Editorial Alaire

Qué duras son las lajas del destino,
qué difícil llevar la cruz, decirse
que el todo es lo que importa, no persiste
el yo que construimos con sentido.

Sólo energía somos, es el sino,
pero ¿dónde hallar el amor que diste?
¿Dónde los sueños que creímos libres?
¿En qué lugar la luz con que te miro?

El sol doró la magia de la vida,
estrella vine, mi destino estrella
cual último poema de alto cielo.

Perdidos los recuerdos de mis días,
si después no tener consciencia alerta
quisiera ser amor entre los muertos.

Pilar, me ha gustado mucho , mucho, este poema. Ha sido un placer leerte. Da gusto la poesía así.
Un fuerte abrazo.

Pilar,

Hermoso poema con una fuerte carga dramática en el último terceto.

Un placer de lectura,

Ángel

Amiga Pilar, aquí la vida sufre de la muerte y es reciente este recuerdo
que lucha por hacerse eterno, pero que es incapaz de conseguirlo, ley de vida.
Un soneto excelente con rima asonantada y muy decente.

Un abrazo

Me gustó mucho tu soneto del sufrimiento de la vida y el amor. Un placer leerte. Saludos

Me ha gustado mucho. Muy, muy bello.
Saludos

Hermoso, Pilar, con esas preguntas que te haces en el segundo cuarteto que se sienten y emocionan, y en cierta forma nos hacemos cuando queremos seguir creyendo en el amor, y el deseo irracional y bello que nos dejas en el último verso. Me ha gustado mucho.

Un abrazo.

Me ha gustado mucho, Pilar, creo que es el primer soneto que te leo, reflexivo entre sus interrogantes vitales. Felicitaciones.

Manuel Sánchez escribió:Pilar, me ha gustado mucho , mucho, este poema. Ha sido un placer leerte. Da gusto la poesía así.
Un fuerte abrazo.

Me alegra y anima tu mensaje. Te agradezco de veras tus palabras
Besos
Pilar

Poco importa la métrica exacta cuando el contenido es más grande que su continente...

Mis aplausos a tu buen hacer.
Un abrazo.

Angel Sarroca escribió:Pilar,

Hermoso poema con una fuerte carga dramática en el último terceto.

Un placer de lectura,

Ángel

Gracias por tus gratificantes palabras
Besos
Pilar

Pilar,

me ha parecido una pasada. Ya el inquietante título abre el apetito del lector; la forma de soneto asonante me encanta; la sintaxis, compleja y ambiciosa sobre todo en el segundo cuarteto y más estable en los tercetos, como desembocando hacia el final; los encabalgamientos, plenos de significado en el verso que acaba y en el siguiente. Toda esa complejidad sobrevive al ritmo del soneto en un equilibrio delicadísimo y robusto a la vez. Así es el soneto, esa sólida mole a punto de derrumbarse, ese artificio tan natural.

El tema está desarrollado con brillantes hallazgos, este me lo quedo:

en qué lugar la luz con que te miro?

situado en un verso que tiene una enjundia muy especial, el último del segundo cuarteto. Para mí la casilla más importante del soneto, después del último verso. Y éste, el último, lo has rematado, ala!, como un Quevedo cualquiera:

quisiera ser amor entre los muertos.

Nada más que decir, solo quitarse el sombrero.

Un abrazo, Pilar.

Guillermo Cuesta escribió:Amiga Pilar, aquí la vida sufre de la muerte y es reciente este recuerdo
que lucha por hacerse eterno, pero que es incapaz de conseguirlo, ley de vida.
Un soneto excelente con rima asonantada y muy decente.

Un abrazo

Gracias por tu ayuda y palabras de aliento.
Besos
Pilar

Pilarica, acabas de derribar de un empujón a todos los poetas del Parnaso, para subirte en lo más alto del Olimpo lírico. ¡Vaya pedazo de soneto que has escrito! Una gozada leerte.
Un abrazo.
Pepa

Francisco J. Ortega escribió:Me gustó mucho tu soneto del sufrimiento de la vida y el amor. Un placer leerte. Saludos

Gracias, Francisco, por tus amables palabras
Abrazos
Pilar