Editorial Alaire

Las sombras de los artefactos coloreados
dibujan miradas acechantes,
ojos hambrientos que los desheredados de la Tierra
proyectan en los planos de luz,
en los caminos que el implacable sol
tiende entre el observador y lo observado.
Esas pupilas misteriosas,
como un castigo infame que no cesa,
arrastran cuerpos fatigados,
cuerpos que un karma gris fustiga impíamente.
Proyectan el Edén en el contenedor de la basura.
Son los perros del parque,
los parias del hedor, los suplicantes
en esta Babilonia del dolor
invisible.
Descuartizado, escupo
en la boca de piedra de los dioses,
maldigo en el pentecostal lenguaje de los locos,
huyo de nuevo al circo
de los espejos circundantes
y río con la espuma.
Una cerveza más,
no vaya a sucumbir a este arrebato
de conciencia.

cómo empuja el poema, arrastra su visión hacia la lucidez y arma el final. saludos

un paso por la naturaleza no muy satisfactorio que digamos
sentimentalmente, aunque las imágenes y el sabor de la poesía
ahí mecen, en el surco versal labrado por tu excelente pluma.

Un abrazo

Me siento identificada en tu poema que por tu parte tiene imágenes muy logradas.
Besos
Pilar

ROBERTO LÓPEZ escribió:Las sombras de los artefactos coloreados
dibujan miradas acechantes,
ojos hambrientos que los desheredados de la Tierra
proyectan en los planos de luz,
en los caminos que el implacable sol
tiende entre el observador y lo observado.
Esas pupilas misteriosas,
como un castigo infame que no cesa,
arrastran cuerpos fatigados,
cuerpos que un karma gris fustiga impíamente.
Proyectan el Edén en el contenedor de la basura.
Son los perros del parque,
los parias del hedor, los suplicantes
en esta Babilonia del dolor
invisible.
Descuartizado, escupo
en la boca de piedra de los dioses,
maldigo en el pentecostal lenguaje de los locos,
huyo de nuevo al circo
de los espejos circundantes
y río con la espuma.
Una cerveza más,
no vaya a sucumbir a este arrebato
de conciencia.

Introspección y catarata de extraordinarias imágenes, Roberto.

Un gustazo pasar por tus buenas letras.

Abrazos.

"Son los perros del parque,
los parias del hedor, los suplicantes
en esta Babilonia del dolor
invisible."


Un gran poema, Amigo Roberto. Me ha gustado mucho la mirada que pones para verlo.


Un abrazo.

Roberto, me ha gustado mucho En el Parque, porque el paisaje se acomoda al sentir del poeta, al disgusto de la materia sobre los espejos infieles. Abrazos, muy intenso.

Macedonio Tracel escribió:cómo empuja el poema, arrastra su visión hacia la lucidez y arma el final. saludos

La conciencia duele, amigo Macedonio, escuece y se hace insoportable. Un abrazo.

Las sombras de los artefactos coloreados
dibujan miradas acechantes,
ojos hambrientos que los desheredados de la Tierra
proyectan en los planos de luz,
en los caminos que el implacable sol
tiende entre el observador y lo observado.
Esas pupilas misteriosas,
como un castigo infame que no cesa,
arrastran cuerpos fatigados,
cuerpos que un karma gris fustiga impíamente.
Proyectan el Edén en el contenedor de la basura.
Son los perros del parque,
los parias del hedor, los suplicantes
en esta Babilonia del dolor
invisible.
Descuartizado, escupo
en la boca de piedra de los dioses,
maldigo en el pentecostal lenguaje de los locos,
huyo de nuevo al circo
de los espejos circundantes
y río con la espuma.
Una cerveza más,
no vaya a sucumbir a este arrebato
de conciencia.
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Muy hermoso trabajo, amigo Roberto, de una especie que, como digo en algún sitio, suele acompañar los recuentos en las laberínticas alforjas de piedra que ya no tienen remedio.
Sin concesiones, el lenguaje se prodiga descarnado, rítmico, inteligente..., para concebir un bellísimo arrebato que necesitará de mucho espirituoso para apaciguarlo.
Ha sido un placer leerte. Felicidades, colega.
Un fuerte abrazo.

ROBERTO LÓPEZ, Rico poema de singular belleza. Un placer sumergirme en tus letras, Roberto! Un abrazo!

Guillermo Cuesta escribió:un paso por la naturaleza no muy satisfactorio que dogamos
sentimentalmente, aunque las imágenes y el sabor de la poesía
ahí mecen, en el surco versal labrado por tu excelente pluma.

Un abrazo

Los parques, las calles de las ciudades, pueden ser infiernos. Saludos.

Muy lejos, Roberto, de aquellas imágenes idealizadas tan queridas por ciertas orientaciones artísticas, vas a la crudeza poco complaciente de las imágenes de nuestros días. Quizás sea cierto lo que dicen otros y también lo que tú dices en este poema con méritos innegables que nos hace pensar en estos días, con la justicia que no hacen acto de presencia ni siquiera en estos cuadros utilizados normalmente para dibujar un lado amable de la vida. Me ha gustado mucho tu propuesta realista y crítica.

Un abrazo.

Pilar Morte escribió:Me siento identificada en tu poema que por tu parte tiene imágenes muy logradas.
Besos
Pilar

Agradezco esa identificación sensible y solidaria, Pilar. Un abrazo.

[quote="Hallie Hernández AlfaroIntrospección y catarata de extraordinarias imágenes, Roberto.

Un gustazo pasar por tus buenas letras.

Abrazos.[/quote]


El dolor de los animales lo siento muy cercano, Hallie. Un abrazo.

Nésthor Olalla escribió:"Son los perros del parque,
los parias del hedor, los suplicantes
en esta Babilonia del dolor
invisible."


Un gran poema, Amigo Roberto. Me ha gustado mucho la mirada que pones para verlo.


Un abrazo.

Gracias, Nésthor. Saludos.