Escrito con Ombligos Secos
Publicado: Mar, 01 Abr 2008 18:45
Escrito con Ombligos Secos
A Wilhem Reich cuando mira la radiación azul de los biones
Pico un corazón y con la arenilla resultante hago esta hoja
La hoja es un diamante
Un diamante en cuclillas junto a los demás diamantes
Estrictamente hablando: la hoja es la conversación entre diamantes conversadores, el humo que sale de los labios
La materia no es cierta, ni las bicicletas son ciertas, ni la caparazón de las tortugas pintadas por un niño malo
Nada es real, tampoco las balas que despedazan al búfalo, nada, todo es truco del viento que tiene un capricho de cien años
Sólo la lengua que se mece en el perchero del universo a pata ancha como un muerto
Sólo las palabras para hacer barcos, sólo adjetivos para detener locomotoras que amenazan atropellar a los viejos, sólo verbos
Gemidos infinitamente demorados en cápsulas nombradas
Las palabras toman sol panza arriba en las terrazas, arman tumulto en los túneles, se montan en las palas mecánicas y ensucian en el pasto
Estoy asqueado de las palabras que saltan como pulgas en el cuello del mundo, no creo en ellas, del mismo modo que un hombre no cree que merezca la sonrisa, no creo en las palabras
Preferiría que las cosas fueran hechas con ombligos secos y cortados o con pedazos de peine, pero no con las palabras, no con la voz vuelta cordones, no con susurros ni con el llanto macerado de la tinta en la pluma que traiciona el vuelo
La oscuridad de la lengua donde se arrastran los sapos me repugna, elijo el cuerpo que es más claro
Condeno a la palabra a hablar con la palabra en el medio del desierto que no se agrieta, la condeno a dormir como un anfibio o a palpitar por siempre como la entraña de un conejo
Lleno un globo aerostático con palabras y lo impulso hasta el huracán de pelo negro
Entierro palabras en pantanos que se persignan, pico corazones apalabrados y hago esta hoja con la arenilla resultante
Rafael Teicher
A Wilhem Reich cuando mira la radiación azul de los biones
Pico un corazón y con la arenilla resultante hago esta hoja
La hoja es un diamante
Un diamante en cuclillas junto a los demás diamantes
Estrictamente hablando: la hoja es la conversación entre diamantes conversadores, el humo que sale de los labios
La materia no es cierta, ni las bicicletas son ciertas, ni la caparazón de las tortugas pintadas por un niño malo
Nada es real, tampoco las balas que despedazan al búfalo, nada, todo es truco del viento que tiene un capricho de cien años
Sólo la lengua que se mece en el perchero del universo a pata ancha como un muerto
Sólo las palabras para hacer barcos, sólo adjetivos para detener locomotoras que amenazan atropellar a los viejos, sólo verbos
Gemidos infinitamente demorados en cápsulas nombradas
Las palabras toman sol panza arriba en las terrazas, arman tumulto en los túneles, se montan en las palas mecánicas y ensucian en el pasto
Estoy asqueado de las palabras que saltan como pulgas en el cuello del mundo, no creo en ellas, del mismo modo que un hombre no cree que merezca la sonrisa, no creo en las palabras
Preferiría que las cosas fueran hechas con ombligos secos y cortados o con pedazos de peine, pero no con las palabras, no con la voz vuelta cordones, no con susurros ni con el llanto macerado de la tinta en la pluma que traiciona el vuelo
La oscuridad de la lengua donde se arrastran los sapos me repugna, elijo el cuerpo que es más claro
Condeno a la palabra a hablar con la palabra en el medio del desierto que no se agrieta, la condeno a dormir como un anfibio o a palpitar por siempre como la entraña de un conejo
Lleno un globo aerostático con palabras y lo impulso hasta el huracán de pelo negro
Entierro palabras en pantanos que se persignan, pico corazones apalabrados y hago esta hoja con la arenilla resultante
Rafael Teicher