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				Noche insomne
				Publicado: Dom, 19 May 2013 0:44
				por Esther Montoya
				
Soy presa de mi miedo
en un barracón oscuro.
El reloj de mi latido 
augura otra noche sola.
¿Dónde estáis crueles
fotografías de antaño
revivires de mi ánimo
cadenas que me anclan al sueño?
Aguas bravas, esplendores en las hierbas,
balbuceos de cariños cobardes, fuerza del amor,
promesas de lo eterno...
¿Por qué no me asís las manos?
¿por qué evadís mi ruego?
¿Es verdad que para un preso
la redención es quimera
que aparece, para luego
llevarse con nuestra condena
luces, palabras, sábanas,
quereres que arrastran
el hálito que nos abre
el camino del sendero?
No perdono al carcelero.
			 
			
					
				
				Publicado: Dom, 19 May 2013 8:47
				por Hallie Hernández Alfaro
				Un trabajo esencial y hermosísimo. Ese último verso es como un látigo valiente y depurado en su maestría.
Enhorabuena, Esther.
Abrazos y mucha luz.
			 
			
					
				re: Noche insomne
				Publicado: Dom, 19 May 2013 10:08
				por J. J. Martínez Ferreiro
				Un poema donde la estética de la pena melancólica se hace densa, casi sólida en su contundencia.
Un placer de lectura, amiga Esther.
Bicos.
			 
			
					
				re: Noche insomne
				Publicado: Dom, 19 May 2013 10:38
				por Pilar Morte
				Un final contundente para un hermoso poema que me ha gustado leer.
Besos
Pilar
			 
			
					
				re: Noche insomne
				Publicado: Dom, 19 May 2013 13:35
				por Óscar Distéfano
				Un poema con un decir que seduce, que trasmite sin ambigüedades el sentimiento del desamparo, y que cierra con un precioso verso persuasivo, convincente. 
Ha sido grato, emocionante, leer este excelente trabajo.
Un abrazo, Esther.
Óscar
			 
			
					
				
				Publicado: Dom, 19 May 2013 13:48
				por Nésthor Olalla
				Muchos tus inrrogantes, compañera ¿Has visto de qué modo ríe el pérfido carcelero?
Me gustó posarme en lo tuyo.
Abrazo con afecto dentro.
			 
			
					
				Re: Noche insomne
				Publicado: Dom, 19 May 2013 14:02
				por Víctor F. Mallada
				¿Por qué no me asís las manos?
Ay, Esther... 
porque queremos que escribas 
muchísimas más estrofas 
tan bien cuadradas como estas
que aquí, gentilmente, dejas.
Un placer, poeta.
Víctor