Los separados del Trigo

[Antonio Satír]

Horrible los ojos solos
que lentos se alejan,
para no mirarnos,
para evaporar la mano
crucificada y polvorienta.
Tus padres son el pedregal
que tus pies engullen,
hablan las piedras
con sus bocas perdidas,
cuando todo duerme
en el oído hueco de la noche;
¿Niño, ya no miran tus ojos?
la leña casi sangra
para enrojecer tus ropas,
tus estrellas caídas,
y el fuego pareciera,
pareciera que
casi que es un niño sonriendo
al vacío coronado de sauces.
Cruza la luz como una espada
en la madera, en su carne oscura,
sale a caminar la noche
con su río y tu sueño,
¡Ay pequeños ríos soñadores,
que llevan peces coloreados
en el fondo de su cauce!,
te levantarás algún día
como un solo hombre,
con la espiga erguida
del hambre,
cortando con la hoz
en la mano resucitada,
con nuevas ropas
y la mirada del presente,
para devorar el miedo vencido
con el verdadero fuego
del que fuiste.

[Blanca N. García González]

Le felicito, es un poema muy bueno,
un placer leerle y dejarle bendiciones.

[Guillermo Cumar.]

Fuerza hay en tus versos y esa mano poética que descubre
cómo interpreta la palabra la intención de cada momento reflexivo del poeta.

un abrazo

[Pilar Morte]

Un poema hermoso y dicente que se cuela entre las orillas del alma. Un placer
Besos
Pilar