AZUL
Publicado: Mié, 20 Mar 2013 9:52
Azul en el refugio de las cosas
descansan los ojos que no fueron,
la inmensidad del cuerpo que te tuvo
algún que otro domingo de palabras,
aquel que hicimos
para llenar de pensamientos los huecos
inútiles del sentimiento a la deriva,
la fiebre imaginada,
y el tiempo.
Azul como el agua que pregunta
por donde sale el sol a recogernos
heridos por la noche destrozada,
hundidos en los lodos del milagro
que nunca nos requiere,
perdidos por los brazos de los sueños
que anuncian los caminos
que olvidan los encuentros.
Indeterminado
se ha levantado el día de los odios
y me obliga a las palabras,
a sentirte escrita en los perdones
y ahogar las ilusiones si las tuve,
a poner en mis manos
los pecados mortales de tu ausencia
y redimirme en el llanto
que ha anegado los campos del olvido.
Aún no sé si hablo de ti,
ni si he llegado a pensarte algún minuto
en los siglos de mi pena,
ni siquiera si quiero recordarte
o perderme entre los yermos caminos
de tus hirientes silencios diferentes.
Azul como el cabello de la noche
que aún intenta el llanto en el rocío,
como si todavía fuera mío el sentido de olvidarte
sentada en el andén de los trenes detenidos.
descansan los ojos que no fueron,
la inmensidad del cuerpo que te tuvo
algún que otro domingo de palabras,
aquel que hicimos
para llenar de pensamientos los huecos
inútiles del sentimiento a la deriva,
la fiebre imaginada,
y el tiempo.
Azul como el agua que pregunta
por donde sale el sol a recogernos
heridos por la noche destrozada,
hundidos en los lodos del milagro
que nunca nos requiere,
perdidos por los brazos de los sueños
que anuncian los caminos
que olvidan los encuentros.
Indeterminado
se ha levantado el día de los odios
y me obliga a las palabras,
a sentirte escrita en los perdones
y ahogar las ilusiones si las tuve,
a poner en mis manos
los pecados mortales de tu ausencia
y redimirme en el llanto
que ha anegado los campos del olvido.
Aún no sé si hablo de ti,
ni si he llegado a pensarte algún minuto
en los siglos de mi pena,
ni siquiera si quiero recordarte
o perderme entre los yermos caminos
de tus hirientes silencios diferentes.
Azul como el cabello de la noche
que aún intenta el llanto en el rocío,
como si todavía fuera mío el sentido de olvidarte
sentada en el andén de los trenes detenidos.