Editorial Alaire

Si un día me veis pasar riendo abiertamente,
montando como un niño un heliotropo azul,
sabed que algo ha pasado, que una puerta
ha muerto para sus bisagras de metal;
que se ha hecho cuenco la meta entre mis manos;
que el cerco azul ciñe como un toisón mi frente
de libertad; y que los dioses
me ofrecen tentempiés en las escalinatas de sus templos.
Si un día dejara de escribir estos versos tan tristes,
no os aflijáis, pensad
que el horizonte me ha hecho un guiño;
que el dédalo de mis pasiones
ha ocultado sus dientes de cuchillo;
que he encontrado de pronto
un estrecho de Bering en el mar circular.
Si alguno de vosotros presenciara estas cosas,
no dudéis, pellizcad
vuestros rostros, no fuese a ser mentira.
Después, me lo decís.
Y, por anticipado,
gracias.

Atrapan estos versos tan honestos, tan elocuentes.
Abrazos. Un deleite leerte, poeta

No recuerdo si era Sabina -aunque puede que no- el que decía que no era capaz de escribir si era feliz.

Me encantó el poema Roberto.

Un abrazo.

Roberto, muy interesante y magnifico poema que nos llega como una confesión...Las imágenes, como siempre, excelentes. Es verdad que la tristeza es una fuente inacabable.
Gracias por compartirnos de tus habilidades poéticas. Mis abrazos y felicitaciones.

Pues yo tengo ganas de pellizcarme y saber que fue cierto, como lo es este hermoso poema tuyo.
Abrazos
Pilar

Roberto, hay algo infinito y sublime en este poema. Un cordón celeste, quizás. Sostiene el alma y sus galerias inexplicables. No me pellizco, creo a pies juntillas que la felicidad ha de nombrar al poeta en sus designios.

Gracias por compartir tus magníficas letras y que no falten aplausosss.

Un abrazo fuerte,


Hallie

Hasta Bering nos llevas, ese estrecho que dio vida a la otra tierra, aquella
que luego destruímos desde 1492. Vaya humanos.
Tu no te niegues a seguir recopilando versos para montar un tentempié
con la poesía.

Un abrazo

Me ha gustado mucho, Roberto, esa sensación que me ha quedado al leer tu poema, como que todo puede ser, sí, me resulta tranquilizador y esperanzador, un abrazo.

Me ha gustado este poema que me llega preñado de esperanza. Aplausos.
Un abrazo.
Pepa

Qué buena lectura, Roberto.

Si alguna vez dejas de escribir, avisa pero por adelantado ¿eh?

Un abrazo.

Elizabeth Barrio Paredes escribió:Atrapan estos versos tan honestos, tan elocuentes.
Abrazos. Un deleite leerte, poeta

Gracias por tu afecto, Elizabeth. Un abrazo.

"Si un día dejara de escribir estos versos tan tristes,
no os aflijáis, pensad
que el horizonte me ha hecho un guiño;
que el dédalo de mis pasiones
ha ocultado sus dientes de cuchillo;
que he encontrado de pronto
un estrecho de Bering en el mar circular."

Roberto, es un poema de profundas ventanas, un viaje abierto en libertad complacida, mirando los rostros que se han quedado guardados, como el interior de esta poesía. Excelente trabajo, maravilloso.

Dejo un saludo cordial.

Ricardo.

Israel Liñán escribió:No recuerdo si era Sabina -aunque puede que no- el que decía que no era capaz de escribir si era feliz.

Me encantó el poema Roberto.

Un abrazo.

Soy, también, de los que creen que al escribir supuran las heridas. Un abrazo, amigo.

si estás con las ganas de escribir lo que escribiste estás así // (la pequeña distancia entre esas 2 rayas) de cerca de lograrlo. En un rato tengo que ir para un lugar; voy a estar atento a ver si te veo en tu heliotropo. saludos

Marius Gabureanu escribió:Roberto, muy interesante y magnifico poema que nos llega como una confesión...Las imágenes, como siempre, excelentes. Es verdad que la tristeza es una fuente inacabable.
Gracias por compartirnos de tus habilidades poéticas. Mis abrazos y felicitaciones.

Agradezco, Marius, tu amabilidad. Te envío un abrazo.