Editorial Alaire

He vuelto al agua
por donde fuiste huida,
y te he sentido
escrita en el destino inútilmente,
y he enterrado el olvido en la marisma,
y he vivido.

He oído que eres nueva
en manos de una carne nacida de otros días,
que vistes de sonrisas cubiertas de otros labios,
que dices que no fuimos…
ni el verso equivocado.

He vuelto entre los pasos
que ocultan tu memoria
y ya no duele el alma,
he mirado si hay aire que aun beba de tu aroma,
he tratado de hallarte,
y, ya ves,
no hay recuerdo que traiga palabras que te nombren,
ni pena que te escriba,
ni herida,
ni vida.

He vuelto para verte
nacida nuevamente entre mis dedos
y no hay nada para darte,
si acaso,
la tristeza que dejaste entre los muros del alma,
abandonada.

Cuçanto al amor le da la ventolero nadie puede controlarlo,
pero siempre de él hay rescate de recuerdos.

Me encantó leerte y visitarte y constatar que fui el primero

un abrazo

Pues a mi también me ha gustado mucho leerte, aunque sea la segunda y te digo que el poema tiene esa ternura y delicadeza que son tu sello.
Un abrazo.
Pepa

Guillermo Cuesta escribió:Cuçanto al amor le da la ventolero nadie puede controlarlo,
pero siempre de él hay rescate de recuerdos.

Me encantó leerte y visitarte y constatar que fui el primero

un abrazo

Muchas gracias amigo Guillermo. Un abrazo

Josefa A. Sánchez escribió:Pues a mi también me ha gustado mucho leerte, aunque sea la segunda y te digo que el poema tiene esa ternura y delicadeza que son tu sello.
Un abrazo.
Pepa

No importa el orden ni el tiempo, mi eterno agradecimiento hacia ti y esos pocos amigos que dejan su tiempo y sus palabras en mi poesia. Un abrazo