LAS ANGOSTAS CALLES DE LA LUNA
Publicado: Mié, 24 Abr 2013 8:51
Te viviré uno a uno
los días que ocurran mis voces
sin dejar el pensamiento a la deriva,
con el ánimo dispuesto a recibirte
desnudo de noches,
y me tendrás grabado en cada instante,
por si recuerdas mañana
cuando el hambre me busque en soledades
y no encuentres consuelos de futuro.
Te contaré avaricioso cada sangre
con la cadencia dulce del encuentro,
para vivir contigo cuerpo y alma
y llenarte las noches de inconsciencia,
y llevar tu presencia en cada luna
hasta que todas tus voces sean escritas
y no nos queden besos por decirnos,
ni rincones de piel por recorrernos,
ni infiernos por vivir,
ni boca alguna.
Te cambiaré torrentes por arroyos,
tempestades por brisas,
y risas por recuerdos que llevarte a la boca
cuando el tiempo se olvide de llamarme
al hueco de tu cama,
y no tengamos miedos para llenar los linos,
ni gemidos que amen
la carne que nos quema,
ni latidos que griten al son de la locura,
ni miradas que hablarnos,
cuando no haya palabras.
Te abrazaré esta noche hasta perdernos,
por las angostas calles de la luna.
los días que ocurran mis voces
sin dejar el pensamiento a la deriva,
con el ánimo dispuesto a recibirte
desnudo de noches,
y me tendrás grabado en cada instante,
por si recuerdas mañana
cuando el hambre me busque en soledades
y no encuentres consuelos de futuro.
Te contaré avaricioso cada sangre
con la cadencia dulce del encuentro,
para vivir contigo cuerpo y alma
y llenarte las noches de inconsciencia,
y llevar tu presencia en cada luna
hasta que todas tus voces sean escritas
y no nos queden besos por decirnos,
ni rincones de piel por recorrernos,
ni infiernos por vivir,
ni boca alguna.
Te cambiaré torrentes por arroyos,
tempestades por brisas,
y risas por recuerdos que llevarte a la boca
cuando el tiempo se olvide de llamarme
al hueco de tu cama,
y no tengamos miedos para llenar los linos,
ni gemidos que amen
la carne que nos quema,
ni latidos que griten al son de la locura,
ni miradas que hablarnos,
cuando no haya palabras.
Te abrazaré esta noche hasta perdernos,
por las angostas calles de la luna.