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Cuando el abuelo decidió ser niño (revisado)

Publicado: Mar, 12 Feb 2013 11:52
por José Manuel Sáiz
Cuando el abuelo decidió ser niño

Cuando el abuelo un día quiso
sin más volverse niño, sólo tuvo que hacer tres cosas:
Mirar con ojos tiernos,
olvidar su pasado y su presente,
renunciar
al mundo y a sí mismo.

Pero lo hizo poquito a poco, sin prisa, paulatinamente,
como si en un momento dado
su mente diera marcha atrás a un ritmo
deliberadamente lento y decelerado.

Así, sin previo aviso,
decidió de repente olvidar su nombre (luego el mío,
y cómo no, también el de mi hermana).

Se olvidó de mi cara y de los rostros
de sus hijos, amigos y parientes. Dejó de lado,
por propia decisión supongo (pues para ser de nuevo un niño
no tuvo más remedio), sus querencias, rutinas
y costumbres.

Miraba, lo recuerdo, con una expresión cada vez
más dulce y apacible;
sus ojos se volvieron transparentes, y su lenguaje,
por el contrario, más que extraño
devino indescifrable.

Tras un breve periodo de paseos
por parques donde hubiera palomas y más niños
se puso a gatear en casa como un chiquillo
que juega en tacataca (renunciando tozudo a su bastón
y al confort de su puro y su butaca).

Insistió en orinar y hacerse caca en un pañal; y para comer,
se ponía babero y pedía entre pucheros
hacerle el avioncito rum, rum con la cuchara.

Murió feliz, sonriendo, como un crío
de aspecto vulnerable. Mi abuelo al fin descansa
del mundo y de sí mismo.


--oOo--

Re: CUANDO EL ABUELO DECIDIÓ SER NIÑO (revisado)

Publicado: Mar, 12 Feb 2013 12:02
por Marisa Peral
[quote="José Manuel Sáiz"]



Se olvidó de mi cara y de los rostros
de sus hijos, amigos y parientes. Dejó de lado,
por propia decisión supongo (pues para ser de nuevo un niño
no tuvo más remedio), sus querencias, rutinas
y costumbres.

Miraba, lo recuerdo, con una expresión cada vez
más dulce y apacible;
sus ojos se volvieron transparentes, y su lenguaje,
por el contrario, más que extraño
devino indescifrable.

Tras un breve periodo de paseos
por parques donde hubiera palomas y más niños
decidió gatear en casa como un chiquillo
que juega en tacataca (renunciando tozudo a su bastón
y al confort de su puro y su butaca).


Es un proceso de "desandar lo andado" y "desaprender lo aprendido" Triste y real, todos lo pasaremos.
Me encanta leer esta hermosa y tierna elegía a tu abuelo, José Manuel, un placer.
Abrazos.

re: CUANDO EL ABUELO DECIDIÓ SER NIÑO (revisado)

Publicado: Mar, 12 Feb 2013 12:46
por Pilar Morte
Yo le he vivido y lo recuerdo con una ternura especial, la misma que tú pones en tus hermosos versos.
Me alegra mucho volver a leerte
Abrazos
Pilar

re: CUANDO EL ABUELO DECIDIÓ SER NIÑO (revisado)

Publicado: Mar, 12 Feb 2013 13:06
por Luis Oroz
Te manejas como nadie en la sensibilidad, amigo.

Es precioso este giro que le marcas al destino, transformar en voluntad la enfermedad, vislumbrar la felicidad detrás de la tragedia.

Uno puede ver en tu poema como se abre paso la esperanza, y eso no tiene precio.

Un abrazo, compañero.

Publicado: Mar, 12 Feb 2013 13:32
por Javier Dicenzo
Es tremenda tu poesía verdaderamente tiene razón luis Oroz hermoso poema amigo mio un abrazo

Re: CUANDO EL ABUELO DECIDIÓ SER NIÑO (revisado)

Publicado: Mar, 12 Feb 2013 19:53
por José Manuel Sáiz
Marisa Peral escribió:
José Manuel Sáiz escribió:


Se olvidó de mi cara y de los rostros
de sus hijos, amigos y parientes. Dejó de lado,
por propia decisión supongo (pues para ser de nuevo un niño
no tuvo más remedio), sus querencias, rutinas
y costumbres.

Miraba, lo recuerdo, con una expresión cada vez
más dulce y apacible;
sus ojos se volvieron transparentes, y su lenguaje,
por el contrario, más que extraño
devino indescifrable.

Tras un breve periodo de paseos
por parques donde hubiera palomas y más niños
decidió gatear en casa como un chiquillo
que juega en tacataca (renunciando tozudo a su bastón
y al confort de su puro y su butaca).


Es un proceso de "desandar lo andado" y "desaprender lo aprendido" Triste y real, todos lo pasaremos.
Me encanta leer esta hermosa y tierna elegía a tu abuelo, José Manuel, un placer.
Abrazos.

Muchas gracias Marisa por tu amable comentario.
Un abrazo
J. Manuel

re: CUANDO EL ABUELO DECIDIÓ SER NIÑO (revisado)

Publicado: Mar, 12 Feb 2013 20:16
por Liz Barrio.
Es un poema para sentirlo hondamente y también para aprender a mirar la vida con el corazón benevolente y el espíritu abierto, sencillo, feliz.
Un beso y un abrazo, poeta, siempre es un verdadero placer leerte

Publicado: Mar, 12 Feb 2013 20:34
por Marius Gabureanu
Hola Manel, muy sentido poema existencial, amigo. Siempre hay esas cosas que nos hacen volver a lo que una vez fuimos y entre ellas la vejez..Lo de tu abuelo, tal vez ha sido su voluntad...Es mejor pensar así. Recibe mis abrazos.

Re: CUANDO EL ABUELO DECIDIÓ SER NIÑO (revisado)

Publicado: Lun, 28 Feb 2022 23:12
por Julio Gonzalez Alonso
Han pasado algunos años y no ha tenido -creo- el recorrido que se merece este poema. Lo he leído un poco tarde... pero cuando esto ocurre y el poema funciona, es que es bueno.
Salud.

Re: Cuando el abuelo decidió ser niño (revisado)

Publicado: Lun, 28 Feb 2022 23:46
por E. R. Aristy
José Manuel Sáiz escribió: Mar, 12 Feb 2013 11:52 Cuando el abuelo decidió ser niño

Cuando el abuelo un día quiso
sin más volverse niño, sólo tuvo que hacer tres cosas:
Mirar con ojos tiernos,
olvidar su pasado y su presente,
renunciar
al mundo y a sí mismo.

Pero lo hizo poquito a poco, sin prisa, paulatinamente,
como si en un momento dado
su mente diera marcha atrás a un ritmo
deliberadamente lento y decelerado.

Así, sin previo aviso,
decidió de repente olvidar su nombre (luego el mío,
y cómo no, también el de mi hermana).

Se olvidó de mi cara y de los rostros
de sus hijos, amigos y parientes. Dejó de lado,
por propia decisión supongo (pues para ser de nuevo un niño
no tuvo más remedio), sus querencias, rutinas
y costumbres.

Miraba, lo recuerdo, con una expresión cada vez
más dulce y apacible;
sus ojos se volvieron transparentes, y su lenguaje,
por el contrario, más que extraño
devino indescifrable.

Tras un breve periodo de paseos
por parques donde hubiera palomas y más niños
se puso a gatear en casa como un chiquillo
que juega en tacataca (renunciando tozudo a su bastón
y al confort de su puro y su butaca).

Insistió en orinar y hacerse caca en un pañal; y para comer,
se ponía babero y pedía entre pucheros
hacerle el avioncito rum, rum con la cuchara.

Murió feliz, sonriendo, como un crío
de aspecto vulnerable. Mi abuelo al fin descansa
del mundo y de sí mismo.


--oOo--
Me alegra encontrar hoy este bello poema, Sáiz. Desde siempre tu poesía es de calidad y de una bendita inspiración. Conservo tu Faro en mi mesita de noche y de ahí me nutro cuando la magia de la vida se desconecta. Tu poesía hace eso, nos conecta con los valores eternos. Abrazos.

Re: Cuando el abuelo decidió ser niño (revisado)

Publicado: Mar, 17 Ene 2023 19:15
por F. Enrique
Profundo y doloroso hasta donde se puede. Sin duda merece más atención esta historia que, a pesar de la tragedia, has decidido llenar de ternura.

Un abrazo.

Re: Cuando el abuelo decidió ser niño (revisado)

Publicado: Mar, 17 Ene 2023 21:38
por Pilar Morte
Te releo y me traes, de nuevo, recuerdos muy tiernos. Describes muy bien el proceso hasta llegar al descanso. Me gustó leerte.
Abrazos y salud.

Re: Cuando el abuelo decidió ser niño (revisado)

Publicado: Mié, 18 Ene 2023 3:36
por Raul Muñoz
José Manuel Sáiz escribió: Mar, 12 Feb 2013 11:52 Cuando el abuelo decidió ser niño

Cuando el abuelo un día quiso
sin más volverse niño, sólo tuvo que hacer tres cosas:
Mirar con ojos tiernos,
olvidar su pasado y su presente,
renunciar
al mundo y a sí mismo.

Pero lo hizo poquito a poco, sin prisa, paulatinamente,
como si en un momento dado
su mente diera marcha atrás a un ritmo
deliberadamente lento y decelerado.

Así, sin previo aviso,
decidió de repente olvidar su nombre (luego el mío,
y cómo no, también el de mi hermana).

Se olvidó de mi cara y de los rostros
de sus hijos, amigos y parientes. Dejó de lado,
por propia decisión supongo (pues para ser de nuevo un niño
no tuvo más remedio), sus querencias, rutinas
y costumbres.

Miraba, lo recuerdo, con una expresión cada vez
más dulce y apacible;
sus ojos se volvieron transparentes, y su lenguaje,
por el contrario, más que extraño
devino indescifrable.

Tras un breve periodo de paseos
por parques donde hubiera palomas y más niños
se puso a gatear en casa como un chiquillo
que juega en tacataca (renunciando tozudo a su bastón
y al confort de su puro y su butaca).

Insistió en orinar y hacerse caca en un pañal; y para comer,
se ponía babero y pedía entre pucheros
hacerle el avioncito rum, rum con la cuchara.

Murió feliz, sonriendo, como un crío
de aspecto vulnerable. Mi abuelo al fin descansa
del mundo y de sí mismo.


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Emocionante poema, Jose Manuel. Muy entrañable y cercano. Acompaña y nos recuerda que es de sabios aprender a morir. Un placer de lectura. Gracias por compartir.

Un abrazo, amigo.