Editorial Alaire

El sol perdió algún rayo, confundió
ruta y luna abrasando tu paisaje
ese rosal azul que hoy se deshace
dejando un rastro de dolor, lesión

que se llevó de un tajo la ilusión,
y una lluvia de versos en la tarde,
caudal callado que en nosotros arde
vertido en brasas en el corazón.

Lloramos muerte, gritamos amigo
rastreamos palabras en tu orilla,
la luz que nos dejaste en los poemas

Nos arrastran las sombras del camino
nos confunde tu rostro ya sin vida,
por eso la alegría se hizo pena.

No ´sé qué decir, mejor me callo.

Un enorme abrazo, sé que él está con nosotros , éramos su otra parte, o al menos, una de sus partes importantes.

El sol perdió algún rayo, confundió
ruta y luna abrasando tu paisaje
ese rosal azul que hoy se deshace
dejando un rastro de dolor, lesión

que se llevó de un tajo la ilusión,
y una lluvia de versos en la tarde,
caudal callado que en nosotros arde
vertido en brasas en el corazón.

Lloramos muerte, gritamos amigo
rastreamos palabras en tu orilla,
la luz que nos dejaste en los poemas

Nos arrastran las sombras del camino
nos confunde tu rostro ya sin vida,
por eso la alegría se hizo pena.
………………………………………………………..
Hermoso trabajo, amiga Pilar, que vistes de soneto para homenajear a nuestro recordado Ramón Ataz. Todo el poema rezuma el cariño y la amistad que le profesabas. Y es que en los foros literarios se hacen relaciones que perduran incluso después del tránsito. Por lo menos, tenemos la certeza de que cuando hayamos de partir, seremos recordados, homenajeados, nuestros poemas serán y estarán después de nosotros. Todo gracias a la amistad y el cariño que aquí hemos fraguado durante nuestro periplo poético, junto a nuestros admirados colegas y queridos amigos.
En fin, pensándolo bien, creo que somos bastante afortunados al poder relacionarnos cada día en el poema, el cariño y la camaradería.

Hablando de tu poética, noto que escribir sonetos te está sentando bien, estimada colega. Por ejemplo, en Eternidad, tu penúltimo poema, se pueden observar ciertos detalles que provienen de tu dedicación sonetil (rima, sintaxis bien estructurada de pausa a pausa, aposiciones, desarrollo simbólico en la estrofa…), es decir, estás mejorando el ritmo, la estética y el lenguaje literario.

Veamos algunos pequeños detalles. El soneto solo tiene 154 sílabas métricas, así que, trabajando el soneto se aprende a aprovechar cada palabra como si fuese un tesoro. En cuanto al ritmo, el soneto también es paradigmático, endecasílabos con rima -en este caso asonante y consonante- para componer una estrofa altamente musical. También nos permite detectar el exceso de rima, porque las rimas en el interior del verso, debido a la saturación, pueden producir un colapso musical.

Si en los poemas no me preocupa la rima colocada a discreción, cuando se aprende a escribir sonetos, soy muy puntilloso no solo con la rima en el interior del verso, sino con todos los detalles, porque esos detalles acostumbrarán a nuestro cerebro a producir composiciones bien estructuradas a nivel rítmico, semántico, estilístico…

Sugerencias: no hacer encabalgamientos estróficos, no cuando el poeta se inicia en el soneto, porque se trata, precisamente, de aprender a trabajar una unidad temática en un desarrollo completo y en cada una de las estrofas. En los cuartetos hay un planteamiento y se desarrolla. En los tercetos llega el desenlace, consecuencia de lo planteado en los cuartetos. Hay una reflexión y debería ser poderosa, bella e ingeniosa.
No hacer sinalefas con vocales tónicas “per dióal gún”; “quehoy”.
No dejar rimas en el interior del verso “perdió-confundió”, “dolor-lesión”.
Evitar este, ese, aquel (ese rosal).
Faltan algunas comas.

Por cierto, conviene que los versos acentúen en sexta, cuarta y octava, y cuarta y décima. No conviene que por ahora trabajes los acentuados en séptima. Un ejemplo de buena combinatoria es el segundo cuarteto, donde consigues un ritmo muy rico, excelente:
que se llevó de un tajo la ilusión,
y una lluvia de versos en la tarde,
caudal callado que en nosotros arde
vertido en brasas en el corazón.

Ha sido un placer leerte. Felicidades por este soneto que tanto significa para todos nosotros. Y, desde luego, te recomiendo que no dejes de escribir sonetos, porque ello te servirá para ir puliendo tu poética.
Un fuerte abrazo.

Excelente prueba de que hay un enorme progreso. Ya Rafel te lo ha dicho todo en cuanto a los aspectos técnicos.
Mis felicitaciones apreciada poeta.

Un abrazo.
Óscar

Excelente prueba de que hay un enorme progreso. Ya Rafel te lo ha dicho todo en cuanto a los aspectos técnicos.
Mis felicitaciones apreciada poeta.

Un abrazo.
Óscar

Excelente homenaje, más allá de aspectos técnicos, al fondo, siempre resplandece la palabra escrita como un sol. Muy bueno.
Un abrazo
angel

Magnífico el caudal de su recuerdo.
Bello y magnífico poema que nos
vuelve a envolver en tu sentir
desde el buen versar tuyo.

Un abrazo

Pilar:

Me uno a tu bellísimo homenaje a Ramón.

Muy interesantes los aspectos técnicos aportados por Rafel.

Abrazos a ambos

Felicitaciones, Pilar
Ana

Concha Vidal escribió:No ´sé qué decir, mejor me callo.

Un enorme abrazo, sé que él está con nosotros , éramos su otra parte, o al menos, una de sus partes importantes.

Tu silencio habla mucho. Gracias por venir
Besos
Pilar

Hermosos el poema y el homenaje al poeta y al amigo. Me ha gustado mucho leerte.
Un abrazo.
Pepa

Pilar, excelentes trazos a un poeta inolvidable,
mis saludos cordiales y respetos.

Sentidísimos y hermosos versos al compañero entrañable.
Un beso, querida poeta

Rafel Calle escribió:El sol perdió algún rayo, confundió
ruta y luna abrasando tu paisaje
ese rosal azul que hoy se deshace
dejando un rastro de dolor, lesión

que se llevó de un tajo la ilusión,
y una lluvia de versos en la tarde,
caudal callado que en nosotros arde
vertido en brasas en el corazón.

Lloramos muerte, gritamos amigo
rastreamos palabras en tu orilla,
la luz que nos dejaste en los poemas

Nos arrastran las sombras del camino
nos confunde tu rostro ya sin vida,
por eso la alegría se hizo pena.
………………………………………………………..
Hermoso trabajo, amiga Pilar, que vistes de soneto para homenajear a nuestro recordado Ramón Ataz. Todo el poema rezuma el cariño y la amistad que le profesabas. Y es que en los foros literarios se hacen relaciones que perduran incluso después del tránsito. Por lo menos, tenemos la certeza de que cuando hayamos de partir, seremos recordados, homenajeados, nuestros poemas serán y estarán después de nosotros. Todo gracias a la amistad y el cariño que aquí hemos fraguado durante nuestro periplo poético, junto a nuestros admirados colegas y queridos amigos.
En fin, pensándolo bien, creo que somos bastante afortunados al poder relacionarnos cada día en el poema, el cariño y la camaradería.

Hablando de tu poética, noto que escribir sonetos te está sentando bien, estimada colega. Por ejemplo, en Eternidad, tu penúltimo poema, se pueden observar ciertos detalles que provienen de tu dedicación sonetil (rima, sintaxis bien estructurada de pausa a pausa, aposiciones, desarrollo simbólico en la estrofa…), es decir, estás mejorando el ritmo, la estética y el lenguaje literario.

Veamos algunos pequeños detalles. El soneto solo tiene 154 sílabas métricas, así que, trabajando el soneto se aprende a aprovechar cada palabra como si fuese un tesoro. En cuanto al ritmo, el soneto también es paradigmático, endecasílabos con rima -en este caso asonante y consonante- para componer una estrofa altamente musical. También nos permite detectar el exceso de rima, porque las rimas en el interior del verso, debido a la saturación, pueden producir un colapso musical.

Si en los poemas no me preocupa la rima colocada a discreción, cuando se aprende a escribir sonetos, soy muy puntilloso no solo con la rima en el interior del verso, sino con todos los detalles, porque esos detalles acostumbrarán a nuestro cerebro a producir composiciones bien estructuradas a nivel rítmico, semántico, estilístico…

Sugerencias: no hacer encabalgamientos estróficos, no cuando el poeta se inicia en el soneto, porque se trata, precisamente, de aprender a trabajar una unidad temática en un desarrollo completo y en cada una de las estrofas. En los cuartetos hay un planteamiento y se desarrolla. En los tercetos llega el desenlace, consecuencia de lo planteado en los cuartetos. Hay una reflexión y debería ser poderosa, bella e ingeniosa.
No hacer sinalefas con vocales tónicas “per dióal gún”; “quehoy”.
No dejar rimas en el interior del verso “perdió-confundió”, “dolor-lesión”.
Evitar este, ese, aquel (ese rosal).
Faltan algunas comas.

Por cierto, conviene que los versos acentúen en sexta, cuarta y octava, y cuarta y décima. No conviene que por ahora trabajes los acentuados en séptima. Un ejemplo de buena combinatoria es el segundo cuarteto, donde consigues un ritmo muy rico, excelente:
que se llevó de un tajo la ilusión,
y una lluvia de versos en la tarde,
caudal callado que en nosotros arde
vertido en brasas en el corazón.

Ha sido un placer leerte. Felicidades por este soneto que tanto significa para todos nosotros. Y, desde luego, te recomiendo que no dejes de escribir sonetos, porque ello te servirá para ir puliendo tu poética.
Un fuerte abrazo.

Gracias, querido amigo, por tu análisis extenso que ayuda a progresar a todos.
Besos
Pilar

Al margen de los consejos que te da Rafael, de los que aprendemos todos; creo que es un poema muy hermoso. Se siente un cariño precioso en cada verso, y resulta emocionante encontrar tanta unión entre poetas.

Gracias por un regalo tan bonito Pilar.

Abrazos.

Bellísimo poema, que despierta ese sentimiento que nos une por la partida de Ramón. Sin duda tus letras se elevan e interpretan a los que por una u otra razón apreciábamos al compañero, siempre solidario, siempre amigo. Un gran abrazo.