Editorial Alaire

¿A cuál de tus amos,
a cuál de tus discípulos
podrá servir la risa en que te abres
cuando las piernas te inciten a correr
y no te muevas?

Pondrán tus dientes árticos,
tu chaqueta colonial,
las guedejas que se arriman
y se asoman a tu frente
-despeñadero abrupto,
tajo a través del cual fluyen las calles-
sobre el jergón que, presumimos, resguarde
tu víspera continua.

Imaginamos (tú y yo)
la humedad un ámbito callado;
las paredes un sector de palimpsestos
sobre capas de miseria;
suponemos un terrario
sobre el suelo perezoso.

Meterás la bondad en tus bolsillos
pues las manos
se alzarán, anchas, extremas,
pretendiendo detener
la rabia azul -la rabia verde-
uniforme, enmascarada.

Sus ojos
están en algún lado;
te miran los fusiles
como si fueras el último elefante.

El aire en tus pulmones se transforma por sí solo en palabras
impropias de los siervos;
tus labios aprendieron a negar, todos tus músculos
desearon recibir tus instrucciones.

Pero incapaz de disentir
ahora te sientas.

Sin nadie que te obligue a estar de pie,
no eres más que un monasterio abandonado
al que piedras desprendidas
comienzan a dejar
lleno de huecos.

Latir, latir,

latir. Latir
es lo que espera a los que viven idénticos
los días que les quedan.

A veces la conformidad mata, y no solo a veces,
es siempre. Profundos me parecen tus versos,
con un mensaje real.
Abrazos querido poeta.

Lila Manrique escribió:A veces la conformidad mata, y no solo a veces,
es siempre. Profundos me parecen tus versos,
con un mensaje real.
Abrazos querido poeta.

Te agradezco la visita y tu generoso comentario, amiga Lila.

Un abrazo.

[quote="Ramón Ataz"]
La pasividad nos convierte en Esticos que bailan al son que marcan los amos, como en la obra de Plauto. Poema inteligente, revulsivo. Un abrazo.

Pero qué bien escribes, Ramón, cada verso es un triunfo. Eres imprescindible en este foro que se alimenta de buena poesía.
Te diré que he leído tres veces el poema porque en una primera lectura no terminé de comprenderlo, ahora lo traigo a nuestra vida y todo encaja. Felicidades
Abrazos
Pilar

Ramón Ataz escribió: ¿A cuál de tus amos,
a cuál de tus discípulos
podrá servir la risa en que te abres
cuando las piernas te inciten a correr
y no te muevas?

Pondrán tus dientes árticos,
tu chaqueta colonial,
las guedejas que se arriman
y se asoman a tu frente
-despeñadero abrupto,
tajo a través del cual fluyen las calles-
sobre el jergón que, presumimos, resguarde
tu víspera continua.

Imaginamos (tú y yo)
la humedad un ámbito callado;
las paredes un sector de palimpsestos
sobre capas de miseria;
suponemos un terrario
sobre el suelo perezoso.

Meterás la bondad en tus bolsillos
pues las manos
se alzarán, anchas, extremas,
pretendiendo detener
la rabia azul -la rabia verde-
uniforme, enmascarada.

Sus ojos
están en algún lado;
te miran los fusiles
como si fueras el último elefante.

El aire en tus pulmones se transforma por sí solo en palabras
impropias de los siervos;
tus labios aprendieron a negar, todos tus músculos
desearon recibir tus instrucciones.

Pero incapaz de disentir
ahora te sientas.

Sin nadie que te obligue a estar de pie,
no eres más que un monasterio abandonado
al que piedras desprendidas
comienzan a dejar
lleno de huecos.

Latir, latir,

latir. Latir
es lo que espera a los que viven idénticos
los días que les quedan.

Este poema 'late' Juan-Ramón, acelera latidos en quien lee, y despliega un sin número de sensaciones, inabarcables y al mismo tiempo conocidas, mueve y remueve, golpea.
Un placer leer-te y leer el poema! abrazos, Luna.-

Al mirar el significado de estico, es entonces cuando mejor se comprende tan inteligente poema llevado a nuestros días.

Un placer Ramón la lectura.
Un abrazo.

No es el primer poema que te leo con referencias clásicas o mitológicas, cuyas ideas, como universales, son extrapolables a cualquier tiempo o lugar y en este caso, usado como acertada metáfora de los tiempos que vivimos. Un placer grande venir.
Un abrazo.
Pepa

Hay Ramón, la diversidad de tu poema se nutre del análisis introspectivo
que la metáfora aguda pone en la imaginación del poeta y en el deseo de seguir hacia adelante con el consuelo de las buenas intenciones.

Ritmo exquisito y escogido calendario para el efecto.

Un abrazo

Guillermo

ROBERTO LÓPEZ escribió:

Ramón Ataz escribió: La pasividad nos convierte en Esticos que bailan al son que marcan los amos, como en la obra de Plauto. Poema inteligente, revulsivo. Un abrazo.

Te lo agradezco, Roberto. Me alegra mucho que te haya producido esa impresión.

Un abrazo.

Pilar Morte escribió:Pero qué bien escribes, Ramón, cada verso es un triunfo. Eres imprescindible en este foro que se alimenta de buena poesía.
Te diré que he leído tres veces el poema porque en una primera lectura no terminé de comprenderlo, ahora lo traigo a nuestra vida y todo encaja. Felicidades
Abrazos
Pilar

Bueno, Pilar, muchísimas gracias por tu entusiasta comentario, que agradezco especialmente por lo mucho que te admiro como poeta y como verdadera alma de este foro. Tú si eres imprescindible.

Un fuerte abrazo.

Luna de Nos escribió:

Ramón Ataz escribió: ¿A cuál de tus amos,
a cuál de tus discípulos
podrá servir la risa en que te abres
cuando las piernas te inciten a correr
y no te muevas?

Pondrán tus dientes árticos,
tu chaqueta colonial,
las guedejas que se arriman
y se asoman a tu frente
-despeñadero abrupto,
tajo a través del cual fluyen las calles-
sobre el jergón que, presumimos, resguarde
tu víspera continua.

Imaginamos (tú y yo)
la humedad un ámbito callado;
las paredes un sector de palimpsestos
sobre capas de miseria;
suponemos un terrario
sobre el suelo perezoso.

Meterás la bondad en tus bolsillos
pues las manos
se alzarán, anchas, extremas,
pretendiendo detener
la rabia azul -la rabia verde-
uniforme, enmascarada.

Sus ojos
están en algún lado;
te miran los fusiles
como si fueras el último elefante.

El aire en tus pulmones se transforma por sí solo en palabras
impropias de los siervos;
tus labios aprendieron a negar, todos tus músculos
desearon recibir tus instrucciones.

Pero incapaz de disentir
ahora te sientas.

Sin nadie que te obligue a estar de pie,
no eres más que un monasterio abandonado
al que piedras desprendidas
comienzan a dejar
lleno de huecos.

Latir, latir,

latir. Latir
es lo que espera a los que viven idénticos
los días que les quedan.

Este poema 'late' Juan-Ramón, acelera latidos en quien lee, y despliega un sin número de sensaciones, inabarcables y al mismo tiempo conocidas, mueve y remueve, golpea.
Un placer leer-te y leer el poema! abrazos, Luna.-

Un placer y un honor que lo hayas leído y aún más que le hayas dedicado tus generosas palabras, Luna. Eres lo mejor.

Un abrazo fuerte.

Quinteño de Greda escribió:Al mirar el significado de estico, es entonces cuando mejor se comprende tan inteligente poema llevado a nuestros días.

Un placer Ramón la lectura.
Un abrazo.

Muchísimas gracias, Quinteño. Usé "Estico", por ser un nombre de esclavo razonablemente conocido. Existe un tipo de esclavitud que tiene un fuerte componente de conformismo, cuando no de autoservidumbre. Me alegra que te haya gustado y te agradezco sinceramente que te hayas detenido a comentarlo.

Un abrazo, amigo Quinteño.

Josefa A. Sánchez escribió:No es el primer poema que te leo con referencias clásicas o mitológicas, cuyas ideas, como universales, son extrapolables a cualquier tiempo o lugar y en este caso, usado como acertada metáfora de los tiempos que vivimos. Un placer grande venir.
Un abrazo.
Pepa

Me interesa mucho la mitología y el mundo clásico, sobre todo porque en ellos encuentras perfectamente definidos los tipos humanos, algo que puede resultar muy útil en la poesía. Muchísimas gracias por tus palabras amables y tu lectura atenta, Pepa.

Un abrazo.

Ramón,

Eres Juan, eres el mismo y me ha gustado tanto esta obra de Ramón como me gustaban las de Juan. Me gusta ese aire culto y clásico que tan bien manejas y he aprovechado para aprender en Wikipedia sobre la obra Estico y lo que es un palimpsesto. Ese ambiente clásico que expresa inquietudes eternas es de un lirismo insuperable.

Un abrazo