Redondillas: Quien muera Primero
Publicado: Lun, 31 Mar 2008 18:12
"QUIEN MUERA PRIMERO"
En mis ojos está apagada la calma
Ya mi mente no tiene más ilusión
Será acaso que olvidé la oración
Será acaso que llora mi alma.
El corazón no siente el dolor
Y los pies no marcan camino,
Será acaso por el consumo de vino,
Será acaso que lo duerme el licor.
Yo no creo en la mala suerte
Ni creo haber truncado el camino
Será acaso que lo cambié por vino
Será acaso que presiento la muerte.
No creo, dejar de ser caballero
No creo poder escribir un pareado
Pues estando en casa estoy lapidado
Solo por el hecho de no ganar dinero.
No creo en el desprecio ¡ni modo!
No creo que sea discreto el desdén,
Es triste verlo pero más que se lo den,
Pero me retiro, pues cuando amo lo doy todo.
Me da miedo dormir, pues te sueño
como te alejas de mí, que eres mi imposible,
como tu mirada fría es insensible
Y al despertar no sentirme tu dueño.
Por mis acciones yo soy prisionero,
Y tú me crees cruel y mezquino,
Eres mi amor, mi dolor, mi camino,
Pero al morir, quiero ser, yo el primero.
Si con el tiempo el amor fue enterrado
Y lo maté atizando tu amargura
Te doy mi vida, si eso algo cura
O un beso, si de ese fuego algo ha quedado.
Si crees que soy inepto y sin memoria,
Recuerda que fui rey antes que vasallo
Antes fui león –pero mejor me callo-
Pues hoy derrotado, vivo de mi victoria.
<lleg> caí desarmado
aprendí a no pelear, darte razón,
a formar toda esa historia, de corazón
y decirte en versos, lo que te he amado. Rafael Mérida Cruz-Lascano
En mis ojos está apagada la calma
Ya mi mente no tiene más ilusión
Será acaso que olvidé la oración
Será acaso que llora mi alma.
El corazón no siente el dolor
Y los pies no marcan camino,
Será acaso por el consumo de vino,
Será acaso que lo duerme el licor.
Yo no creo en la mala suerte
Ni creo haber truncado el camino
Será acaso que lo cambié por vino
Será acaso que presiento la muerte.
No creo, dejar de ser caballero
No creo poder escribir un pareado
Pues estando en casa estoy lapidado
Solo por el hecho de no ganar dinero.
No creo en el desprecio ¡ni modo!
No creo que sea discreto el desdén,
Es triste verlo pero más que se lo den,
Pero me retiro, pues cuando amo lo doy todo.
Me da miedo dormir, pues te sueño
como te alejas de mí, que eres mi imposible,
como tu mirada fría es insensible
Y al despertar no sentirme tu dueño.
Por mis acciones yo soy prisionero,
Y tú me crees cruel y mezquino,
Eres mi amor, mi dolor, mi camino,
Pero al morir, quiero ser, yo el primero.
Si con el tiempo el amor fue enterrado
Y lo maté atizando tu amargura
Te doy mi vida, si eso algo cura
O un beso, si de ese fuego algo ha quedado.
Si crees que soy inepto y sin memoria,
Recuerda que fui rey antes que vasallo
Antes fui león –pero mejor me callo-
Pues hoy derrotado, vivo de mi victoria.
<lleg> caí desarmado
aprendí a no pelear, darte razón,
a formar toda esa historia, de corazón
y decirte en versos, lo que te he amado. Rafael Mérida Cruz-Lascano