Editorial Alaire

Regreso a tus manos,
cansado de ser,
atado a la condena de soñarte
escaso de palabras,
vencido en la batalla del tiempo
que no sabe de almas perdidas,
ni de llantos,
que arranca quebrantos de sonrisa
a la brisa que danza tu recuerdo,
y mi derrota.

Quise alcanzar tu boca, y mi paso,
perdió el camino a la cordura
y el destino se hizo verso,
equivocado,
y mi cuerpo se olvidó de la mañana
cuando apenas la noche envejecía,
y nos perdimos.

Y ahora,
cuando el silencio ahoga y nada se detiene,
cuando vuelven las horas a buscarme
y apenas te pronuncio,
cuando renuncio a hacerte vida,
cuando la herida ha cerrado la mirada
y ya no queda nada en tu ventana
que me llame,
ahora,
en tu olvido de aurora,
he querido recordarte que volviste
una y mil veces a mi boca
cuando tu cuerpo se ahogaba entre mis manos
y el mundo giraba en rebeldía,
y tu,
tan solo eras palabra desnuda
como el aire que pintaba
del color de la vida,
los ingrávidos herrajes de mi poesía.

Evocadores sentimientos que regresan porque seguramente no se fueron del todo, gracias por compartirlos de forma tan bella, un abrazo.

Isabel Moncayo escribió:Evocadores sentimientos que regresan porque seguramente no se fueron del todo, gracias por compartirlos de forma tan bella, un abrazo.

Muchas gracias por tus comentarios. Un saludo

Miguel Alcantud escribió:Regreso a tus manos,
cansado de ser,
atado a la condena de soñarte
escaso de palabras,
vencido en la batalla del tiempo
que no sabe de almas perdidas,
ni de llantos,
que arranca quebrantos de sonrisa
a la brisa que danza tu recuerdo,
y mi derrota.

Quise alcanzar tu boca, y mi paso,
perdió el camino a la cordura
y el destino se hizo verso,
equivocado,
y mi cuerpo se olvidó de la mañana
cuando apenas la noche envejecía,
y nos perdimos.

Y ahora,
cuando el silencio ahoga y nada se detiene,
cuando vuelven las horas a buscarme
y apenas te pronuncio,
cuando renuncio a hacerte vida,
cuando la herida ha cerrado la mirada
y ya no queda nada en tu ventana
que me llame,
ahora,
en tu olvido de aurora,
he querido recordarte que volviste
una y mil veces a mi boca
cuando tu cuerpo se ahogaba entre mis manos
y el mundo giraba en rebeldía,
y tu,
tan solo eras palabra desnuda
como el aire que pintaba
del color de la vida,
los ingrávidos herrajes de mi poesía.

Mis respetos Alcantud. Tu poesía fluye, es congruente, delicada y de una hermosura especial. Abrazos, ERA

E. R. Aristy escribió:

Miguel Alcantud escribió:Regreso a tus manos,
cansado de ser,
atado a la condena de soñarte
escaso de palabras,
vencido en la batalla del tiempo
que no sabe de almas perdidas,
ni de llantos,
que arranca quebrantos de sonrisa
a la brisa que danza tu recuerdo,
y mi derrota.

Quise alcanzar tu boca, y mi paso,
perdió el camino a la cordura
y el destino se hizo verso,
equivocado,
y mi cuerpo se olvidó de la mañana
cuando apenas la noche envejecía,
y nos perdimos.

Y ahora,
cuando el silencio ahoga y nada se detiene,
cuando vuelven las horas a buscarme
y apenas te pronuncio,
cuando renuncio a hacerte vida,
cuando la herida ha cerrado la mirada
y ya no queda nada en tu ventana
que me llame,
ahora,
en tu olvido de aurora,
he querido recordarte que volviste
una y mil veces a mi boca
cuando tu cuerpo se ahogaba entre mis manos
y el mundo giraba en rebeldía,
y tu,
tan solo eras palabra desnuda
como el aire que pintaba
del color de la vida,
los ingrávidos herrajes de mi poesía.

Mis respetos Alcantud. Tu poesía fluye, es congruente, delicada y de una hermosura especial. Abrazos, ERA

Muchas gracias por tus comentarios. Un abrazo

Dulce poema de recuerdo que me gustó mucho leer. Un abrazo

Francisco J. Ortega escribió:Dulce poema de recuerdo que me gustó mucho leer. Un abrazo

Gracias de nuevo amigo por tus palabras. Un abrazo