UNA MAÑANA QUE LEVANTA EL VUELO
Publicado: Dom, 03 Mar 2013 7:57
Los cantos placenteros de la noche
me recuerdan las metáforas
mezcladas en tus pulsos,
tus anhelos,
aquellos vientos
donde nacen de la aurora sus albores.
Y el agua de la luna
te la bebes sin sospecha
y el aliento de tu mano
duerme plácido, cálido
cuando la belleza se transforma
en una mañana que levanta el vuelo.
Es el manantial cuyas imágenes
se retuercen adoloridas a fuerza de
indecisiones.
Es la distancia enmarañada
que se ensancha entre delirios encantados
y el alarido contradice
al grito de tu pecho
que aparenta vivir en la ironía de un enigma.
Pienso en todo esto
porque hoy derramo ante mis ojos
una cascada vagabunda,
deseo hechizado que resguarda
al verso transparente
de una voz lejana, aparente
y en total negrura.
En la incertidumbre del espacio intrigante
rondas tú encendiendo al celeste
con tu gotear esencial,
tu musitar especial,
tu cántaro anclado y torrencial.
La elocuencia, cabellera
grácil del arco iris,
se atraganta cuando
habla de estas cosas
y el dibujo arrasado
del mar en la arena perezosa,
te inspiró las mil tonalidades
de un poema intranquilo.
Vuela pues bajo la melancolía juguetona
y entre bramidos turbulentos,
cuenta los sabores del silencio
y miénteme un cuento
armado de horizontes viejos,
secretos encogidos, encuentros de lejos
y huracanes por siempre
desconocidos.
me recuerdan las metáforas
mezcladas en tus pulsos,
tus anhelos,
aquellos vientos
donde nacen de la aurora sus albores.
Y el agua de la luna
te la bebes sin sospecha
y el aliento de tu mano
duerme plácido, cálido
cuando la belleza se transforma
en una mañana que levanta el vuelo.
Es el manantial cuyas imágenes
se retuercen adoloridas a fuerza de
indecisiones.
Es la distancia enmarañada
que se ensancha entre delirios encantados
y el alarido contradice
al grito de tu pecho
que aparenta vivir en la ironía de un enigma.
Pienso en todo esto
porque hoy derramo ante mis ojos
una cascada vagabunda,
deseo hechizado que resguarda
al verso transparente
de una voz lejana, aparente
y en total negrura.
En la incertidumbre del espacio intrigante
rondas tú encendiendo al celeste
con tu gotear esencial,
tu musitar especial,
tu cántaro anclado y torrencial.
La elocuencia, cabellera
grácil del arco iris,
se atraganta cuando
habla de estas cosas
y el dibujo arrasado
del mar en la arena perezosa,
te inspiró las mil tonalidades
de un poema intranquilo.
Vuela pues bajo la melancolía juguetona
y entre bramidos turbulentos,
cuenta los sabores del silencio
y miénteme un cuento
armado de horizontes viejos,
secretos encogidos, encuentros de lejos
y huracanes por siempre
desconocidos.