Editorial Alaire

La muñeca de viento
es como la sangre
de los impenitentes
que, náufragos, desfilan por las colas
de los supermercados de la vida.

Ella busca en los huecos
de la carencia oculta de la gente.
Ella escarba en los círculos de hielo,
donde los seres fríos, sonámbulos de luz -
persiguiendo icebergs
en los sueños de luto -
se refugian sin límites.

La muñeca de fuego es nuestra sombra infame, herida como un sol de terciopelo, buscando la belleza en las criptas del miedo y del terror.
La muñeca de lodo somos todos,
renegados de aquella luz sin párpados.

Nos lleva hacia los mundos de locura,
donde la orfandad
nos roza las clavículas
y nos mantiene unidos a la nada.

La muñeca sin brazos, sucia y rota, es lo que nos espera si no empezamos pronto a amarnos sin recodos, sin mentiras, ofreciendo a los otros lo que anhelamos siempre en las visiones, más allá de los cubos con fármacos y pánico, más allá del teatro y los disfraces, más allá de las máscaras de amianto, entregadas al dios de las pirámides que codirige el mundo con los diablos que invaden las esquinas de los hombres.

Ana Muela Sopeña

Una comparación que en las manos, mejor en el alma de la poeta que eres, es una obra de arte. Gracias por darme a conocer tu corazón.

Un gran abrazo desde México, de un español Canario)

José Manuel F. Febles

Gracias por leerme y decírmelo, José Manuel.

Un beso muy grande hasta México
Ana

Ana Muela Sopeña escribió:La muñeca de viento
es como la sangre
de los impenitentes
que, náufragos, desfilan por las colas
de los supermercados de la vida.

Ella busca en los huecos
de la carencia oculta de la gente.
Ella escarba en los círculos de hielo,
donde los seres fríos, sonámbulos de luz -
persiguiendo icebergs
en los sueños de luto -
se refugian sin límites.

La muñeca de fuego es nuestra sombra infame, herida como un sol de terciopelo, buscando la belleza en las criptas del miedo y del terror.
La muñeca de lodo somos todos,
renegados de aquella luz sin párpados.

Nos lleva hacia los mundos de locura,
donde la orfandad
nos roza las clavículas
y nos mantiene unidos a la nada.

La muñeca sin brazos, sucia y rota, es lo que nos espera si no empezamos pronto a amarnos sin recodos, sin mentiras, ofreciendo a los otros lo que anhelamos siempre en las visiones, más allá de los cubos con fármacos y pánico, más allá del teatro y los disfraces, más allá de las máscaras de amianto, entregadas al dios de las pirámides que codirige el mundo con los diablos que invaden las esquinas de los hombres.

Ana Muela Sopeña

Gracias Ana, por el viaje en las alas de tus letras, felicidades...
-angel-

Razón y sensibilidad en estos versos que retratan con cordura y belleza tanta muñeca de aire.
Besos
Pilar

Ana Muela Sopeña, Distinguidos versos nos entregas, poeta, desnuda el alma. Con afecto.

Muchas gracias, Ángel, por pasearte por mis letras.

Un abrazo de luz
Ana

Un poema realmente profundo, que nos lleva a reflexionar sobre la condición humana. Te felicito por estos magníficos versos, Ana. Un abrazo para ti.

Un poemazo, Ana. Logras hermosura en todo el conjunto. Para despertar conciencias y escrúpulos. El título, un gran acierto.

Aplausos y todas las enhorabuenas.

Abrazos.

Matrioskas a la espera de una mano amiga que desvele sus múltiples misterios.
Me ha gustado tu propuesta, Ana.

Un abrazo, poeta.

Víctor

Ana

Vaya!! muy bueno!! Desgarrador pero muy bien logrado!!
Un gusto empezar a conocer tu poesía.

Saludos

Ana, las imágenes surrealistas esconden casi un poema filosófico, que desnuda al ser humano. Me ha encantado este escenario sobrio, ese aire de otoño, esas verdades como mariposas llovidas. Felicitaciones, querida amiga.

Un poema surrealista bien logrado, amiga. tiras de la piel de las ivencias
y arrancascon la magnífica metafora unas imágenes poéticas muy satisfactorias.

un abrazo

Muchas gracias, Pilar, por venir, y por tus gratas palabras.

Un beso grande
Ana

Gracias por tus palabras, Carlos:

Un beso
Ana