Editorial Alaire

cómo esquivar la derrota
cómo eludir el vil tajo del acerado rejón
si apenas un vaho azul de tinta te resguardaba

un espasmo calcifica y estremece
un invierno inesperado se consuma
un baño de luna negra
deja al aire su cisura y su sentencia

qué necia es la soledad
qué estulta toda su jerga
qué inefable su indigencia
qué inconcebible la noche
qué solos quedamos todos en mitad de la comedia
al ausentarte, poeta



Nos leemos Ramón, hermano.





Nésthor Olalla

Hermosísimo, Nésthor.

Gracias, Nésthor. Con un abrazo.
Salud.

Gracias, Nésthor.
javier

Ay, Nesthor, !Qué bien lo dices!

Las derrotas pequeñitas son como gajes del oficio que te enseñan a caminar por la vida. La derrota de la vida, si es derrota, no se asume casi nunca por los que tienes tan cerca.

Bonito el homenaje que aquí dejas.

Un abrazo,

Víctor

Gracias, Nésthor, por tus palabras de homenaje a nuestro compañero y amigo Ramón Ataz.

Se siente duro, muy duro
Mi abrazo
Ana

Gracias a todos por dejar vuestra huella a modo de sentido testimonio ante tan infausto suceso, compañeros.

Nesthor qué sentido y bello poema para Ramón. Abrazos, ERA