Paco y el amor

[Rafel Calle]

Imaginemos que el amor existe
y que se llama Paco.
No pensemos en san Francisco, no,
tan solo en un humilde y pinturero Paco.

Se llama Paco porque el frío avanza
y la razón de calentarse mueve
la mera calidad de la añoranza
en los apelativos de la nieve.

Suyo es el confín de la tardanza,
suya la dimensión de un ser muy leve,
suyos los resbalones de una danza
de claqué y nudismo cuando llueve.

Paco, química, piel, himen eterno
o la desfloración de cada día,
oficio y religión en dos becarios.

Paco, siempre aprendiz del casto invierno,
lamido en la virtual anatomía
que suelen ser los tuétanos precarios.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Dominio total del ritmo y de la sugerencia en la métafora: creativa e inteligente, expresando el profundo conocimiento que da la experiencia en el amor, sus necesidades, sus particulares sufrimientos y otras cosas que sólo el iniciado en tales experiencias siente en la lectura de tan sugestivos versos.

Un fuerte abrazo, colega

[Pilar Morte]

Te diría muchas cosas sobre Paco, pero no es momento, sólo que me encantó y me pareció un buen poema.
Besos
Pilar

[Hallie Hernández Alfaro]

Imaginemos que el amor existe
y que se llama Paco.
No pensemos en san Francisco, no,
tan solo en un humilde y pinturero Paco.

Grandeza y emoción en la apertura. Paco cerca, trabajando en el color de la miel.
Profano y tangible. En la mesa o en el bar o a la salida del cole, esperando.

Se llama Paco porque el frío avanza
y la razón de calentarse mueve
la mera calidad de la añoranza
en los apelativos de la nieve.

Estrofa primor, Incansablemente hermosa. Desde el útero hasta el piso del amante perfumado y gentil. Las estufas son vivero de oxígeno y esperanza.

Suyo es el confín de la tardanza,
suya la dimensión de un ser muy leve,
suyos los resbalones de una danza
de claqué y nudismo cuando llueve.

Sublime la pertenencia. Arrojado el canto. Pura bondad poética que se agradece.

Paco por Caridad, himen eterno
o la desfloración de cada día,
oficio y religión en dos becarios.

Primerizos e inocentes como dioses nuevos. Nunca terminamos de aprender a amar.


Paco, siempre aprendiz del casto invierno,
lamido en la virtual anatomía
que suelen ser los tuétanos precarios.


Resonancia lírica en la voluntad dorsal, en el sueño óseo.



Rafel, me parece que estamos ante una obra reseñable. Chapeau.

Abrazos.

[Nadia Conde]

Rafel, muy lindo, un gusto de lectura. Un abrazo.

[Israel Liñán]

A mi se me escapa un poco el tema teórico de la poesía, por ahí poco o nada podría aportar, ahora bien, algo que creo reconocer es el ingenio y la sensibilidad vertidos en un poema, y ahí amigo Rafel te luces y nos haces disfrutar.

Un abrazo.

[Ramón Ataz]

Qué bueno, Rafel. Lo leí esta mañana desde el móvil y lo he vuelto a leer ahora. Solo puedo decir que me parece de tus poemas más seductores. Por supuesto la técnica está ahí, pero en este caso al servicio de una sencillez encantadora. Me ha cautivado este poema desde sus dos primero versos.

"Imaginemos que el amor existe (simplemente brillante)
y que se llama Paco" (redoble de tambor, rematas el verso anterior y enganchas al lector)

Muy bueno, Rafel.

Un abrazo.

[Marius Gabureanu]

Rafel, un poema desde la ternura de la madurez poética. Excelente, ni le sobra ni le falta, hablando de lo que realmente nombra al ser humano: el amor.
Felicitaciones por esta preciosa entrega. Abrazos.

[Julio Gonzalez Alonso]

Pues a mí me da por imaginar que detrás de la intención de banalizar la idea de la aventura del amor hay una queja, una amargura infinita que se tiñe de renuncias y nostalgias ante la evidencia de lo imposible de corregir el futuro implacable que nos alcanza cada día. Poema que esconde más de lo que muestra en su aparente transparencia y ejercicio literario. Poema, eso sí, que me sorprende por lo inusitado del curso de tu escritura. Poema que me gustaría oírtelo recitar en alguna ocasión para la que me pido primera fila.
Salud.

[Rafel Calle]

Dominio total del ritmo y de la sugerencia en la métafora: creativa e inteligente, expresando el profundo conocimiento que da la experiencia en el amor, sus necesidades, sus particulares sufrimientos y otras cosas que sólo el iniciado en tales experiencias siente en la lectura de tan sugestivos versos.

Un fuerte abrazo, colega

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Muchas gracias, amigo Ferreiro, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado este poemilla. No quería publicarlo pero Hallie me ha convencido.
Paco, porque pretendo una especie de chirigota (desmitificar) y, sobre todo, accesibilidad.
Un fuerte abrazo.

[Pablo Ibáñez]

Rafel,

me ha gustado mucho el poema. Creo que Paco, detrás de su original presentación en soneto precedido de introducción explicativa, esconde más de lo que aparenta mostrar. El tono es pretendidamente castizo, pero la gracieta alcanza para aportar algo al dilema eterno de la definición del amor. Paco es amor y Paco es sexo. Paco tiene gracia y tiene frío. Paco ríe y Paco sufre.

Hay quien piensa que Quevedo era un histrión sin "profundidad existencial", a quien no merece la pena mostrar mucha atención hoy. Paco demuestra lo equivocados que están.

Un abrazo.

[Nésthor Olalla]

Haces del anonimato de ese "Paco" vulgar y previsible un semidios capturante, abarcador, aristocrático...


Esa pluma tuya... (con perdón)


Grande, compañero.

[Guillermo Cumar.]

Rafel, ¿un magnífico soneto con preámbulo explicativo?
Elegantes y magníficos serventesios bajo la positiva sencillez
poética de lo que da de sí la metáfora bien concebida y bien lograda.

un abrazo

[E. R. Aristy]

Imaginemos que el amor existe
y que se llama Paco.
No pensemos en san Francisco, no,
tan solo en un humilde y pinturero Paco.

Se llama Paco porque el frío avanza
y la razón de calentarse mueve
la mera calidad de la añoranza
en los apelativos de la nieve.

Suyo es el confín de la tardanza,
suya la dimensión de un ser muy leve,
suyos los resbalones de una danza
de claqué y nudismo cuando llueve.

Paco por Caridad, himen eterno
o la desfloración de cada día,
oficio y religión en dos becarios.

Paco, siempre aprendiz del casto invierno,
lamido en la virtual anatomía
que suelen ser los tuétanos precarios.

Tus metaforas son como una rosa de incuestionable belleza. Completo dominio del lenguaje en todas su substancia. Una gran satisfaccion leerte. Abrazos, ERA

[Antonio Justel]

Imaginemos que el amor existe
y que se llama Paco.
No pensemos en san Francisco, no,
tan solo en un humilde y pinturero Paco.

Se llama Paco porque el frío avanza
y la razón de calentarse mueve
la mera calidad de la añoranza
en los apelativos de la nieve.

Suyo es el confín de la tardanza,
suya la dimensión de un ser muy leve,
suyos los resbalones de una danza
de claqué y nudismo cuando llueve.

Paco por Caridad, himen eterno
o la desfloración de cada día,
oficio y religión en dos becarios.

Paco, siempre aprendiz del casto invierno,
lamido en la virtual anatomía
que suelen ser los tuétanos precarios.

.. estimado Rafel, no cabe ninguna duda de que el poeta conoce los resortes de las elipsis en las imágenes planteadas, o la circunvalación metafórica que tanto suele abarcar; se trata de un tema de amor, se trata de Paco, de su mucha o poca destreza, de ese aprendizaje eterno, aún en ésas o con ésas disminuciones naturales que tienen aquí, por símil necesario, al casto invierno; saludos, compañero, saludos; Orión