Editorial Alaire

Caminante de los días ingrávidos de la memoria
que recorres las palabras a golpes de sentimiento,
devuélveme el tiempo robado a la mirada
que apenas tengo nada que vivirle
y necesito sentirla en la distancia
aunque solo sea una vida.

Caminante de la herida inacabada,
de la morada vacía,
de la fría alcoba que ahoga
las voces que intentan hablarme
entre olvidados relojes
y tardes perdidas,
y heridas que nunca abandonan.
devuélveme risas y gemidos
y tactos de seda y rosa,
y tráemela en las cosas que me viven
cada hora que la vivo.

Caminante del destino que se agota,
que duerme y despierta
y cierra las puertas que matan sentidos,
que oculta miradas y anochece,
que mueve las dunas
del cuerpo de arena que apenas abrasa…
arranca estos ojos que el llanto atardece,
que nada es igual si llega el olvido,
que he querido gritar a las sombras
que tuve la boca en el cuerpo de agua
que nunca he tenido.

Caminante herido en la palabra infinita,
dueño de los miedos,
señor del alma sepultada
en las flores marchitas del verso viajero,
llévate las voces
al sendero del sueño compartido,
dile que la quiero,
por si vuelve, por si ama, por si vive…
por si es verdad que existimos.

a mí me encanta la forma en que escribís. muchas veces pienso que hay exceso, que desborda el corazón pero nadie lo hace tan bien. saludos

Otro poema lleno de emoción y entrega, Miguel.

Enhorabuena y aplausos.

Macedonio Tracel escribió:a mí me encanta la forma en que escribís. muchas veces pienso que hay exceso, que desborda el corazón pero nadie lo hace tan bien. saludos

Muchas gracias por detenerte en mis versos amigo. Un abrazo

Hallie Hernández Alfaro escribió:Otro poema lleno de emoción y entrega, Miguel.

Enhorabuena y aplausos.

Gracias amiga Hallie por dedicarme tu tiempo y tus palabras. Un abrazo