Editorial Alaire

¿Qué hacer si es que se diera el dado caso,
en que quedara el corazón sin pena?
¿Cuál viga, cuál pilar o cuál cadena,
sostendrían su vagabundo paso?

Porque volar sin plumas, con escaso
aplomo en cristal de la verbena,
que añora más la luz que se octogena,
en su fugaz ensoñación sin vaso.

Y no lo quiero, no. De mis raíces,
contemplo ya los musgos clarecidos,
en una inundación desesperada,

más por sagrar de blanco que en matices,
más por la fiebre loca en los sentidos
y más por la siniestra dentellada.

Alberto Madariaga
(2013)

Mejor que el dolor no se sostenga sino que se diluya aunque sea en versos. Un poema hermoso
Abrazos
Pilar

El soneto me gusta, así como su contenido, y sobre todo el primer cuarteto, pero hay algo que me suena raro, y es el orden en que has puesto dado caso en el primer verso.
Pero como siempre digo, el soneto lo has escrito tú, y tú mejor que nadie sabrás...
Un abrazo.

La pena y el dolor vista en el verso
duele menos. Se diluye entre metáforas
apropiadas y estupendas como las tuyas
Buen soneto, amigo

Un abrazo