Difícil, como un día cualquiera.
Publicado: Lun, 11 Mar 2013 18:04
Desde mi habitación avejentada
se ven llegar los barcos,
tus palabras,
los besos que dejamos sobre la brisa inserta.
Para quedarme a solas
entre mis cuatro puntos cardinales,
para vivir por dentro,
acompaño mi noche
con aquellos paisajes de playas con palmeras,
de hogueras en la arena,
de latidos que recorren la orilla de las olas.
Y es que, entre el bien y el mal
prefiero no elegir
por miedo a equivocarme.
Los duelos de la boca
son silencios de orgullo amoratado
por el hielo rebelde de la pérdida.
Pero más fuerte que una cifra infinita de distancia
será la nitidez de los encuentros
que llegarán puntuales como fechas
para cerrar mis ojos.
Ya despunta la oscuridad del día,
la rosa necesita de mendigos.
Encima de la cama no estoy solo.
se ven llegar los barcos,
tus palabras,
los besos que dejamos sobre la brisa inserta.
Para quedarme a solas
entre mis cuatro puntos cardinales,
para vivir por dentro,
acompaño mi noche
con aquellos paisajes de playas con palmeras,
de hogueras en la arena,
de latidos que recorren la orilla de las olas.
Y es que, entre el bien y el mal
prefiero no elegir
por miedo a equivocarme.
Los duelos de la boca
son silencios de orgullo amoratado
por el hielo rebelde de la pérdida.
Pero más fuerte que una cifra infinita de distancia
será la nitidez de los encuentros
que llegarán puntuales como fechas
para cerrar mis ojos.
Ya despunta la oscuridad del día,
la rosa necesita de mendigos.
Encima de la cama no estoy solo.