Editorial Alaire

Óscar Distéfano escribió:
Arrojadme las piedras rencorosas,
las piedras más hirientes,
mas preservadme de la muerte, pues, así,
restablecido de cualquier magulladura,
seguiré soportando nuevas piedras.

Os hago esta cordial proposición:
lanzadme tantas piedras
tantas como anheléis,
asegurándoos de no arrancarme
la inapreciable, única, ¡la milagrosa vida!,
y juzguémonos todos satisfechos.

¿O es que, a toda costa,
queréis mi muerte, brutos?

La humanidad es bella , los demas, como dice Sartre, el infierno. Excelente poema, te felicito Oscar!
ERA

Óscar Distéfano escribió:
Arrojadme las piedras rencorosas,
las piedras más hirientes,
mas preservadme de la muerte, pues, así,
restablecido de cualquier magulladura,
seguiré soportando nuevas piedras.

Os hago esta cordial proposición:
lanzadme tantas piedras
tantas como anheléis,
asegurándoos de no arrancarme
la inapreciable, única, ¡la milagrosa vida!,
y juzguémonos todos satisfechos.

¿O es que, a toda costa,
queréis mi muerte, brutos?

Que no demore la palabra en hacer polvillo la violencia del mundo. Subir a la torre de estos versos ha sido un ejercicio de emoción intrasferible.

Salud y un abrazo.

No hay que aguantar hasta el límite de la muerte. Hagamos bandera al menos la palabra.
Besos
Pilar

Óscar Distéfano escribió:
Arrojadme las piedras rencorosas,
las piedras más hirientes,
mas preservadme de la muerte, pues, así,
restablecido de cualquier magulladura,
seguiré soportando nuevas piedras.

Os hago esta cordial proposición:
lanzadme tantas piedras
tantas como anheléis,
asegurándoos de no arrancarme
la inapreciable, única, ¡la milagrosa vida!,
y juzguémonos todos satisfechos.

¿O es que, a toda costa,
queréis mi muerte, brutos?

Poesía y conciencia, belleza y claridad... un poema espléndido para leer una y mil veces.
Aplausos y abrazos

No seré yo la que arroje la primera piedra. Me gustó leerte.
Un abrazo.
Pepa

Bueno, Óscar, no es fácil tocar un tema tan delicado con una radicalidad tan dura, tan franca. Sé que tiene una lectura muy clara, pero no puedo evitar relacionarlo con Ken Loach y con Margaret Thatcher, ¡Qué fácil es "estar siempre en su sitio a los que lanzan piedras"! Y eso lo digo desde el perfil sentimental de aquellos que ni siquiera podemos alegrarnos de que muera la bruja del Oeste.

Me gusta mucho, Óscar, tu propuesta poética, tu madurez, tus reflexiones. Perdóname que haya tomado el hilo de tu poema para decir algo que tenía unas ganas enormes de gritar. Ya pueden llovernos piedras que seguiremos escribiendo.

Un abrazo.

A ver quién se atreve a tirar la primera piedra. No seré yo
quien renuncie a que sigas con tu buena escritura.

un abrazo

E. R. Aristy escribió: La humanidad es bella , los demas, como dice Sartre, el infierno. Excelente poema, te felicito Oscar!
ERA

Gracias, Aristy, me ha gustado tu comentario.
Un abrazo.
Óscar

Hallie Hernández Alfaro escribió: Que no demore la palabra en hacer polvillo la violencia del mundo. Subir a la torre de estos versos ha sido un ejercicio de emoción intrasferible.

Salud y un abrazo.

Tú, Hallie, siempre tan amable, siempre aportando tus chispazos intelectuales. Te agradezco.

Un abrazo.
Óscar

Acabo de leer y comentar el poema de Guillermo Cuesta "Prefiero seguir vivo", y, con este que aquí tratamos, me parecen dos poemas buenísimos, distintos, pero ambos de gran fuerza poética, de reafirmación de la vida contra la suprema negatividad de la muerte.

Amigo Óscar, eres además de gran autor, todo un lujo de forista, por el profundo conocimiento poético que aportas en cada uno de tus comentarios.

Un abrazo.

Una gran obra la suya amigo poeta,
reciba mis saludos cordiales, me ha
gustado leerle y dejarle mis bendiciones
a su talento.

Se cuida siempre.

Blanca

Elizabeth Barrio Paredes escribió:
Poesía y conciencia, belleza y claridad... un poema espléndido para leer una y mil veces.
Aplausos y abrazos

Gracias, Elizabeth. Me encanta cómo has definido el poema.
Un abrazo.
Óscar

Muy elocuente y conmovedor Poema. Saludos Poeta.

Me parece un poema trascendental de gran valor, lleva una armónica fuerza interior que refleja tolerancia y alumbramiento de la razón como hilo conductivo. Un trabajo que me gustó mucho y que volveré a su lectura.

Un abrazo fuerte.

Ricardo.