Editorial Alaire

Llegué a pensar que los vidrios eran una trampa para el alma, tal vez de un cautivo señor que nunca escuchó poesía. Y que al ser así, quedó inerte. Tan sensitivo, como la oscuridad en la perpetua cara de una estatua. Entonces sostuve sobre mi corazón una desbordante carga de penas que suscitaban preguntas como traidores preámbulos. Y al verme socavado de esta manera, ha sido menester implorar en mi faz penumbra. Esa, colmada de centellas espejeadas por el destino.

Acrecentando mis delirios
trompiqué con profundos sueños,
y pude ver un apacible noctámbulo.
Adentré en estos febriles ojos
a aquel cosquilleo al que las musas llaman
curiosidad en el desdén de la luna,
donde los serafines suelen posar.
En una de sus medrosas neblinas
hallé en su leche de llanto un suscitado ser,
a las márgenes de esa inmensa nebulosa.
Repelido, me he alejado.
Más no olvido la ocasión
de incrustar en su alma el perdón
por aquellos dolores que ha dejado.
¿Será que no comprendo el mundo?
Prefiero agonizar su canción
para no vagar cual iracundo.
Y así sobrevivir, como un pobre emocionado.

Juan Cruz Bordoy

Sueños y delirios que se adosan a la vida y al dormir.

Qué alegría abrir los ojos y poder disfrutar de un buen poema
cargado de emoción y de metáfora.

un abrazo

Es muy agradable para mí leer tu comentario Guillermo.
Un abrazo,
Juan Cruz

Mi pequeño gran ruiseñor de las letras, es un gozo poder leer tus sueños, que tan nítidos los plasmas.
Mi abrazo cordial y sincero.

Es de los que más me han gustado de los últimos tuyos. Es precioso y lo he disfrutado
Besos
Pilar

Juan Cruz Bordoy escribió:Llegué a pensar que los vidrios eran una trampa para el alma, tal vez de un cautivo señor que nunca escuchó poesía. Y que al ser así, quedó inerte. Tan sensitivo, como la oscuridad en la perpetua cara de una estatua. Entonces sostuve sobre mi corazón una desbordante carga de penas que suscitaban preguntas como traidores preámbulos. Y al verme socavado de esta manera, ha sido menester implorar en mi faz penumbra. Esa, colmada de centellas espejeadas por el destino.

Acrecentando mis delirios
trompiqué con profundos sueños,
y pude ver un apacible noctámbulo.
Adentré en estos febriles ojos
a aquel cosquilleo al que las musas llaman
curiosidad en el desdén de la luna,
donde los serafines suelen posar.
En una de sus medrosas neblinas
hallé en su leche de llanto un suscitado ser,
a las márgenes de esa inmensa nebulosa.
Repelido, me he alejado.
Más no olvido la ocasión
de incrustar en su alma el perdón
por aquellos dolores que ha dejado.
¿Será que no comprendo el mundo?
Prefiero agonizar su canción
para no vagar cual iracundo.
Y así sobrevivir, como un pobre emocionado.

Juan Cruz Bordoy

Enorme poema, Juan Cruz. Inspirador y lleno de tu gran sensibilidad e inteligencia.

Ovación cerrada y sostenida.

Un beso grande.

Juan Cruz Bordoy escribió:Llegué a pensar que los vidrios eran una trampa para el alma, tal vez de un cautivo señor que nunca escuchó poesía. Y que al ser así, quedó inerte. Tan sensitivo, como la oscuridad en la perpetua cara de una estatua. Entonces sostuve sobre mi corazón una desbordante carga de penas que suscitaban preguntas como traidores preámbulos. Y al verme socavado de esta manera, ha sido menester implorar en mi faz penumbra. Esa, colmada de centellas espejeadas por el destino.

Acrecentando mis delirios
trompiqué con profundos sueños,
y pude ver un apacible noctámbulo.
Adentré en estos febriles ojos
a aquel cosquilleo al que las musas llaman
curiosidad en el desdén de la luna,
donde los serafines suelen posar.
En una de sus medrosas neblinas
hallé en su leche de llanto un suscitado ser,
a las márgenes de esa inmensa nebulosa.
Repelido, me he alejado.
Más no olvido la ocasión
de incrustar en su alma el perdón
por aquellos dolores que ha dejado.
¿Será que no comprendo el mundo?
Prefiero agonizar su canción
para no vagar cual iracundo.
Y así sobrevivir, como un pobre emocionado.

Juan Cruz Bordoy

Dicen los peritos en psicologia que el grado de inteligencia emocional, aunque no puede medirse como el cociente intelectual, es el factor determinante en como vamos a expresar nuestras vidas en el curso del tiempo. Tu poema, Juan Cruz, en forma brillante lidia con ese reto entre la razon y las emociones. Me ha parecido un buen estudio. Abrazos, ERA

Tienes una capacidad para escribir y crear poesía
que según vayas creciendo te desbordarás.
Tienes unas emociones que para tu edad
las siento de una reflexión madura.
Me quedo boquiabierta, un poema genial
hacía mucho que no te leía y aun te veo más
grande si cabe, no puedo deir mucho más
porque sería redundante.

Un abrazo

Me encanta pensar que has podido ver por la ventanita de mis sueños, Quinteño.
Un abrazo y un beso,
Juan Cruz

Es muy agradable para mi sentir tus palabras de aprecio, Pilar.
Un abrazo y un beso,
Juan Cruz

Son pequeñas Hallie mis palabras, para responder a tus agradables letras.
Un abrazo y un beso,
Juan Cruz

¡Qué halagadoras tus palabras Era! Como tu dices, estoy muy emocionado.
Un abrazo y un beso.
Juan Cruz

Gozo de felicidad con tus palabras, Sandra. Me han emocionado mucho.
Un abrazo y un beso,
Juan Cruz