Editorial Alaire

Hijo, y yo qué sé.

A veces por las tardes
es como un nudo en la garganta
Una costra que se abre
tal vez una farola...

Tal vez un andar ciego
interminable.

Quizá esta hora
cuando tu hermana trajo a casa
unos títeres destrozados
con las alas rotas
algunos sin manos,
algún disparo pudo ser,
siempre anda suelto
un cazador
o Jack el londinense,
solemne en su tarea
de desbaratarlo todo...
Y yo qué sé.

A veces tan sólo el eco
que me alcanza,
un murmullo
parecido al canto,
a la risa infatigable
que me entrega la memoria...


A veces una nube suelta
una carita suplicante,
unas manitas que quieren abrazarme...

Siento un nudo en la garganta
un rayo que pasa volando...

Hijo, y yo qué sé.

FATAMORGANA
Patricia Lara Arriagada

Y qué sabemos a veces? que qusieramos cambiar tantas cosas...esos títeres destrozados, deambulan por las calles con la inoscencia perdida y los ojos de súplica...

Muy hermoso y emotivo poema...una madre que no tiene explicaciones, porque sencillamente no las hay.

Mi abrazo llegue a ti.

Agradecida de tus palabras y tu tiempo, Antonietta Valentina.

Desde Chile, un abrazo. Patricia

Precioso, fatamorgana, me atrapado de principio a fin tu poema, tiene un no sé que de ternura de fatalidad que te engancha; debe de ser algo maravilloso y urgente, también inapelable, que trasmite.

Bicos

Precioso Patricia... es delicado, pero a la vez eleva la voz con fuerza y valentía.

Un beso con cariño.

Este poema se clava, fatamorgana, encuentro un mensaje absolutamente conmovedor, hiriente, doloroso al extremo...el poder de conmoción de la poesía está muy presente.
Un placer leerte

Abrazos

Sara

Aplausos para tu poema que tiene algo de mágico. Te felicito. Un saludo.

Gracias a todos, a todos por leer este poema que habla de mis hijos, del mundo, de la inocencia, de los niños , de los trapos, de los asesinos, de los niños, de los niños, de los niños...

Qué será de ellos si no los cuidamos?

Un abrazo gigante. Patricia

Gran Reserva de Alaire.