Anhelo

[Isabel Rodríguez]

ANHELO


Yo sólo quiero una hora.
Una hora intensa, intensa,
tan intensa
que vuelva breve, sin color, sin brillo,
el resto de la vida.
Yo sólo quiero esa hora
aunque todo se apague con ella.

Yo sólo quiero una hora,
una hora nocturna,
una hora febril que nos estalle
entre las manos ávidas
como un rayo de amor.
Yo sólo quiero esa hora
aunque no llegue a ver la amanecida.

Yo sólo quiero una hora,
una hora plenaria, estremecida,
una hora de ardor, de viva llama,
para morir sabiendo que he vivido.

Lo demás...
Nada cuenta lo demás.
Lo demás sólo es sombra en el umbral.
Espejismo fugaz, astro apagado,
fundido en el incendio de esa hora.

[Isabel Rodríguez]

Perdón, en la segunda estrofa por supuesto "hora" no debe repetirse. El verso es: "una hora nocturna". No sé qué me pasó, que no sorprendí el gazapo en la vista previa...

[Sidel Zeissig]

Me gusta ese deseo que plasman tus palabras. Una hora, que tanto podría significar màs que una “extensa” vida.

Me encanta pasar por tus letras, en verdad.

Ahora aquello de la “hora hora” pues a mí no me sonaba tan mal. Jajajaja. Es más, me recordó algo a Gilberto Owen, en su “Discurso del paralitico”… donde decía algo como esto:

“donde la rosa no es ya sino el nombre
sin rosa de la rosa y nuestros dedos
no saben ya el contorno de las frutas
ni los labios la pulpa de los labios…”

Jiji, bueno, nada más.

Muchos besos con cariño, Isabel.

[Ligia Calderón Romero]

y es que una hora puede significar mucho, en esa simple hora se puede vivir lo que no se ha vivido en toda la vida, grandiosos versos. y una inmensa reflexión en el uso de tiempo.
Me dio gusto leerte. Saludos

[Isabel Rodríguez]

SIDEL, LIGIA, gracias por vuestra lectura y por vuestras palabras. Pues no sé, Sidel, igual lo de la hora, hora... Pero a mí no me suena nada bien, la verdad. Ya se repiten bastantes cosas, porque todo el poema está basado en la reiteración. Gracias a las dos por pasaros por esta ventana abierta de mis versos. Saludos.

[Lara Albertus]

Isabel.

Hoy donde el tiempo es tan endemoniadamente rápido,
una hora puede tener connotaciones muy dispares.

Yo sólo quiero una hora,
una hora plenaria, estremecida,
una hora de ardor, de viva llama,
para morir sabiendo que he vivido.


Esta hora de tu poema, es una hora inmensa,
lírica, rítmica y de una delicadeza maravillosamente plasmada,
luego ese toque de finísimo erotismo
deja un caudal de buen hacer verso a verso
que llega a los sentidos.

Felicidades poeta

Un abrazo.

Lara

[Ricardo Serna G]

Isabel Rodríguez,

Un poema extraodinario

el verso cumple su función exacta..

te felicito

Un abrazo fuerte, querida amiga

[Administración Alaire]

Sube para su lectura.