Editorial Alaire

El cielo rojodespunta por las montañas lejanas,el equívoco brillo de la nadase acerca,se acopla en perfecta sincroníacon la rotación anómala de la Tierra,sumerge los barrios, los edificios,en un mundo distinto.
Cierro los ojos,del músculo ciliar irritadobrotan lágrimas negras,como sangre ponzoñosa.Humores que rezuman por los espejos,que brotan, en picos bajos,de los pozos encubiertosdel alma.
El cuerpo doloridono me pertenece,lo habito,eso es todo.
Y resisto la tentación del camino fácil,lucho contra la vida misma,que me somete, me empuja,me domina en su anodino vagarpor un purgatorio de manos llenasy voces vacías,de camas de hielo,de cuerpos de escarcha,de pesares y ficciones.
Observo el atardecerdesde la burbuja de monóxido,me deleito con los colores,reconozco mi estado perenne ymuerden mis entrañaspropósitos pasajeros de evasión.
Falacias, palabras sin destino en este día sin fin, siniestras notas de un vinilo que se repite, horadando el gastado surco hasta sangrar los ojos, hasta sentir el cuerpo, hasta encontrar una salida, un contacto, una vida.

Israel, me ha encantado este cielo rojo. Tiene algo de extraplanetario, de insobornablemente humano, de vacíos y añoranza.

Mientras leía, recordé el personaje de un cuento infantil llamado Pluma roja; el texto relataba las andanzas de indios valerosos y cantos a la lluvia. El cielo era rojo escarlata y se avisaba una tormenta de guijarros encendidos que cambiaría para siempre la faz de la tierra.
Tu poema es una manojo de imágenes brillantes y de intimismo. El mundo y sus consecuencias. El poeta colorea y aviva las llamas del buen existir (aunque duela)

Felicitaciones y que no falten aplausos!

Abrazos.


Hallie

Israel Liñán escribió: El cielo rojodespunta por las montañas lejanas,el equívoco brillo de la nadase acerca,se acopla en perfecta sincroníacon la rotación anómala de la Tierra,sumerge los barrios, los edificios,en un mundo distinto.
Cierro los ojos,del músculo ciliar irritadobrotan lágrimas negras,como sangre ponzoñosa.Humores que rezuman por los espejos,que brotan, en picos bajos,de los pozos encubiertosdel alma.
El cuerpo doloridono me pertenece,lo habito,eso es todo.
Y resisto la tentación del camino fácil,lucho contra la vida misma,que me somete, me empuja,me domina en su anodino vagarpor un purgatorio de manos llenasy voces vacías,de camas de hielo,de cuerpos de escarcha,de pesares y ficciones.
Observo el atardecerdesde la burbuja de monóxido,me deleito con los colores,reconozco mi estado perenne ymuerden mis entrañaspropósitos pasajeros de evasión.
Falacias, palabras sin destino en este día sin fin, siniestras notas de un vinilo que se repite, horadando el gastado surco hasta sangrar los ojos, hasta sentir el cuerpo, hasta encontrar una salida, un contacto, una vida.

Es impresionante este poema. Tiene profundos significados, es agudo, exacto y puntual en elocuencia y sustancia. Permíteme aplaudirte de pie, poeta.
Un gran abrazo también

La lucha lírica de tus versos adereza este poema
y te defiendes con ánimo y metáfora magníficamente.

Un abrazo

Guillermo

Israel Liñán escribió: El cuerpo doloridono me pertenece,lo habito,eso es todo.
Y resisto la tentación del camino fácil,lucho contra la vida misma,que me somete, me empuja,me domina en su anodino vagarpor un purgatorio de manos llenasy voces vacías,de camas de hielo,de cuerpos de escarcha,de pesares y ficciones.
Falacias, palabras sin destino en este día sin fin, siniestras notas de un vinilo que se repite, horadando el gastado surco hasta sangrar los ojos, hasta sentir el cuerpo, hasta encontrar una salida, un contacto, una vida.

Un mágnifico cielo rojo, Israel, del que destaco estas estrofas.
Tus poemas son inconfundibles, compañero, tienen acuñado tu nombre en letras de oro.
Un placer y un abrazo.

[quote="Israel Liñán"]
Siento tus poemas como inevitablemente urbanos, como irresistiblemente humanos, como decididamente rayanos en la angustia del existir. Me gustan. Un abrazo.

Hay cierta ansiedad en este magnífico cielo rojo que lo hace hermoso. Un placer poder visitarte
Abrazos
Pilar

Unos versos existenciales que calan en el lector. Me gustó el poema. Un abrazo.

El cuerpo dolorido
no me pertenece,
lo habito,
eso es todo.

Gráfico, melódico, el final apretado me encantó, te deja sin aire de leerlo al tirón.

Una marca, Isra.

Felicitaciones!

Hallie Hernández Alfaro escribió:Israel, me ha encantado este cielo rojo. Tiene algo de extraplanetario, de insobornablemente humano, de vacíos y añoranza.

Mientras leía, recordé el personaje de un cuento infantil llamado Pluma roja; el texto relataba las andanzas de indios valerosos y cantos a la lluvia. El cielo era rojo escarlata y se avisaba una tormenta de guijarros encendidos que cambiaría para siempre la faz de la tierra.
Tu poema es una manojo de imágenes brillantes y de intimismo. El mundo y sus consecuencias. El poeta colorea y aviva las llamas del buen existir (aunque duela)

Felicitaciones y que no falten aplausos!

Abrazos.


Hallie

Gracias por el comentario Jallie. No conozco el cuento de Pluma roja pero voy a buscarlo, me entró curiosidad...

Un abrazo.

Elizabeth Barrio Paredes escribió:

Israel Liñán escribió: El cielo rojodespunta por las montañas lejanas,el equívoco brillo de la nadase acerca,se acopla en perfecta sincroníacon la rotación anómala de la Tierra,sumerge los barrios, los edificios,en un mundo distinto.
Cierro los ojos,del músculo ciliar irritadobrotan lágrimas negras,como sangre ponzoñosa.Humores que rezuman por los espejos,que brotan, en picos bajos,de los pozos encubiertosdel alma.
El cuerpo doloridono me pertenece,lo habito,eso es todo.
Y resisto la tentación del camino fácil,lucho contra la vida misma,que me somete, me empuja,me domina en su anodino vagarpor un purgatorio de manos llenasy voces vacías,de camas de hielo,de cuerpos de escarcha,de pesares y ficciones.
Observo el atardecerdesde la burbuja de monóxido,me deleito con los colores,reconozco mi estado perenne ymuerden mis entrañaspropósitos pasajeros de evasión.
Falacias, palabras sin destino en este día sin fin, siniestras notas de un vinilo que se repite, horadando el gastado surco hasta sangrar los ojos, hasta sentir el cuerpo, hasta encontrar una salida, un contacto, una vida.

Es impresionante este poema. Tiene profundos significados, es agudo, exacto y puntual en elocuencia y sustancia. Permíteme aplaudirte de pie, poeta.
Un gran abrazo también

Gracias por tu visita, siempre tan bienvenida, Liz.

Un abrazo.

Guillermo Cuesta escribió:La lucha lírica de tus versos adereza este poema
y te defiendes con ánimo y metáfora magníficamente.

Un abrazo

Guillermo

Muchas gracias Guillermo,

Un abrazo.

Marisa Peral escribió:

Israel Liñán escribió: El cuerpo doloridono me pertenece,lo habito,eso es todo.
Y resisto la tentación del camino fácil,lucho contra la vida misma,que me somete, me empuja,me domina en su anodino vagarpor un purgatorio de manos llenasy voces vacías,de camas de hielo,de cuerpos de escarcha,de pesares y ficciones.
Falacias, palabras sin destino en este día sin fin, siniestras notas de un vinilo que se repite, horadando el gastado surco hasta sangrar los ojos, hasta sentir el cuerpo, hasta encontrar una salida, un contacto, una vida.

Un mágnifico cielo rojo, Israel, del que destaco estas estrofas.
Tus poemas son inconfundibles, compañero, tienen acuñado tu nombre en letras de oro.
Un placer y un abrazo.

Gracias por tus palabras Marisa, el placer es mío por recibirlas.

Un abrazo.

ROBERTO LÓPEZ escribió:

Israel Liñán escribió:
Siento tus poemas como inevitablemente urbanos, como irresistiblemente humanos, como decididamente rayanos en la angustia del existir. Me gustan. Un abrazo.

Me alegra que te gusten Roberto, podemos decir que es mutuo.

Un abrazo.

Israel, me ha gustado mucho su poema existencial, a veces desgarrador e impactante. Mis abrazos y felicitaciones sinceras.


Cierro los ojos,
del músculo ciliar irritado
brotan lágrimas negras,
como sangre ponzoñosa.
Humores que rezuman por los espejos,
que brotan, en picos bajos,
de los pozos encubiertos
del alma.