Editorial Alaire

¡Quedan tantas cosas por hacer que uno no sabe...!

Y se recuesta en un recodo
desde donde ve pasado: todo el pasado con sus misterios
y desventuras,
desiderata de quimeras y sueños
en cunetas desvencijados...

Y suspira. Creencia que adolece
de la fe precisa: sólo llanto hubo
sobre las espaldas que hicieron el camino
sin encontrar la sombra concreta
de la risa: el olmo del poeta;
la savia de otra vida; la raíz del río;
la fuente de la tierra que espera
más esperanza y menos castigo.

Yo no creo Franscisco,
yo no creo... Pero ando todavía y sueño
con la mañana en que desaparezcan
los pesados crucifijos de oro...

Sí, hermano, el amanecer aquel en que los llantos sean
heridas
y cruces de madera.

14/03/13 Derechos reservados

Pascual López Sánchez escribió:¡Quedan tantas cosas por hacer que uno no sabe...!

Y se recuesta en un recodo
desde donde ve pasado: todo el pasado con sus misterios
y desventuras,
desiderata de quimeras y sueños
en cunetas desvencijados...

Y suspira. Creencia que adolece
de la fe precisa: sólo llanto hubo
sobre las espaldas que hicieron el camino
sin encontrar la sombra concreta
de la risa: el olmo del poeta;
la savia de otra vida; la raíz del río;
la fuente de la tierra que espera
más esperanza y menos castigo.

Yo no creo Franscisco,
yo no creo... Pero ando todavía y sueño
con la mañana en que desaparezcan
los pesados crucifijos de oro...

Sí, hermano, el amanecer aquel en que los llantos sean
heridas
y cruces de madera.

14/03/13 Derechos reservados

Uff, espléndidos versos. Estoy totalmente de acuerdo contigo, poeta.
Un abrazo grande

Hay verdad en tus versos y cierto que queda mucho por cambiar y por hacer.
Abrazos
Pilar

Bellos estos deseos y bien escritos. Un placer.
Un abrazo.
Pepa

Elizabet, Pilar y Josefa... siento no haberos contestado antes. Inmerso, sin embargo, como estoy en mi propio trabajo y en la elaboración del Prólogo al libro de un amigo no me queda mucho tiempo. Os agradezco sinceramente vuestras palabras. Cordiales saludos.

Muy bueno el poema. Pascual, con unos puntos suspensivos que dicen más que las palabras...
Un placer pasar por aquí.
Un abrazo.

Yo no creo Franscisco,
yo no creo... Pero ando todavía y sueño
con la mañana en que desaparezcan
los pesados crucifijos de oro...

Sí, hermano, el amanecer aquel en que los llantos sean
heridas
y cruces de madera.

Pascual, estimado poeta, es una obra muy bonita, y necesaria, una mirada hacia la fe profunda despojada de intereses para finalmente encontrar la humanidad. Saluditos amigo.

Yo no creo Franscisco,
yo no creo... Pero ando todavía y sueño
con la mañana en que desaparezcan
los pesados crucifijos de oro...

Sí, hermano, el amanecer aquel en que los llantos sean
heridas
y cruces de madera.






Pascual, me ha gustado mucho el tono, la sensibilidad y la cadencia de estos versos.


Hermoso poema que merece mil aplausos.

de tantas veces de salir mal, algo hubo en esto que aunque no creamos nos alivia. es lindo el poema.

Bueno, gracias a todos. obligaciones explicada en otro lugar me han mantenido un tanto alejado. Espero solucionar pronto el tema. Insisto, gracias