Editorial Alaire

Pensar,
pensarte entre las hojas de un recuerdo
y recibirte de nuevo acariciada
cuando las horas paren de seguirte,
en cada madrugada,
en cada cielo.

Sentir,
sentirte entre las manos dulcemente
y crearte de agua y de palabra
cuando las alas pierdan el destino,
y las huellas olviden
que fui camino en tu mirada.

Soñar,
soñarte fue la fuerza
que me hizo regresarte cada día,
sangrarte en cada herida y redimirme
en las horas vacías
que volvieron a hacerte en los sentidos,
en los lechos llanuras de lascivia,
en la ventana sedas
y azul entre los dedos,
caricia en la penumbra
y en el silencio envidia de la furia detenida,
dormida en la palabra que nunca te ha olvidado
a pesar de tu tiempo dormido entre recuerdos…
abandonado.

Amar,
amarte para siempre,
entre las horas que ocultan
la envidia de sentirte escrita
entre los sueños de vivirte,
grabada en las letras moribundas
que te buscan cada vez que el alba hiere
y los dedos vuelan
al hueco de nieve de tu ausencia…

Mentir…
mentirme que aún te tengo entre tinieblas.

Un poema inspirador y amantísimo.

Felicidades y aplausos.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Un poema inspirador y amantísimo.

Felicidades y aplausos.

Como siempre, mi profundo agradecimiento

Muy bonito, Miguel.

El arte de amar es tan variado que es dificil ponerle sustantivos. Aquí nos dejas unos cuantos, bien escritos, para ir pensando.

Un abrazo, poeta.

Víctor

Víctor F. Mallada escribió:Muy bonito, Miguel.

El arte de amar es tan variado que es dificil ponerle sustantivos. Aquí nos dejas unos cuantos, bien escritos, para ir pensando.

Un abrazo, poeta.

Víctor

Muchas gracias amigo Victor. Un abrazo