Debate sobre poesía

Aquí tendrán cabida discusiones y todo tipo de estudios sobre temas relacionados con el ámbito literario: técnica, oficio, valores poéticos, etc.
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F. Enrique
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Mensaje sin leer por F. Enrique »

Sin saber explicarlo de una forma precisa, para mí no hay nada como la poesía y la música para acercarnos a ese algo de eterno a lo que aspiramos todos los hombres, me atormenta pensar que hayamos perdido a Beethoven para siempre o que no sepamos adonde fue Bécquer. Esto no me hace perder el punto de vista de la realidad, qué remedio me queda, y si la música más mal que bien se mantiene y aunque con criterios nada convincentes aún otorga cierto prestigio social, lo de la poesía es desolador y así lo he tenido asumido, año tras año, comprendo perfectamente que no quieran leer la mía y la de tantos otros compañeros que soñamos con que algún día alguien diga “este verso lo escribió tal poeta que vivió en tal lugar y entre tal gente”, pero me resulta insoportable ser consciente de que si no fuera por nuestro entrañable Joan Manuel casi nadie se detendría en recitar los versos que escribió Machado. Pero la sorpresa más desagradable estaba por llegar, hace poco más de dos años decidí sacudirme el miedo patológico que tenía a escribir poesía y ponerme en contacto con personas que habían conseguido una cierta notoriedad a través de la Red, el resultado, lo que sentí en aquel momento, fue doloroso, por eso adjunto este fragmento, mi conclusión no podía ser más amarga; “Ya no nos hace falta que nos desprecie el resto de la sociedad, nos bastamos los poetas para matar a la poesía.”

Creo que me ha hecho mucho bien, con muchas dudas por mi desordenada experiencia, e intentando contenerme casi siempre; poder compartir comentarios y poemas en este lugar. No me gustaría decir nombres, dado lo mucho y bueno que he encontrado, pero quiero que me disculpéis que nombre a uno por esa labor orientadora y llena de cariño hacia la poesía que realiza y que, sin duda, le detraerá un tiempo muy necesario para su labor creativa; Rafel Calle.
Crepúsculo en Benzú (fragmento)

No he sabido aspirar a un espacio concreto,
me duele la incursión que hago en la poesía,
tan sola y olvidada en el fondo del arte,
tan triste y maltratada por el sesgo arbitrario
de sus cultivadores
que asoman la cabeza,
y no miran atrás cuando creen que caminan
y no ven la grandeza del nocturno en los huecos,
tan tierna y elegante en algunos recuerdos
que van perdiendo altura
cuando el miedo me arrastra al vértigo infinito
de no saber amarla;
esta niña inmortal que Horacio despertara
del sueño de la infancia para tenerla siempre,
palidece en la calle como hoja caída,
sufre en la madrugada, perece en el ocaso,
como aquella sonrisa que esbozaste en Beliones
que yo creí sincera
y a veces me persigue como el lamento amargo
de Darío que resiste,
muralla inquebrantable de armonía y belleza,
la revisión que aplaude
la subida a los cielos
de la absurda metáfora.

7/4/2011 (Poema de la Duda) El barrio de Benzú y el pueblo de Beliones están juntos, el primero pertenece a España, el segundo a Marruecos, pero está totalmente aislado con respecto a su país por las montañas y sus habitantes trabajan en Ceuta y suelen hablar bien el castellano; en Beliones, un poco más allá de las ruinas de la Ballenera, está Punta Leona que según los geógrafos es el lugar que determina el límite entre el Atlántico y el Mediterráneo, los pescadores ceutíes dirán que es la temible Punta Almina, en el monte Hacho.
***
Toda verdad corre el riesgo de ser modificada por el tiempo.

cuando vivir era un pecado,
un cilicio sujeto a la ceniza posada en tu frente,
el estigma de un amor que nunca abandonó
las pulsaciones nerviosas de tu pecho
ni el bálsamo de luz que me turbaba en tu mirada.
(Playa de la Almadraba)
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Rafel Calle
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Mensaje sin leer por Rafel Calle »

Qué mal cuando el hombre no conocía la escritura. Quería transmitir y podía hacerlo por medio del habla, pero una vez dicho, no podía recordarlo. Seguramente, entonces nació la poesía (síntesis y elementos asimilables) como forma de recordar el pensamiento. Como dice Ramón Ataz, es posible que la poesía sea anterior a la escritura.

Se inventa la escritura y el hombre puede recordar lo que ha pensado, puede repasar lo que ha dicho, puede mejorarlo. Puede universalizar su pensamiento. Puede ser leído después de muerto. Es algo así como inmortalizar el pensamiento.

Con la escritura nace la poesía como la forma de transmitir más apropiada. Las claves son las mismas que cuando no se sabía escribir: síntesis y elementos asimilables que resulten fácilmente recordables. En este punto, pensemos en un niño y su proceso evolutivo del habla y la escritura; es lo mismo que debió ocurrir con nuestros antepasados. Cuando un niño aprende a escribir, lo que recuerda es aquello que está sintetizado y, además, tiene elementos fonéticos fácilmente recordables.

Poesía & Literatura. Es decir, la poesía es la primera forma del lenguaje escrito que evoluciona en su proceso narrativo, olvidando la síntesis en aras de narrar sin objeciones.

Por lo tanto, la poesía está en la génesis del pensamiento escrito y, desde luego, sus genes son el ingenio y la voluntad del hombre que pretende transmitir.

Poesía, hoy en día, no se puede considerar con los mismos parámetros que cuando era la forma primitiva del lenguaje escrito. En el siglo XXI, la poesía no tiene por qué diferenciarse de la prosa, salvo que hablemos del poema en verso; ahí, sí que se diferencia claramente. Pero, no debemos olvidar que un poema también se puede escribir en prosa (versículos).

Poesía son poemas. El poema se puede escribir de dos maneras: en verso y/o en prosa.
La literatura nació con el verso, pero hoy en día, el verso solo pertenece a la poesía. Por lo tanto, el factor diferenciador del poema respecto a cualquier otro género literario, es el verso. Por ello, siempre intento transmitir que para los poetas es de gran importancia conocer el mundo del verso; se trata de proteger la génesis del verso, más hoy en día que las formas quieren estar subordinadas al discurso y no al revés.

En la actualidad, la forma es una esclava al servicio del fondo. Por ello, al tratarse de una herramienta, el funcionamiento de la forma se tiene que conocer muy bien. De lo contrario, las prestaciones de la herramienta se verán desperdiciadas y, desde luego, se estará haciendo un flaco favor al mundo del poema, porque el verso queda desprotegido y, además, queda abocado a un serio peligro de desaparición.

Que el verso desaparezca, entra dentro de lo posible, pero, a mi juicio, no debería desaparecer por mor de los poetas. Ahí, estoy con Enrique (por cierto, muchas gracias por tu mención, es un privilegio, compañero).

Nunca me cansaré en la defensa del verso. Pienso que es crucial que lo preservemos. No me refiero a decantarme por una u otra forma de escribir el poema, me refiero a preservar las señas de identidad de las formas, sean las que sean, pensando siempre en que pueden evolucionar hacia formas distintas a las ya conocidas.

En fin, un pintor tiene que saber utilizar el pincel, mezclar los colores… Y así, en todos los ámbitos del arte y la cultura. Por consiguiente, creo que el poeta, que no es más que un escritor que escribe poemas, o sea, escribe poesía, tiene que tener claros los cimientos de su labor.

Hablando de los estilos de cada autor, decir que a mí me preocupa que los lectores me entiendan, cosa que no es fácil porque mi estilo es simbólico; así que mi trabajo se centra en escribir lo más equilibradamente posible. Equilibrio en el poema, algo que consigo escasamente.

Refiriéndome a los demás autores, me preocuparía mucho que el estilo se uniformara. Creo que cada uno tiene que conservar su estilo y, si le da por equilibrar su trabajo, habremos coincidido en una ardua labor. Pero, si no coincidimos, no pasa nada que no sea tan reconfortante y enriquecedor como leer otras maneras de trabajar.

La verdad es que me han gustado mucho los comentarios, el debate me está pareciendo enriquecedor.
Y por contestar a las preguntas que plantea la Administración, diré lo siguiente:

¿El estilo que más conviene?
El de cada cual. Esa es la mejor opción para el escritor que tiene la suerte de tener un estilo. O eso creo.

¿La poesía se tiene que entender o no hace falta que se entienda? Sería conveniente que nos entendieran, si bien, es difícil que nos entiendan del todo y quizá imposible que nos entiendan todos. Cada estrato social tiene su propio lenguaje, tanto el escritor como el lector tienen un nivel que no pueden o no quieren rebasar ni por arriba ni por abajo.

¿Surrealismo en poesía? Claro que sí. Surrealismo y lo que le dé la gana al escritor.

¿Poesía prosaica?
Por supuesto que sí, tanto si se refiere al poema en prosa, cuanto si habla de la falta de elementos metafóricos en el discurso. Qué más da; como en el caso del surrealismo, lo que cuenta es lo que se transmite.

¿Libertad total en poesía? Ya lo he dicho otras veces, la libertad en la poesía es la misma que concede la escritura, salvo en el caso del verso, porque el verso es un mundo muy particular, con una técnica muy particular, que lo hace distinto a cualquier otra forma de escritura.

Un cordial abrazo, compañeros.
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Víctor F. Mallada
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re: Debate sobre poesía

Mensaje sin leer por Víctor F. Mallada »

Literatura y música, los padres del poema. El uno aporta la técnica de contar cosas, la otra pone el ritmo y entre ambos, tanto monta, se construye poesía.

Digo tanto monta porque, a veces, se desprecia el uno por la otra o la una por el otro y el resultado puede ser muy florido, lleno de imágenes preciosas, muy visual, pero sin ritmo. O al revés, presentar un ritmo machacón desde el principio y no tener recursos literarios que adornen lo que se quiere contar.

No creo que el fiel de la balanza tenga que estar siempre en el medio, para hacer buenos poemas. El escritor tiene que saber jugar con ambos, pero, a mi me da pena ver trabajos sin ritmo o trabajos sin apenas recursos que aportar.

De todas formas, cada uno tiene su estilo y sus lectores. Ambos van variando con el tiempo. Lo que, en mi opinión, no es de recibo, es imponer un estilo sobre el otro a la hora de "premiar".

Un abrazo a todos,

Víctor
Gerardo Mont
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re: Debate sobre poesía

Mensaje sin leer por Gerardo Mont »

Interesantísimo debate el que nos regalan, compañeros. En lo personal agradezco la oportunidad de aprender de sus aportes y perspectivas.
Yo en lo particular creo en la libertad de crear de los poetas; y para esto creo que es necesaria la posibilidad de jugar o romper con los aspectos formales. Desde este punto de vista observo que las fronteras actualmente se abren y no será, a futuro, el verso tal y como se ha concebido tradicionalmente lo que defina la poesía en verso, si no el blanco a voluntad del poeta; y las diferencias entre verso, versículo mayor o menor y bloques rítmicos irán quedando en la historia.Y aunque el ritmo es un elemento importantísimo que aporta a la “poeticidad” de un escrito, no es lo que hace que éste sea poesía. Cada autor desde su perspectiva, delimitada por sus concepciones desarrolladas y en evolución constante, por sus influencias, aprendizaje y conocimiento, ha de responderse a la pregunta: ¿qué es lo que hace que la poesía sea?, y de acuerdo a su respuesta ha de darse a la tarea de crear… En el camino, eso sí, sustentará, modificará o desechará esas concepciones y fundamentos, como parte de su andar y recoger por ese mundo, mucho más amplio de lo que alcanzamos a ver.


A CONTINUACIÓN CITO, COMO APOYO A LO DICHO SOBRE EL VERSO, UNA PARTE(PAG. 67 A LA 73) DE UN ESTUDIO DE LA OBRA DE GAMONEDA, QUE CORRESPONDE A UNA TESIS DOCTORAL DE JOSÉ ANTONIO EXPÓSITO HERNÁNDEZ, DE LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID. SI EL ESPACIO NO LO PERMITE LO CONTINUARÉ EN OTRO APARTADO.

“Hay en la poesía de Antonio Gamoneda la firme voluntad de no
renunciar a una libertad creadora que se vea mermada por la falsa autoridad
de unos límites impuestos a través de las convenciones de un determinado
género literario. Por ello, defiende la posibilidad y el deber de escribir obras
"cuyo género, si es que existe, carece de nombre"86.
Es, pues, desde la propia escritura, desde la propia concreción del
poema, de donde surge esa pérdida de conciencia y esa duda sobre los
géneros. Decíamos más arriba que este resultado no es fruto de una
insustancial experimentación con la que el autor pretenda sorprender a los
lectores a partir de un determinado libro, sino que esa "pérdida de
conciencia" con respecto al género literario es paulatina. Y surge y
evoluciona a lo largo de varios obras. Es decir, asistimos a su gestación y a
su desarrollo. No hay improvisación, sino un consecuente ir hacia ese nuevo
espacio literario del género que "carece de nombre": "...progresivamente,
experimento una pérdida de conciencia respecto al género literario en que
me muevo... y que esta pérdida me induce a una gloriosa confusión sobre si
existirán o no los géneros o sobre si todos los géneros serán poéticos; o
sobre si, más felizmente perdido aún, estaré o no adentrándome en el
aristotélico género que carece de nombre"87.
Esta duda de Gamoneda sobre el género al que pertenecen sus
últimos escritos no nos parece tal, a nuestro juicio88. Su poesía de esta
86 Antoniotercera etapa es cierto que se desliga del rigor del verso, de la rima y
también de la estrofa, e incluso busca también la libertad en la disposición
gráfica, pero todo ello sometido siempre a la cohesión rítmica, que será la
verdadera unidad poética. Por último, habría que considerar, tal y como
afirma Daniel Devoto89, la participación tanto del autor como del lector en
la existencia del verso.
Así llegamos de nuevo a lo que motivó esta aclaración sobre los
géneros: los llamados "bloques rítmicos" de Antonio Gamoneda que
caracterizan la tercera etapa de su poesía.
2.2.2. SOBRE LOS LLAMADOS "BLOQUES RÍTMICOS"
El primero en utilizar la denominación de "bloques" para referirse a
los poemas de Antonio Gamoneda fue el propio autor al comentar algunos
detalles de los textos de Lápidas: "Más difícil se me hace explicar la
generación de los bloques siguientes..."90. Posteriormente, y tomando este
punto anterior como referente, Francisco Martínez García habla de "lírica en
bloques", para denominar así a la peculiar forma poética utilizada en libros
como Descripción de la mentira, y en Lápidas: "que -según el citado críticono
encaja metodológicamente y de manera estricta ni con el poema
canónico, ni con el poema en prosa, ni con el poema en versículos, ni con la
narración lírica..."91. Aquí nos distanciamos algo de lo que afirma el crítico,
ya que ninguno de los dos libros citados presentan una forma poética tan
89 novedosa y extraña dentro de la poesía española que no pueda ser englobada
dentro de alguno de los términos citados anteriormente.
Francisco Martínez estudia comparativamente la disposición
tipográfica de varios poemas en distintas ediciones y llega a la conclusión
de que no existe fragmentación lineal del texto, como tampoco existen ni
estrofa, ni verso. Se trata, pues, a juicio del citado crítico, de textos que
constan de dos, tres o cuatro únicas líneas que por razones tipográficas no
pueden mostrarse como líneas y esa imposibilidad, conocida por el poeta, es
resuelta creando unas unidades poéticas, que según Francisco Martínez, son
superiores al verso o al versículo, pero distintas de la estrofa a las que
denomina bloques. En el pequeño libro titulado Dos poetas en su voz,92 se
reproduce como facsímil el autógrafo del primer fragmento de Descripción
de la mentira, que comienza "El óxido se posó en mi lengua...", y ahí se
puede comprobar en la propia escritura de Gamoneda lo que refiere F.
Martínez sobre cómo el autor concibe su obra en un molde tremendamente
amplio que no quiere ajustarse a la limitación física del papel, y por ello
recurre a utilizar varias líneas poéticas.
Para precisar un poco más ésta cuestión y tratarla con mayor rigor
resulta muy provechoso acudir a la terminología utilizada por López
Estrada93, que propone el término línea poética para referirse a la "entidad
lingüística determinada por el renglón tipográfico de acuerdo con la
intención del poeta, que lo acorta o alarga según sea el ritmo de la
expresión", reservando así la denominación de verso para las modalidades
de la métrica anterior. Isabel Paraíso94 prefiere la denominación de
versículo, pero distingue dos tipos: versículo normal y el versículo mayor. Ydice a propósito de este último, que es el que nos interesa, "parece
expansión del versículo para acercarse al poema en prosa. Presenta
recurrencias semánticas, como el versículo, pero sus medidas más amplias
lo asemejan a la prosa"95.
Pues bien, esta línea poética utilizada por Gamoneda resulta
tremendamente amplia: supera la que López Estrada denomina línea poética
cerrada, pues rara vez coincide con un cierre de unidad oracional, eso hace
que tanto su ritmo como su sentido se continúen en la línea siguiente dando
origen, así, a lo que López Estrada llama línea poética fluyente. En el caso
de Gamoneda la utilización de ésta es constante. Hasta este punto la
terminología de López Estrada sí nos sirve para referirnos a la poesía de
Gamoneda.
Pero lo que hace distinta la poesía de Gamoneda es que la línea
poética que utiliza, en lo que se refiere a su disposición tipográfica, es
demasiado larga y precisa frecuentemente de varias líneas complementarias,
cuya extensión es igual o similar a la que le sirve de comienzo. Se distingue
esta línea complementaria, porque presenta una sangría peculiar de dos o
tres espacios. Esto da como resultado una línea poética tan amplia que como
ha resuelto Francisco Martínez sería preferible usar otra denominación, para
marcar dicha peculiaridad. El nombre utilizado -según el citado crítico- es el
de bloque lírico o rítmico.
El final de cada bloque viene marcado por un espacio en blanco en la
tipografía que sirve para separar un bloque del siguiente. Ni el número de
bloques que configura un poema, ni tampoco su volumen, su longitud, son
sistemáticos. Se puede comprobar todo lo expuesto hasta ahora en el
siguiente ejemplo sacado de Descripción de la mentira:
[1] "Yo no tengo esperanza sino una pasión cuyo nombre
no va a tocar tus labios.
[2] He cruzado mi infancia y países de morfina y largos
bosques en los que descansé y grandes alas pasaron
sobre mis ojos.
[3] En los lugares a los que yo acudo al atardecer hay frutos
muy espesos de los que hago recolección y
mis dedos son abrasados por las luciérnagas pero
yo hago recolección y me demoro en acudir a
otros lugares, a las alcobas donde mi madre envejece
más allá de mi vejez."
Se han reproducido los denominados "bloques", tal cual aparecen en
la primera edición de Descripción de la mentira96, pero dando un número
entre corchetes a cada uno de los bloques. Como se puede apreciar, los dos
primeros podrían ser considerados simplemente como versículos mayores o
líneas poéticas, siguiendo con la terminología de Isabel Paraíso o la de
López Estrada que venimos utilizando. Se trata en ambos casos de una línea
poética que, al ser muy larga, precisa en la escritura de una o dos líneas
complementarias. Pero en el caso del tercer bloque, debido a su gran
extensión necesita nada menos que cinco líneas complementarias. Por ello,
F. Martínez prefiere utilizar la denominación específica de bloque rítmico,
para destacar esta peculiaridad poética.
Ahora bien, sí existen algunos antecedentes en la poesía española en
los que la línea poética precisa varias líneas complementarias, aunque en
96 ninguno de ellos el espacio en blanco entre líneas poéticas o versículos
mayores sea utilizado de forma sistemática como en Gamoneda. Hay
algunos ejemplos de lo anterior en Dámaso Alonso en Hijos de la ira
[1944]. Pero el caso más llamativo en cuanto a su extensión, nada menos
que cuatro líneas complementarias, aunque no utiliza los citados espacios en
blanco para marcar la separación entre las distintas líneas que conforman el
poema, se encuentra en La casa encendida [1949], de Luis Rosales.
Aunque, eso sí, se trata del único caso en toda su obra. Se reproduce según
la primera edición97:
sigue cayendo todo lo que era Europa, lo que era mío,
lo que me había logrado llegar a ser más importante
que la vida, lo que nació de todos,
y era igual que una grieta de luz entre mi
carne.
sigue cayendo
sigue cayendo todo lo que era propio, lo que ya estaba
liberado, lo que ya estaba desdolorido por
la vida,
El antecedente más claro a estos denominados "bloques rítmicos" de
Gamoneda, tanto por su semejanza en la disposición tipográfica, como por
su proximidad temporal, se encuentra en el poema La muerte en Beverly
Hills, (1967), de Pere Gimferrer. Donde en las partes II, III y IV del citado
poema sí se utiliza el espacio en blanco de manera sistemática para separar
los extensos versículos, dando lugar así a una peculiar disposición del
versículo que se acerca a la prosaEn la poesía de Gamoneda, a partir de Descripción de la mentira,
este uso del espacio en blanco será habitual.
También utilizaron este versículo mayor, según lo denomina Isabel
Paraíso, algunos otros autores como Luis Cernuda, Octavio Paz, o Jorge
Luis Borges.
Después de expuesto todo lo anterior, a nuestro juicio, no creemos
que la peculiaridad de los "bloques rítmicos" sea tan notable y posea unas
características suficientemente peculiares como para acuñar una nueva
denominación dentro de la Poesía que no pueda ser designada por la ya
consagrada de línea poética de López Estrada o la de versículo mayor de
Isabel Paraíso. Y mucho menos que esta citada forma poética rompa de
forma clara la frontera entre prosa y verso, puesto que no sólo la disposición
tipográfica es lo esencial que diferencia a un género y otro, sino que son
cuestiones mucho más profundas de ritmo, de intensidad y de intención las
que marcan esa división…”
"Para saber que sabemos lo que sabemos, y saber que no sabemos lo que no sabemos, hay que tener cierto conocimiento" (Nicolás Copérnico)
Ver es más que abrir los ojos y apuntar nuestras angustias. Es más que calibrar las agujas del pecho a la rutina.
( http://lascosasdelmonje.blogspot.com/ )
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Marius Gabureanu
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Mensaje sin leer por Marius Gabureanu »

Hola a todos, me han parecido muy interesantes todas las respuestas, que aportan mucho al tema. Aquí va la mía


Generalmente no me gusta escribir, prefiero las arterias que griten y fundan en la piel lo que siento.
Pienso que el lenguaje poético vale menos que las vértebras caudales de un perro; que, por si fuera uno, con solamente mover el rabo
hubieras entendido que te quiero, que el tan solo verte me hace feliz, sin necesidad de tantas palabras inútiles, como este poema que, tal vez, nunca vas a leer.
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Rafel Calle
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re: Debate sobre poesía

Mensaje sin leer por Rafel Calle »

Parece mentira que a día de hoy se continúe empleando la clasificación de géneros literarios que hizo Aristóteles, pero es así. Épico, lírico y dramático son los tres géneros aristotélicos. Bien, hasta que alguien los corrija, tendremos que darlos por válidos.

Actualmente, resulta que en los tres géneros hallamos obras tanto en verso como en prosa. Para escribir en cualquier género, las combinaciones posibles son tres: verso; prosa; verso y prosa.

Ahora bien, para que se puedan dar esas tres combinaciones, la premisa fundamental es que existan dos posibilidades. O sea, verso y prosa.

Veamos, la prosa siempre puede estar. Cualquier escrito puede convertirse en prosa, es decir, cualquier combinación de versos es convertible en prosa (aunque sean versos rimados). La prueba está en Descripción de la mentira, un poema que bien podría ser polimétrico y sin embargo es un poema en prosa.

A partir de ahí, que cada cual le dé la importancia que crea conveniente, al hecho de convertir el verso en una prosa, pero yo no le doy ninguna relevancia, puesto que es un hecho incuestionablemente facilón, por evidentemente realizable.

¿Y el verso? ¿Qué pasa con el verso? Quizá ha llegado la hora de preguntarnos si, en realidad, ¿queremos trabajar con versos y con prosa, o solo queremos trabajar con prosa?

La pregunta viene al caso, porque lo único que diferencia al verso de la prosa, son las 2 peculiaridades que presentan los versos: alteración del cómputo silábico y pausa versal. Sin esas dos peculiaridades, el verso se convierte en prosa, una forma de prosa versicular.

Descripción de la mentira. Una cumbre en la obra del estimado amigo y admirado maestro Antonio Gamoneda, con el que Ferreiro y un servidor nos reuniremos a primeros de mayo en su León. Precisamente, le entregaré un trabajo que le prometí sobre Descripción…, en el que sostengo que se trata de un poema en prosa y, por lo tanto, naturalmente encasillable en el género Poesía. Para mí, la prosa y la poesía van de la mano, no solo el verso es capaz de crear un poema, el versículo también está en su derecho. Por la sencilla razón de que tanto verso como prosa, emanan del mismo sitio, o sea, del lenguaje literario.

Gamoneda, como sus ilustres fuentes (Lorca, Juan Ramón, Vallejo, Bécquer, Miguel Hernández…), es un virtuoso del verso; como sus admirados predecesores, domina todos los resortes del verso. En Descripción…, el maestro Gamoneda quiere demostrar que las formas no son más que una excusa, una mera excusa para presentar o presentarse de una determinada manera. En realidad, la forma es una mentira, desde las formas sociales, económicas, políticas y religiosas, hasta la propia vida que Gamoneda llama ir de la inexistencia a la inexistencia (al nacer empezamos a morir). Se trata de envoltorios superficiales. Así, la forma no tiene relevancia en el contexto del pensamiento escrito. En todo caso, hay una forma primaria que se formará o deformará tal y como quiera el hacedor.

Lo siento por Jakobson y el formalismo ruso, pero debo decir que si Descripción de la mentira, está escrito en prosa, es porque le ha dado la gana al escritor. Que el libro conforme un solo poema, se debe a que así lo ha querido el escritor. Que el poema sea monoestrófico o no, es a causa de la voluntad del escritor. La forma se presenta de una de las maneras en las que puede presentarse sin alterar el discurso. Vale decir: la forma carece de relevancia, es un envoltorio, sin más.

Y propongo que está escrito en prosa, porque su base son versículos. Si son versículos, no son versos. Si son versos, no es prosa. Ese es el quid de la cuestión: el versículo es el renglón que se emplea en el poema en prosa. Por ello, Descripción…, es un poema en prosa, pero podría ser un poema en verso polimétrico y, también, podría ser un poema en verso multimétrico. A voluntad del autor.

Es obvio que, en este punto, me alejo de las opiniones de algunos expertos -incluido Gamoneda- que aparecen en la que en muchos pasajes me parece una brillante tesis doctoral de José Antonio Expósito Hernández, porque, para mí, Descripción de la mentira es un poema en verso polimétrico convertido en un poema en prosa.

Sencillamente, porque un poema largo escrito en prosa, no se puede convertir en un poema largo escrito en verso polimétrico. Pero, un poema largo en verso polimétrico, sí que se puede convertir en un poema largo escrito en prosa.

Y ¿por qué Descripción… es, en origen, un poema en verso polimétrico?
Porque el autor no puede escapar de sus raíces métricas, están y son previsibles puesto que, además, coinciden naturalmente con las peculiaridades fónicas de su idioma.

No digo que Gamoneda haya escrito conscientemente un poema en verso y después lo haya conformado como prosa, lo que quiero decir es que el poema, en origen, es un polimétrico; que se haya escrito conscientemente o no, tiene poco que ver con el resultado.

En fin, a menudo, cuando el poeta adquiere un nivel importante en lo que se refiere a fundamentos métricos y técnicos, entra en una fase de pérdida de conciencia, de aturdimiento creativo, de búsqueda de no se sabe qué. No puede escribir porque siente que sería repetirse. Después de esa fase, el poeta quiere romper esquemas. Le ocurrió a Juan Ramón. Le ha ocurrido a Gamoneda y a muchos otros. Suele ser un paso previo a escribir en prosa (novela, cuento, teatro...), ya que llega un momento en que el poema se queda corto de espacio; eso ocurre cuando el escritor ha crecido lo suficiente. Posteriormente, también ocurre que el escritor no se complica la vida, cuando quiere escribir prosa, escribe prosa; cuando quiere escribir verso, escribe verso. Sí, se percata de que en ningún ámbito está todo dicho ni muchísimo menos.

Bien, hablando del verso, se quiere romper los esquemas que se tenían, se pretende romperlos, pero solo se consigue enmascararlos, porque para romper se tiene que partir de algo concreto, es decir, ese algo concreto, en esencia, seguirá siendo del mismo material, aunque lo hayamos roto, fragmentado. Eso es lo que ocurre con la materia del poema. La pongas como la pongas seguirá siendo un poema.

En cuanto a los "bloques rítmicos" y a los "espacios en blanco", no representan ninguna sorpresa, puesto que, ambos dos, son inherentes al verso polimétrico. La polimetría los obtiene por defecto.
Como ejemplo, veamos unos fragmentos de Descripción de la mentira, en verso polimétrico:

El óxido se posó en mi lengua
como el sabor de una desaparición.

El olvido entró en mi lengua
y no tuve otra conducta que el olvido,
y no acepté otro valor que la imposibilidad.

Como un barco calcificado en un país
del que se ha retirado el mar,
escuché la huida de los insectos
y la retracción de la sombra
al ingresar en lo que queda de mí;
escuché hasta que la verdad
dejó de existir en el espacio y en mi espíritu,
y no pude resistir la perfección del silencio.

……………………………………………………..

La crueldad nos hizo semejantes
a los animales sagrados
y nos condujimos con majestad
y concertamos grandes sacrificios
y ceremonias dentro de nuestro espíritu.

Descubríamos líquidos cuya densidad
pesaba sobre nuestros deseos
y aquellos lienzos y las escamas
que coservábamos de las madres
se desprendieron de nosotros:
atravesábamos las creencias.

•••••••••••••••••••••••••••••••

Mi amistad está sobre ti
como una madre sobre su pequeño
que sueña con cuchillos.

No te pondré otra venda
que la que está roída alrededor de mi
cuerpo, no te pondré otro aceite
que el que descansa dentro de mis ojos.

Ciertamente es una historia horrible
el silencio, pero hay una salud
que sucede a la desesperación.

Acuérdate de la paz
en los comercios abandonados,
acuérdate de la dulzura
en las habitaciones donde se corrompía
el olvido. Nadie tenía razón
ni esperanza, ¿qué podíamos hacer?

Ahora pasan vencejos entre el nogal
y su sonido tiembla sobre mí.

Tú, lejos, debes dormir entre alaridos,
hijo mío, tú que acostumbrabas
a enloquecer a los maestros,
y a las mujeres que se deslizaban
debajo de tus dedos.

Puedes venir a repartir
los alimentos y las mentiras
delante de mi rostro.
¿Por qué quemas tu lengua en las bahías
excavadas en pómez,
por qué te abres a las semillas
que no perdonan, a las linazas adventicias?

Puedes cantar en mis manos
y te desdices encima de tu belleza.

Harías mucho mejor acercándote.

El incrédulo habita en un mundo de plegarias.
Hay resplandor delante de sus ojos,
los que estuvieron heridos
por la indignación.
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J. J. Martínez Ferreiro
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Mensaje sin leer por J. J. Martínez Ferreiro »

En la palabra poética no es la realidad lo que se muestra, sino la emoción que esa realidad provoca; y las emociones, la mayoría de las veces, no son planas ni simples, sino que son complejas y contradictorias; el poeta recurre a los símbolos para conectar directamente con ellas, distorsiona la evidencia para analizar todos sus perfiles, la exprime para extraer sus zumos.... y fundamentalmente busca la belleza, porque toda respuesta emocional sea diurna, placentera y positiva; o nocturna, dolorosa y negativa, nos lleva a la “belleza”.
"Yo es otro" (Arthur Rimbaud)
Juan Marcos
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Sustancia psíquica aprehendida en el instante del proceso subjetivo de la percepción, por el hecho mismo de verse obligada a la mediación de un sistema simbólico, ya sea éste musical, pictórico, literario, escultórico, arquitectónico, dancístico, teatral, cinematográfico, etc., para manifestar su existencia como fenómeno de la objetividad psíquica, la poesía es polisémica por definición. No existe, ni puede existir en sí, y menos para sí, por tanto, antes de la existencia de la subjetividad sensible y de la facultad de ésta para realizarse en tanto objetividad psíquica. Y es equívoca por necesidad, en la medida que describe un momento estático o, en el mejor de los casos, un conjunto de momentos estáticos, del proceso de la percepción de la subjetividad sensible, y nunca puede "traducirse" al sistema simbólico que le sirve de soporte objetivo la experiencia singular que se realiza en la subjetividad sensible del sujeto individual en que se despliega el instante fugaz de su existencia. Más epifanía que proceso de la vigilia atenta y perceptiva de la consciencia, es la esencia del instante de iluminación del cual queda tan sólo una impresión más o menos intensa que busca afanosamente en el conjunto de sistemas simbólicos de representación el modo de trascender y permanecer en la analogía del sistema simbólico que la cubre y la encubre.
E. R. Aristy
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VISIÓN POÉTICA

La Poesía es de todos y para todos, pero por un tiempo ha sido casi exclusivamente para los poetas. La poesía es musical, si, pero la música que lleva dentro quien la escribe es de una escala emocional, intelectual, espiritual. Esa música puede encontrarse en lo verdadero de las composiciones (sabemos, tristemente, que hay poesía fabricada). Creo que la poesía es de una facultad mayor, que tiene propiedades espirituales, y que es un arte purificador. Me parece que la Poesía es ciencia, noesis, y que la Ciencia no tiene más remedio que valerse de la poesía para describir las metafóricas visiones y revelaciones de la obra magistral que es el Universo Físico, lo sugerente que es de un Poder superior a todo. Por ende el lenguaje poético se abrirá a la semántica y léxico de todos los campos, simplemente porque hemos llegado a un conocimiento que transforma todas las percepciones, casi todas, porque a muchos les falta despertar a la realidad de su alma. A la divinidad que somos. No que seamos «dioses», pero eso es otro tema para quizá otra ocasión.

E.R.Aristy
Ruben Fernández
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Lo he vuelto a leer, es un excelente debate. Mis saludos.
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