Editorial Alaire

A Ramón Ataz


Que fría está la noche
el poeta se fué a deambular la eternidad.
Sin sentido agarro mis manos
me apreto el pelo
siento la soledad
aquí estoy en mi barco
solitario
sin Ramón;
perdido en el tiempo mío.
Pero sé
que el horror de este sentimiento
llegará a tu alma amigo
bebiendo el canto de pájaro
ese que me entregabas;
justo en la mitad de tu existencia.
No sé que fé entregarte este día
porque tu mundo no me pertenece.
Confío que Dios y sus ángeles
vendrán a cobijarnos
nosotros
los otros desconocidos,
los otros
amándote
aquí o allá
con temblor de tibio maíz
en tu paso por la tierra.
¡ Adiós amigo
hasta otro poema!.

Gracias, Javier. Leo con pena y resignación tus versos de despedida.
Un abrazo.
Salud.

Hasta otro poema en otro tiempo quizás.
Un escrito lleno de sentimiento Javi, me
ha sido grato dejar mi huella y mis
respetos en este escrito envuelto de
ese sentir que abraza la huella que deja
la muerte de un poeta.

Hermoso todo tu poema, javier.

Pensemos que su alma y la luz han tornado a la perfección.

Qué fria está la noche Javier... solo se percibe algo de calor después de leer tus versos.

Un abrazo compañero

Javier, qué bellos versos de despedida.

Me uno con pena y desolación a tu homenaje.
Un fuerte abrazo
Aún perpleja

Ana

Javier,
Muy sentido tu poema, la despedida con la palabra versada, como a él le gustaría. Un abrazo

Hermoso homenaje a Ramón, Javier. Que tristeza tan grande se siente, parece mentira. Abrazos, ERA
,