Editorial Alaire

Dios, arranca-me los témpanos por un momento
y cuelga-los en las alas de mariposa nocturna
equilibrista de los bordes azucarados de las copas,
para escuchar como crecen las lágrimas
y su belleza febril
chapoteando como los estrangulados
desde la rama inflexible
en los charcos que visten máculas lunares.
Pero no mandes esos ángeles perezosos,
travestís de insecto, putos en traje de víbora
para domar mis caballos de sangre
finalmente libres, finalmente corriendo.
No hay trayecto para las heridas, solo un espacio mutante
un pleonasmo de atardeceres
que mancha de gris la lengua.
No dejes que el fango cobre sus deudas a la persona equivocada.

Excelente, Marius, como todo lo que escribes. El poema tiene mucha fuerza.

Felicitaciones
Abrazos
Ana

Te sientas o no culpable, el poema es magnífica oración
que diriges con fe y valentía a la atormentada culpa que
vaga por los espacios siderales.

un abrazo

Un poema hermosísimo, que exhibe un lirismo estremecedor. Lleva tu sello y tu estilo: sobrio y elegante. Excelente amigo Marius.
Un abrazo
J. Manuel

Escribes bien y se desliza la mente por tu hermosos versos. Un placer
Besos
Pilar

Intensa oración de súplica para que la sangre siga el curso de sus rios de luz y arrastre de una vez por todas el fango de la melancolía. Que así sea. Excelso poema, querido amigo. Mis aplausos a tu inmenso talento. Abrazos. Feliz fin de semana.

Amén. Es así como se debe orar, con claridad, sin rodeos. Es bueno haberte leído, Marius.
Abrazos

La fortaleza de tu palabra vence las tinieblas y eleva su espíritu de grandeza. Una obra total. Ricardo.

Marius Gabureanu escribió:Dios, arranca-me los témpanos por un momento
y cuelga-los en las alas de mariposa nocturna
equilibrista de los bordes azucarados de las copas,
para escuchar como crecen las lágrimas
y su belleza febril
chapoteando como los estrangulados
desde la rama inflexible
en los charcos que visten máculas lunares.
Pero no mandes esos ángeles perezosos,
travestís de insecto, putos en traje de víbora
para domar mis caballos de sangre
finalmente libres, finalmente corriendo.
No hay trayecto para las heridas, solo un espacio mutante
un pleonasmo de atardeceres
que mancha de gris la lengua.
No dejes que el fango cobre sus deudas a la persona equivocada.

Simbología, universo rotundo de metáforas enervantes y un sinfín de belleza alojado en cada rincón del poema.

Grande, querido Marius.

Abrazos.

Siempre hay un potente lirísmo en lo que escribes. Un placer venir.
Un abrazo.
Pepa

[quote="Marius Gabureanu"]

Es una oración tremenda, casi desesperada, no desde la lánguida posición del suplicante, sino desde la verdad, desde su fortaleza. Me ha gustado esa fuerza. Saludos.

Una oración que es una suplica, con dureza y magnificas metáforas.
Un placer leerte.

un abrazo

Hola, Marius.
es un auténtico descubrimiento tu poesía. Tus imágenes no están varadas; aprecio que tienen una preñez tentacular, como varas de una jaula reuniéndose en lo alto para sacarse; un jugo de vitrina que corroe la vitrina y alimenta la transparencia. Un placer leerte. Un abrazo.

Bellísimo poema de Marius.

Bello poema compañero.

Mi abrazo en esta mañana de viernes.