pide a gritos un maestro que parece despreocupado, lo cual incrementa aun más su rabia.

Has sabido reflejar muy bien ese estado de ánimo.

Me gusta mucho tu poesía, Sandra.

Un abrazo.

Sentido poema hasta las entrañas, me quedo con estos versos y me los llevo en la memoria

Acaso no es absurdo hablar con el silencio.
Acaso no es extraño que me acompañes en mi soledad
y a tu lado nos aislamos.
Qué fácil es mirar en la distancia a los ojos, tras la mirilla,
escribir lo que debiera no lo que practico.

sandra ví por tu comentario que andás sin tiempo y todos estamos un poco igual. corriendo con la vida... sino no hay de que escribís. lo que leo aquí puede atravesar la falta de tiempo, tiene la fuerza de un florecimiento y la misma pureza. abrazo

Pablo Ibáñez escribió:Sandra,

me ha gustado mucho, amiga. Me llega mucho la rabia que trasmite, el lenguaje incisivo, enfermizo (dolor de muelas, úlceras, necrosis), un tanto regodeante. La vida es dura y la protagonista del poema tiene que emplearse a fondo para afirmar su supervivencia, tiene que sacar a flote todo su caracter, su mala leche, para no ser barrida por la soledad y el silencio. Pide a gritos un maestro que parece despreocupado, lo cual incrementa aun más su rabia.

Has sabido reflejar muy bien ese estado de ánimo.

Me gusta mucho tu poesía, Sandra.

Un abrazo.

Pablo, tus comentarios son para leerlos y releerlos, infinidad de veces, me dan aliento, son como un soplo fresco que nos dan ánimos para terminar un día de agosto, para continuar... Si que es cierto que me nace siempre una angustía, una rebeldía, una supervivencia. No sé el porqué, será mi yo poético. Debo tener una adolescente en el interior que magnifica todo cuanto ve. Aunque bueno la poesía nos permite esa licencia de dramatizar.

Agradeco tus generosos y profundos comentarios. No sabes cuanto!! y esta vez no exagero.

Un abrazo

Sandra Gª Garrido escribió:No se amar, ya te lo dije.
Te pedí que me enseñaras a no atragantar las disculpas,
a no darle carnaza a los buitres que merodean mi carroña.
No tuve escuela. La escuela;unas ubres cancerígenas
y la mala leche nutriente para sobrevivirme.
Suelo fustigarme después de las improntas,
masticar silencios con dolor de muelas.
Suelo clavar alfileres en las úlceras
que se acercan a la necrosis,
vomitar palabras a escondidas
y poner buena cara a los recuerdos que hablan de ti.

Acaso no es absurdo hablar con el silencio.
Acaso no es extraño que me acompañes en mi soledad
y a tu lado nos aislamos.
Qué fácil es mirar en la distancia a los ojos, tras la mirilla,
escribir lo que debiera no lo que practico.

Ya te dije que seas mi maestro;
que enseñes a amar a esta huérfana
que nació en la pobreza afectiva.

Este poema me ha encantado ante todo por el lenguaje. Sé que está impregnado de belleza de imágenes y expresiones originales; pero, es el lenguaje, desenfadado a veces, directo y punzante otras, esa forma confesional sin pudor ni recato, lo que, a mi parecer, le otorgan al poema su gracia y su valor. Me gusta mucho este poema, Sandra, te lo repito, así como me gustaron varios de tus trabajos. Donde existe una aparente rebelión contra la sutileza (o contra la belleza misma) al apelar a un lenguaje un tanto crudo, yo veo, sin embargo, la raíz de donde emerge el árbol de tu poesía. Mis aplausos por este trabajo.

Un abrazo.
Óscar