OBSESIONES
Publicado: Jue, 09 May 2013 9:35
No es la espera
la puerta del laberinto,
ni siquiera la ilusión
de ver crecer otra mañana,
otro poema.
Es dejar la pena en el camino
y entregarse al último minuto
sabiendo que es la hora
de ser peregrino en la memoria,
y olvidarse
Es amarse en las palabras solitarias,
reconocer las calles húmedas del llanto
y salir al aire del sol envejecido,
sin la pasión que obliga
a vestir la obsesión de sentido.
Es dejar la piel a su albedrío
y marchar, camino cruel a la deriva,
sin más abrigo que el tiempo
varado en el oficio de huirse y encontrarse,
y herirse dulcemente en el recuerdo
que escucha y calla,
y busca los labios que fueron
a beber en los ríos de la alcoba,
donde la sed se muere lentamente
cuando el reloj despierta los olvidos.
No es palabra el grito que hoy escribo,
ni siquiera es la verdad que he buscado en tus orillas,
es un paso más en la distancia
que quiere cerrar la vida que nunca nos dimos.
Hoy me pesa demasiado pensarnos
amando dolores compartidos.
la puerta del laberinto,
ni siquiera la ilusión
de ver crecer otra mañana,
otro poema.
Es dejar la pena en el camino
y entregarse al último minuto
sabiendo que es la hora
de ser peregrino en la memoria,
y olvidarse
Es amarse en las palabras solitarias,
reconocer las calles húmedas del llanto
y salir al aire del sol envejecido,
sin la pasión que obliga
a vestir la obsesión de sentido.
Es dejar la piel a su albedrío
y marchar, camino cruel a la deriva,
sin más abrigo que el tiempo
varado en el oficio de huirse y encontrarse,
y herirse dulcemente en el recuerdo
que escucha y calla,
y busca los labios que fueron
a beber en los ríos de la alcoba,
donde la sed se muere lentamente
cuando el reloj despierta los olvidos.
No es palabra el grito que hoy escribo,
ni siquiera es la verdad que he buscado en tus orillas,
es un paso más en la distancia
que quiere cerrar la vida que nunca nos dimos.
Hoy me pesa demasiado pensarnos
amando dolores compartidos.