Editorial Alaire

COMPAÑÍA

Soy de los que jamás
olvida a un compañero; ni permito que su espíritu me abandone.

Aquel perro era grande y noble, y sobrevivía
conmigo a los inviernos. Subíamos al monte,
cruzábamos los valles, los ríos (cuántas veces fuimos lejos
detrás de algún pretexto).

Me amaba; me seguía a todas partes; y le gustaba
como a mí, compartir la soledad.
Recuerdo que aquel perro y su silenciosa compañía
inundaban de paz mi corazón.

En mi pueblo el invierno es frío y gris; y largo, más largo
que la noche.

Mi perro ya no vive. Sin embargo
en mi pueblo el invierno sigue siendo largo; más largo
que la noche.

Ya no quiero subir al monte para ver cómo de pequeño
se va volviendo el pueblo a mis espaldas. Tampoco busco aquella paz
del aire entre los valles (por eso ya no sé
si el rocío aún tiembla en el matorral o si el sendero
es húmedo y abrupto como entonces).

Tras la puerta que se abre al norte mi pesadumbre
a veces se derrama. No quiero caminar hacia lo lejos
para dejar un rastro de pena en el camino.

Aquel perro era más, mucho más
que un pretexto. Aquel perro era grande y noble; y yo jamás
olvido a un compañero (sobre todo si el invierno es largo;
más largo que la noche).


--oOo--


A Zal, mi perro.

Cuánto se les quiere, ¿verdad? Demuestras una vez más tu gran sensibilidad a la naturaleza y a los animales, tú también eres grande y noble, José Manuel, y creo que leerte nos hace a todos mejores personas, hermoso homenaje a quien siempre nos fue fiel.

Un abrazo grandote.

La nobleza de tu corazón es grande, y el poema excelente. Mis felicitaciones, tocayo.

Un fuerte abrazo.

José Manuel F. Febles

José Manuel Sáiz escribió:COMPAÑÍA

Yo jamás
olvido a un compañero; ni permito que su espíritu me abandone.

Aquel perro era grande y noble, y sobrevivía
conmigo a los inviernos. Subíamos al monte,
cruzábamos los valles, los ríos (cuántas veces fuimos lejos
detrás de algún pretexto).

Me amaba; me seguía a todas partes; y le gustaba
como a mí, compartir la soledad.
Recuerdo que aquel perro y su silenciosa compañía
inundaban de paz mi corazón.

En mi pueblo el invierno es frío y gris; y largo, más largo
que la noche.

Mi perro ya no vive. Sin embargo
en mi pueblo el invierno sigue siendo largo; más largo
que la noche.

Ya no quiero subir al monte para ver cómo de pequeño
se va volviendo el pueblo a mis espaldas. Tampoco busco aquella paz
del aire de los valles (por eso ya no sé
si el rocío aún tiembla en el matorral o si el sendero
es húmedo y abrupto como entonces).

Tras la puerta que se abre al norte mi pesadumbre
a veces se derrama. No quiero caminar hacia lo lejos
para dejar un rastro de pena en el camino.

Aquel perro era más, mucho más
que un pretexto. Aquel perro era grande y noble; y yo jamás
olvido a un compañero (sobre todo si el invierno es largo;
más largo que la noche).


--oOo--


A Zal, mi perro.

Un poema inolvidable, amigo mío.
Abrazos y un beso

Ese inconfundible estilo tuyo que engrandece a la ternura. Un abrazo.

Este poema lo llevo grabado desde que lo leí, me emociona y lo hago mío desde la experiencia. Un placer recordar tanta sensibilidad
Besos
Pilar

Solo los padres y los perros aman incondicionalmente. Un poema hermoso y lleno de luz.
Un abrazo.
Pepa

Recuerdo a Zal... de leértelo algún día. Bonita compañía que os hicísteis.
Gracias, José Manuel, por reconciliarnos con la naturaleza y gracias por dejarnos perlas para disfrutar por el camino, mientras vamos "detrás de algún pretexto".

Un abrazo, amigo.

Víctor

Isabel Moncayo escribió:Cuánto se les quiere, ¿verdad? Demuestras una vez más tu gran sensibilidad a la naturaleza y a los animales, tú también eres grande y noble, José Manuel, y creo que leerte nos hace a todos mejores personas, hermoso homenaje a quien siempre nos fue fiel.

Un abrazo grandote.

Muchas gracias Isabel, así es, tal y como dices.
Un abrazo.
J. Manuel

José Manuel Sáiz, También acá comparto tus sentires... Gran entrega, poeta!

Qué maravilloso sentido y sentimiento nos deja este poema
en que describes de forma magnífica vivencias del ayer
del hoy y del mañana.

Un abrazo

Con el dominio del ritmo imparisílabo, la riqueza de tu experiencia, el afecto por tu amigo, el amor por tu entorno, y un talento delicado que se vuelve cada vez más incisivo, has logrado (mejor decir: bordado) un poema que destila el verdadero néctar de la poesía. Tenerte en este foro es recuperar la voluntad de ambicionar lo sublime.

Te mando mi gran abrazo, y mi intacta admiración hacia tu obra.
Óscar

Doy las gracias a todos los compañeros que me habéis comentado. No me extiendo más pues es un poema que ya edité anteriormente, ahora corregido. Con él quiero manifestar mi apoyo a Pilar Morte y Jose Luis. Os comprendo perfectamente.
Un abrazo a todos
J. Manuel

Es posible que el poema lo editaras anteriormente, pero algunos no andábamos por estos lares y no lo conocíamos, así que gracias por dejarnos disfrutar de la bellísima ternura que derramas en tus versos.

Imagino que Pilar estará encantada con tu regalo.

Un abrazo para ambos.

Gracias ,José Manuel, eres un amor y así lo demuestras en cada poema. Yo recordaba perfectamente estos versos porque me impactaron cuando los enviaste al foro la primera vez, entonces no pensaba que me iba a pasar a mí.
Mil gracias por tu recuerdo
Siempre tu amiga
Pilar