Ha llegado el otoño melancólico
con sus grises, sus árboles desnudos
y también el recuerdo que hace nudos
en mi entraña, trenzándola diabólico.
Hace tiempo el otoño era bucólico,
nuestros pasos rumores musicales
sobre hojas crujientes, atabales
anunciando primicias de un amor.
Se apagaron los sones del tambor,
hoy mis días son tundras invernales
