Editorial Alaire

Arde la luz en el ocaso. Dentro, los espejismos
maduran como la aurora ciega.¿Quién concibió
el signo?. ¿Por qué la metamorfosis me anuda
al fuego y a la melancolía? Mi territorio es sombrío,
latidos de justicia golpean las aguas del marfil. Mi
celador, el viejo carcamal, el neurótico ejemplo
de las arpías, el frío Caronte, mira bien su nostalgia,
no la razón del cobre, ni la sombra que envejece
en la latitud del sepulcro. Mis ríos o mi vientre,
¡venid almas pasajeras a la virtud dormida!. En
los altos escalones tres reyes perviven, majestad
de lienzos, laberinto y tiniebla, oscuros gestos
que juzgarán con sus ojos de libélula.¿Y si fueras
tú la carne que hoy suplica no ser memoria?
En el fiel, el oro pesa como una barca
proscrita. Es mejor la liviandad del inmortal
desnudo, sin inciensos, sin plata ni abejorros
que le recuerden su paso inconmovible o sus
aceras rojas. Poco me importa el destino
de los hombres, no visito los lugares del éxtasis,
sol y apenas sol, frutos, el dulce canto de los niños,
aguas cuyo rumor añoro...Tampoco la prisión,
la armadura o el río en llamas, las lacerantes
antorchas, la procesión de murciélagos, el dolor
y los males como silencio y jazmín. Sólo la
libertad del amor, la necesidad de una caricia
en mi letanía, un nombre, una piel, los juegos
de infancia bajo la túnica de un sortilegio. Tú,
Proserpina, mi lirio angosto, serás la luminosidad
en mis ojos oscuros, la verdad de las caderas,
y a la vez el silbido de la lujuria o las raíces
de la venganza que aún desconoces.

Este poema supera mis expectativas y la visión de la vida. Un gusto deslizarse por tus versos siempre tan conseguidos.
Besos
Pilar

Ramón, este trabajo es poderoso. Las razones de Plutón se van desgranando e inundando de semántica elegante, dulce y trasmisora, la piel del poema.

Mención de doble honor para estos versos extraodinarios:

"Sólo la
libertad del amor, la necesidad de una caricia
en mi letanía, un nombre, una piel, los juegos
de infancia bajo la túnica de un sortilegio. Tú,
Proserpina, mi lirio angosto, serás la luminosidad
en mis ojos oscuros, la verdad de las caderas,
y a la vez el silbido de la lujuria o las raíces
de la venganza que aún desconoces."


Abrazos.
_________________

El averno no debe ser un sitio agradable donde vivir. Solo el amor nos puede redimir de nosotros mismos. Me gustan tus poemas de referencias mitológicas. Un placer de lectura.
Un abrazo.
Pepa

Pilar Morte escribió:Este poema supera mis expectativas y la visión de la vida. Un gusto deslizarse por tus versos siempre tan conseguidos.
Besos
Pilar

Gracias, Pilar, por tus amables palabras. Un beso.

Ramón Carballal, Sólo la
libertad del amor, la necesidad de una caricia
en mi letanía, un nombre, una piel, los juegos
de infancia bajo la túnica de un sortilegio.


Maravillosa entrega, Ramón. Poesía superior, sin dudas. Mi enhorabuena!

Me ha encantado el poema, su sabor mitológico, su profundidad humana. Destaco estos versos geniales


Mis ríos o mi vientre,
¡venid almas pasajeras a la virtud dormida!. En
los altos escalones tres reyes perviven, majestad
de lienzos, laberinto y tiniebla, oscuros gestos
que juzgarán con sus ojos de libélula.¿Y si fueras
tú la carne que hoy suplica no ser memoria?

Felicitaciones sinceras. Mis abrazos

Hallie Hernández Alfaro escribió:Ramón, este trabajo es poderoso. Las razones de Plutón se van desgranando e inundando de semántica elegante, dulce y trasmisora, la piel del poema.

Mención de doble honor para estos versos extraodinarios:

"Sólo la
libertad del amor, la necesidad de una caricia
en mi letanía, un nombre, una piel, los juegos
de infancia bajo la túnica de un sortilegio. Tú,
Proserpina, mi lirio angosto, serás la luminosidad
en mis ojos oscuros, la verdad de las caderas,
y a la vez el silbido de la lujuria o las raíces
de la venganza que aún desconoces."


Abrazos.
_________________

Gracias, Hallie, por ser siempre tan generosa con mis humildes versos. Un abrazo.

Josefa A. Sánchez escribió:El averno no debe ser un sitio agradable donde vivir. Solo el amor nos puede redimir de nosotros mismos. Me gustan tus poemas de referencias mitológicas. Un placer de lectura.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Pepa, por tu amable comentario. Un abrazo.

[quote="Ramón Carballal"]

Hondura fuera de la razón. Las imágenes te envuelven como una niebla persistente y tienes que rendirte a su desfile impenitente. Me gusta mucho. Abrazos.

Carlos Justino Caballero escribió:Ramón Carballal, Sólo la
libertad del amor, la necesidad de una caricia
en mi letanía, un nombre, una piel, los juegos
de infancia bajo la túnica de un sortilegio.


Maravillosa entrega, Ramón. Poesía superior, sin dudas. Mi enhorabuena!

Gracias, Carlos Justino, por tus generosas palabras. Un abrazo.

Marius Gabureanu escribió:Me ha encantado el poema, su sabor mitológico, su profundidad humana. Destaco estos versos geniales


Mis ríos o mi vientre,
¡venid almas pasajeras a la virtud dormida!. En
los altos escalones tres reyes perviven, majestad
de lienzos, laberinto y tiniebla, oscuros gestos
que juzgarán con sus ojos de libélula.¿Y si fueras
tú la carne que hoy suplica no ser memoria?

Felicitaciones sinceras. Mis abrazos

Gracias, Marius. Me alegra que te haya gustado el poema. Un abrazo.

Sólo el amor parece desvestirnos de ese ropaje plúmbeo, de esa nostalgia que pesa sobre las costillas de la vida. Magnífico poema. Mis aplausos. Un saludo.

ROBERTO LÓPEZ escribió:

Ramón Carballal escribió:
Hondura fuera de la razón. Las imágenes te envuelven como una niebla persistente y tienes que rendirte a su desfile impenitente. Me gusta mucho. Abrazos.

Gracias, Roberto. Me alegra que te haya gustado el poema. Un abrazo.

Rosa Marzal escribió:Sólo el amor parece desvestirnos de ese ropaje plúmbeo, de esa nostalgia que pesa sobre las costillas de la vida. Magnífico poema. Mis aplausos. Un saludo.

Gracias, Rosa, por tu lectura y amable comentario. Un saludo cordial.