SUPUESTO
Publicado: Lun, 25 Mar 2013 16:41
SUPUESTO
Imagínese que usted está de verdad desesperado,
pero de verdad desesperado y es poco lo que digo,
usted calcula trenes, precipicios, torres con azotea,
usted ha bajado los brazos y tiene ganas de dormir.
Imagínese que allá a los lejos usted de una mujer divisa
su silueta de junco indomeñable, su rostro transparente,
los pechos ya entregados a una causa muy justa,
y en el modo de caminar se le supone un valle.
Imagínese que en ese valle las ramas de los árboles
se escapan por la noche y llegan a donde esa mujer y usted
se despedazan a besos, a mordidas, a todo,
y los cubren como sólo saben cubrir las ramas.
Imagínese que ese valle da al mar por el oeste
y usted tiene ahora que calcular la distancia
que va desde la orilla hasta la desembocadura
de los cuerpos, y ya no puede pensar en otra cosa
que no sea preservar a ese amor de una imprevista crecida;
de modo que los trenes, los precipicios, las torres
ya no encuentran espacio, ni margen, ni sentido
porque ahora toda su preocupación está en la espuma.
Imagínese que usted está de verdad desesperado,
pero de verdad desesperado y es poco lo que digo,
usted calcula trenes, precipicios, torres con azotea,
usted ha bajado los brazos y tiene ganas de dormir.
Imagínese que allá a los lejos usted de una mujer divisa
su silueta de junco indomeñable, su rostro transparente,
los pechos ya entregados a una causa muy justa,
y en el modo de caminar se le supone un valle.
Imagínese que en ese valle las ramas de los árboles
se escapan por la noche y llegan a donde esa mujer y usted
se despedazan a besos, a mordidas, a todo,
y los cubren como sólo saben cubrir las ramas.
Imagínese que ese valle da al mar por el oeste
y usted tiene ahora que calcular la distancia
que va desde la orilla hasta la desembocadura
de los cuerpos, y ya no puede pensar en otra cosa
que no sea preservar a ese amor de una imprevista crecida;
de modo que los trenes, los precipicios, las torres
ya no encuentran espacio, ni margen, ni sentido
porque ahora toda su preocupación está en la espuma.