Editorial Alaire

Hay un margen donde no transitan las palomas.
La noche exhibe sus alfiles de mercurio y neón,
la verdad se ausenta de un viernes, desconocida
y múltiple. Es la hora de los abedules, el diamante
que divaga bajo un seno, la escondida sed de los taxis,
el agosto que tiembla en la cruz del sueño. Una vida
que arroja su espasmo, que se trasforma en jardín
de mil petunias aladas, la duda que elige los dormitorios
imperfectos en el azul de un laberinto. Él fue una estrella
inmadura, sus ojos de niebla le anteceden, sus pequeñas
manos dibujan eclipses y atmósferas, incendios que
ansían los arbitrios de la especie. Y de pronto se alza
el llanto o sus mejillas encuentran el nido de un verso
rojo, o tal vez en el oráculo su diminuto crisol encuentre
la senda, la llaga, la ruta que comienza a vivir.

Ramón Carballal escribió:Hay un margen donde no transitan las palomas.
La noche exhibe sus alfiles de mercurio y neón,
la verdad se ausenta de un viernes, desconocida
y múltiple. Es la hora de los abedules, el diamante
que divaga bajo un seno, la escondida sed de los taxis,
el agosto que tiembla en la cruz del sueño. Una vida
que arroja su espasmo, que se trasforma en jardín
de mil petunias aladas, la duda que elige los dormitorios
imperfectos en el azul de un laberinto. Él fue una estrella
inmadura, sus ojos de niebla le anteceden, sus pequeñas
manos dibujan eclipses y atmósferas, incendios que
ansían los arbitrios de la especie. Y de pronto se alza
el llanto o sus mejillas encuentran el nido de un verso
rojo, o tal vez en el oráculo su diminuto crisol encuentre
la senda, la llaga, la ruta que comienza a vivir.

Quizás el niño teme crecer o quizás el grande quiere regresar a su niñez donde el miedo solo era por la noche y los miau de los gatitos, el miedo paraliza, y el hombre muchas veces cree poder y no es capaz de vencer sus propios miedos.

Una muy linda y clara entrega, mucha fuerza en tus letras, felicidades compañero, abrazos grandes.

Natalia Pérez escribió:

Ramón Carballal escribió:Hay un margen donde no transitan las palomas.
La noche exhibe sus alfiles de mercurio y neón,
la verdad se ausenta de un viernes, desconocida
y múltiple. Es la hora de los abedules, el diamante
que divaga bajo un seno, la escondida sed de los taxis,
el agosto que tiembla en la cruz del sueño. Una vida
que arroja su espasmo, que se trasforma en jardín
de mil petunias aladas, la duda que elige los dormitorios
imperfectos en el azul de un laberinto. Él fue una estrella
inmadura, sus ojos de niebla le anteceden, sus pequeñas
manos dibujan eclipses y atmósferas, incendios que
ansían los arbitrios de la especie. Y de pronto se alza
el llanto o sus mejillas encuentran el nido de un verso
rojo, o tal vez en el oráculo su diminuto crisol encuentre
la senda, la llaga, la ruta que comienza a vivir.

Quizás el niño teme crecer o quizás el grande quiere regresar a su niñez donde el miedo solo era por la noche y los miau de los gatitos, el miedo paraliza, y el hombre muchas veces cree poder y no es capaz de vencer sus propios miedos.

Una muy linda y clara entrega, mucha fuerza en tus letras, felicidades compañero, abrazos grandes.

Muchas gracias por leerme y comentar. Un saludo cordial.

Ramón magnífico poema, profundas reflexiones que marcan
el dificil camino del que quiere hacerse mayor sin dejar de ser pequeño-

un placer leerte

Creemos ser mayores al crecer pero el cambio es lento y difícil. Una entrega preciosa que me gusto con la calidad acostumbrada de tus versos
Besos
Pilar

Maravilloso poema, Ramón. Has retratado la inmadurez de un modo magistral. Me encantan las imágenes...

Enhorabuena
Un abrazo
Ana

Guillermo Cuesta escribió:Ramón magnífico poema, profundas reflexiones que marcan
el dificil camino del que quiere hacerse mayor sin dejar de ser pequeño-

un placer leerte

Gracias, Guillermo, me alegra que te haya gustado el poema. Un abrazo.

Magníficos versos, como suelen serlo los tuyos. Un placer.
Un abrazo.
Pepa

Magnificas imágenes para un poema simbólico. Felicitaciones sinceras y un abrazo.

[quote="Ramón Carballal"]

Diluidos entre versos cargados de imágenes (no sé por qué me trasladan a los cuadros de Rousseau), se entrelazan las pinceladas de la vida en ebullición. Saludos.

Pilar Morte escribió:Creemos ser mayores al crecer pero el cambio es lento y difícil. Una entrega preciosa que me gusto con la calidad acostumbrada de tus versos
Besos
Pilar

Gracias, Pilar, por tus amables palabras. Un beso.

Ana Muela Sopeña escribió:Maravilloso poema, Ramón. Has retratado la inmadurez de un modo magistral. Me encantan las imágenes...

Enhorabuena
Un abrazo
Ana

Gracias, Ana, me alegra que te haya gustado el poema. Un abrazo.

Josefa A. Sánchez escribió:Magníficos versos, como suelen serlo los tuyos. Un placer.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Pepa, por tu amable comentario. Un abrazo.

Gran trabajo, me gustó mucho. La brillante selección de las imágenes. Abrazos.