Editorial Alaire

Jerte



Madre Natura que rompe aguas
encabritadas en las alturas
y en los bancales eleva al cielo
miles de novias en ramilletes.
Besos en flor.


Suena el zumbido de las obreras,
suave perfume viste la aurora,
cálices llenos de mil ofrendas,
pétalos vuelan en un suspiro.
Promesa en ciernes.


Y entre algodones, bulle la vida,
sueños que estallan en mil fractales
y te encadenan y te engalanan
y te enamoran...


Rincón bendito de Extremadura,
puerta del cielo ganado a pulso
por quienes labran ilusionados
rutas de plata.


Gentes de campo, savia de siglos,
brío en las venas, mucho respeto
por el entorno. Sombra de Gredos.
Valle encantado. Jerte querido.
Tierra de Dios.



Víctor F. Mallada

Hermoso canto a esas bellas tierras, Víctor.

Un fuerte abrazo
Ana

Es como una oración a la naturaleza que en este caso se lo merece.
Hermoso poema de versos conseguidos.
Besos
Pilar

Tus bellos versos decasílabos me recuerdan las rimas de
Gustavo Adolfo Becquer, amigo.abrazo

Te ha queddo una lujosa descripción del floreado y famoso valle.

un

Jerte, lgar pendiente para conquistar
y ahora después de leer tu poema
y con amor que le tengo a la naturaleza
a la montaña, a los bosques, a los prados
con más motivo.

un placer

saludos

Ana Muela Sopeña escribió:Hermoso canto a esas bellas tierras, Víctor.

Un fuerte abrazo
Ana

Millón y medio de cerezos en flor. Toda una visión.

Gracias, Ana, por asomarte a estas letras.

Víctor

Pilar Morte escribió:Es como una oración a la naturaleza que en este caso se lo merece.
Hermoso poema de versos conseguidos.
Besos
Pilar

Gracias, Pilar.

El espectáculo está allí. El que escribe sólo intenta transmitir algo que ve y que siente.

Un placer compartirlo con amigos como tú.

Un abrazo,

Víctor

Suena a oración y agradecimiento. Casi hay un miedo de que el milagro termine. Es una sensación de plenitud cuando contemplamos espectáculos como el del Jerte en la floración del almendro. Son los ratos en los que podemos creer en los hombres y en la Naturaleza. Con un abrazo.
Salud.

Precioso Víctor,

me encanta el valle del Jerte, ahora debe estar precioso, me imagino que en plena floración de cerezos. ¡Qué maravilla! Qué bien has sabido capturar la euforia de ese momento de primavera, viene un calorcillo al cuerpo, uno se quita el jersei, a mí me excita mucho, qué quieres que te diga...

Un abrazo Victor.

Se impregnan tus versos del sabor de las cerezas...
Un canto y loa al fértil valle del Jerte.
Un abrazo.

Esos milagros, que tan bien y con tan acertado ritmo y palabras has contado, se van sucediendo a lo largo del año y en diferentes formas y colores, pero lo mas parecido que recuerdo es la floración de miles de almendros en mi amado levante.
Un gustazo de los grandes leer poemas tan logrados como este.
Un abrazo.
Pepa

Guillermo Cuesta escribió:Tus bellos versos decasílabos me recuerdan las rimas de
Gustavo Adolfo Becquer, amigo.abrazo

Te ha queddo una lujosa descripción del floreado y famoso valle.

un

Gracias, Guillermo.

Con una sonrisa agradecida he leído este comentario ('sagerao...). El lujo es ver el valle en su esplendor.

Un abrazo, amigo.

Víctor

Sandra Gª Garrido escribió:Jerte, lgar pendiente para conquistar
y ahora después de leer tu poema
y con amor que le tengo a la naturaleza
a la montaña, a los bosques, a los prados
con más motivo.

un placer

saludos

No te lo pierdas, Sandra.

Ese olor tan delicado a cerezos en flor... una gozada.

Gracias, amiga.

Víctor

Julio González Alonso escribió:Suena a oración y agradecimiento. Casi hay un miedo de que el milagro termine. Es una sensación de plenitud cuando contemplamos espectáculos como el del Jerte en la floración del almendro. Son los ratos en los que podemos creer en los hombres y en la Naturaleza. Con un abrazo.
Salud.

Gracias, Julio

Los 15-20 días de la floración son un tiempo para pasear y meditar. Es un valle que se va angostando por momentos según se asciende al puerto de Tornavacas, camino de Avila y que marca la altitud con una línea bien delineada del blanco del cerezo en flor.

Una gozada, como lo es tener amigos como tú.

Un abrazo,

Víctor