Editorial Alaire

Su camisa dibuja un sol de bienvenida.

Sus jeans huelen a viento, a ola blanca.

No conocí la risa táctil de su noche,
tampoco el espíritu de su rubor.

Magia en la red de los dedos largos,
iris insondable o círculo herido.

Me gustan sus piernas de armonía,
el cuerpo sin nombre de la espera.

El tránsito de un reloj invisible
entre su luz y la nada.

Ramón Carballal escribió:Su camisa dibuja un sol de bienvenida.

Sus jeans huelen a viento, a ola blanca.

No conocí la risa táctil de su noche,
tampoco el espíritu de su rubor.

Magia en la red de los dedos largos,
iris insondable o círculo herido.

Me gustan sus piernas de armonía,
el cuerpo sin nombre de la espera.

El tránsito de un reloj invisible
entre su luz y la nada.

Uff, qué preciosidad de poema. Emocionada te dedico -bravos- y aplausos de pie.
Un beso, poeta

Su camisa dibuja un sol de bienvenida.

Sus jeans huelen a viento, a ola blanca.

No conocí la risa táctil de su noche,
tampoco el espíritu de su rubor.

Magia en la red de los dedos largos,
iris insondable o círculo herido.

Me gustan sus piernas de armonía,
el cuerpo sin nombre de la espera.

El tránsito de un reloj invisible
entre su luz y la nada.



Sublime, mil veces sublime, Ramón.

De pie, al lado de nuestra querida Liz, aplaudo con sincera admiración.

Un abrazo.

Elizabeth Barrio Paredes escribió:

Ramón Carballal escribió:Su camisa dibuja un sol de bienvenida.

Sus jeans huelen a viento, a ola blanca.

No conocí la risa táctil de su noche,
tampoco el espíritu de su rubor.

Magia en la red de los dedos largos,
iris insondable o círculo herido.

Me gustan sus piernas de armonía,
el cuerpo sin nombre de la espera.

El tránsito de un reloj invisible
entre su luz y la nada.

Uff, qué preciosidad de poema. Emocionada te dedico -bravos- y aplausos de pie.
Un beso, poeta

Gracias por tu generosidad, Liz. Un beso.

Ramón Carballal escribió:Su camisa dibuja un sol de bienvenida.

Sus jeans huelen a viento, a ola blanca.

No conocí la risa táctil de su noche,
tampoco el espíritu de su rubor.

Magia en la red de los dedos largos,
iris insondable o círculo herido.

Me gustan sus piernas de armonía,
el cuerpo sin nombre de la espera.

El tránsito de un reloj invisible
entre su luz y la nada.

Preciosísimooooooooooooooooooooooooooooooo... Poema acabo de leer.Mi felicitación sincera.
Un abrazo.
BEGOÑA.

Un poema muy bello, Ramón, con un excelente cierre. Mis felicitaciones, amigo. Un abrazo.

Preciosos versos Ramón,
es un gusto enorme leerlos.

Lo que describes es muy bello y te deja
la mirada satisfecha y muy dispuesta.

un abrazo

Hermoso poema Ramón que da paso a la imaginación. Un abrazo. Carmina.

Evidentemente son bellos y sugerenets tusversos Ramón. Un placer como siempre pasarme por tus versos

saludos

rafael

Sugieres con belleza y uno imagina...
Aplausos
Abrazos
Pilar

Hallie Hernández Alfaro escribió:Su camisa dibuja un sol de bienvenida.

Sus jeans huelen a viento, a ola blanca.

No conocí la risa táctil de su noche,
tampoco el espíritu de su rubor.

Magia en la red de los dedos largos,
iris insondable o círculo herido.

Me gustan sus piernas de armonía,
el cuerpo sin nombre de la espera.

El tránsito de un reloj invisible
entre su luz y la nada.



Sublime, mil veces sublime, Ramón.

De pie, al lado de nuestra querida Liz, aplaudo con sincera admiración.

Un abrazo.

Gracias por tu enorme generosidad. Un abrazo, Hallie.

Begoña Egüen escribió:

Ramón Carballal escribió:Su camisa dibuja un sol de bienvenida.

Sus jeans huelen a viento, a ola blanca.

No conocí la risa táctil de su noche,
tampoco el espíritu de su rubor.

Magia en la red de los dedos largos,
iris insondable o círculo herido.

Me gustan sus piernas de armonía,
el cuerpo sin nombre de la espera.

El tránsito de un reloj invisible
entre su luz y la nada.

Preciosísimooooooooooooooooooooooooooooooo... Poema acabo de leer.Mi felicitación sincera.
Un abrazo.
BEGOÑA.

Gracias, Begoña. Me alegra que te haya gustado el poema. Un abrazo.

[quote="Ramón Carballal"]

Has descrito con lirismo y visión contemporánea esos encuentros casuales, efímeros, que parecen cargados de magia e intensidad. Me ha gustado mucho. Saludos.

Tu poema, estimado, me trajo a la mente un poema que trata sobre esa admiración dolorosa a una mujer anónima que, se sabe, se perderá para siempre en el caos de la multitud. Me refiero al poema "A una transeúnte" de Charles Baudelaire, donde se describe este sentimiento. Discúlpame la odiosa comparación, pero quería decirte que tu poema es absolutamente original en su visión y en su planteo, con respecto del otro; el tuyo es fresco y moderno en su concepción, claro en su belleza emocional, diferente en su cadencia, y con un final tan sobrecogedor (por la profundidad genial de la metáfora) que no he leído en aquel poema referido. Además, es más sincero, ya que el poema de Baudelaire tiene ese aire romántico donde el sentimiento se encuentra un tanto exagerado.

En cuanto al ritmo, no hay dudas de que se sostiene por encadenamientos de imágenes de estructuras gramaticales paralelas, por emparejamientos tales como:

Su camisa dibuja un sol de bienvenida.
Sus jeans huelen a viento, a ola blanca.

No conocí la risa táctil de su noche,
tampoco el espíritu de su rubor.

Magia en la red de los dedos largos,
iris insondable o círculo herido.

Me gustan sus piernas de armonía,
el cuerpo sin nombre de la espera.

El tránsito de un reloj invisible
entre su luz y la nada.


Es el ritmo de pensamiento, que nada tiene que ver con el ritmo acentual, y que se logra a través de mucha práctica y perseverancia, ya que sus postulados son más intuitivos que racionales, a diferencia del acentual que se aprende memorizando sus rígidas reglas.
Este es un enorme poema que me hubiera gustado haberlo creado yo.

Un saludo fraterno.
Óscar