Editorial Alaire

El retorno de un vampiro


A San Pedro ciudad que desprecia a los poetas


Tú, ser inmortal, que se retuerce entre las flores rojas,
¿ Donde dejaste una balada enamorada frente al horizonte?
Si la pasión es eterna
si todo es una lágrima herida
tú que no morirás y pides sangre
amilana mi pena de suicida.
Hoy mas que nunca he de padecer el amor,
la falta de fé en mi sexo desguarecido.
Mi semen tiene sed de amor puro
animal de las oscuridades ven a mi,
te pido una lágrima de cristal.
Tú, ser inmortal, que se retuerce entre el olvido.
Acaricia
Acaricia
la pasión suicida
en esta ciudad
ven a mis sueños y posee mi alma.
Toma todos mis universos
toca la lira para elevar el espíritu hasta la madrugada.
Sé
sé lo que en mi ser absuelve la madrugada,
en esta noche ven a mi lecho,
te esperaré
con un amor infinito mas allá de este universo,
en otro sitio santo
santo como un puñal hiriendo un lucero.
Sé
sé que volverás a mi
cuando la noche atrape el infinito retorno a tu cruz.


JAVIER DICENZO

A medida que el dolor y el desprecio de gente de mi ciudad me siga golpeando voy a elevar mi obra mas y mas y mas

[quote="javierdicenzo80"]

Me gusta esta invocación a lo oscuro, a lo impenetrable, a lo prohibido. Me ha hecho recordar a los poemas pasionales, temerarios, oscuros, de Leopoldo María Panero, poeta español, para mí muy lúcido y valiente, a pesar de que reside en un manicomio. Saludos, Javier.

Roberto es que verdaderamente creo que tengo algo de locura es inexplicable y además que te puedo decir, es locura estoy medio tocado, pero el tema pasa por la conexión con el mas allá, supongo que algunos seres están dominando mi obra para sus propósitos y creo que esto va en incremento de hecho me considero un escritor como si fuera una mezcla extraña entre un gato y un perro
javier

Bueno, Javier, tienes que sentirte mal realmente para decir lo que dices y ante tu sinceridad solo podemos apoyarte, tengas o no tengas razón. Yo cometí el error de convertir la poesía en una práctica ocasional a partir de los 24 o 25 años por un desasosiego parecido y no regresé a ella de una forma constante hasta hace dos años y medio, ahora tengo 53, y experimenté hacia mi ciudad un sentimiento parecido, me parecía imposible que hubiese ciudad más prosaica. Me he dado cuenta de que, como me dijo nuestro entrañable compañero, Julio González Alonso, debemos buscar lo nuestro, que está, que existe, y vivirlo con fe y con buenos sentimientos, quizás sea la mayoría, toda ese gente que cree saber adonde va pero nunca lo demuestra, la que tiene la mala suerte de no saber disfrutar la excelencia de la poesía. Interesante reflexión en la que puedes seguir ahondando y ofrecernos ejemplos que hayas visto en tu ciudad y que te han llevado a esta triste conclusión; muy bueno el final.

Un abrazo.

Debemos ser nosotros mismos, sin dejarnos influir ni manipular por las opiniones, a menudo interesadas, de los demás.
Un abrazo.
Pepa

Enrique por algo será que surgió este poema y su inspiración

El poema es bueno. Los sentimientos de que la ciudad no te comprende pueden estar, sí...pero no dejes que dominen tu sentir.

Las ciudades suelen ser lugares, sin más. Es difícil que sean hogares que nos acojan. Lo importante es tu relación con la poesía, no lo que digan los demás.

Abrazos
Felicitaciones porque el poema está muy bien
Ana

Ana todo es consecuencia de mis vivencias

javierdicenzo80, Duro decir en letras bien escritas. Mi enhorabuena, Javier.

hola

Intenso e interesante el mensaje que me llega de tus versos Javier. Los disfruté leyendo

saludos

rafael

Amigos pido disculpas a la vida ya que tal vez no tenga que reaccionar así, lamentablemente es dificil convivir en estas sociedades.
javier

Coincido con Roberto, los versos me recordaron a Panero y en concreto me ha hecho pensar en El lamento del vampiro.


Vosotros, todos vosotros, toda
esa carne que en la calle
se apila, sois
para mí alimento,
todos esos ojos
cubiertos de legañas, como de quien no acaba
jamás de despertar, como
mirando sin ver o bien sólo por sed
de la absurda sanción de otra mirada,
todos vosotros
sois para mí alimento, y el espanto
profundo de tener como espejo
único esos ojos de vidrio, esa niebla
en que se cruzan los muertos, ese
es el precio que pago por mis alimentos.


Javier siento que pases malos momentos.Me ha gustado mucho tu poema y el final especialmente, así que muchos ánimos y sigue con tu poesía.
Abrazos

Carmen

Carmen me acaban de publicar en Australia y se han quejado mis editores en Australia de como se trata a los escritores Argentinos que están publicando afuera esa es la realidad, ni las mujeres ni en general voy a estar bien es como una especie de pesadilla que nunca termina pero en fin sigo acá vivo y con ganas de escribir.
javier