POR SI EL ALMA SE EQUIVOCA
Publicado: Lun, 11 Feb 2013 10:01
Vienes a verme de nuevo
y escondida entre las luces dulces
amargamente envuelvo las solitarias palabras
al galope de tu olvido.
He querido decirte tantas cosas
que hieren los silencios caminantes,
he templado con el miedo tanto tiempo
que se me ha agotado el alma de soñarte,
y ahora,
suspendido en el aire de tu boca
apenas queda un aliento sorprendido,
un beso dividido y una eterna palabra,
una mirada al paso de tu cuerpo
rendido a la distancia de tu ropa,
un abrazo olvidado,
una locura.
Ahora que la noche me abandona
y la tristeza reclama la poesía,
que el dia huele aún a terciopelo
y ahogan tus dedos mi piel
templada en la renuncia del sueño pasajero,
ahora que mi voz se apaga
en el estribo helado del tren de tus pasos,
quiero dejar en tus brazos el aire
que aún destila el fuego de mi beso,
el cielo que me mira perdido en tu camino
y este destino cruel de recordarte
en cada cuerpo,
en cada boca.
Quiero decirte,
por si aún el alma se equivoca y vuelves
a sembrar la tierra que me quema,
que volveré a soñarte cada hora
como si todavía vistieras mi sonrisa,
como si la brisa trajera tu verdad,
y esta amarga soledad fuera mentira.
y escondida entre las luces dulces
amargamente envuelvo las solitarias palabras
al galope de tu olvido.
He querido decirte tantas cosas
que hieren los silencios caminantes,
he templado con el miedo tanto tiempo
que se me ha agotado el alma de soñarte,
y ahora,
suspendido en el aire de tu boca
apenas queda un aliento sorprendido,
un beso dividido y una eterna palabra,
una mirada al paso de tu cuerpo
rendido a la distancia de tu ropa,
un abrazo olvidado,
una locura.
Ahora que la noche me abandona
y la tristeza reclama la poesía,
que el dia huele aún a terciopelo
y ahogan tus dedos mi piel
templada en la renuncia del sueño pasajero,
ahora que mi voz se apaga
en el estribo helado del tren de tus pasos,
quiero dejar en tus brazos el aire
que aún destila el fuego de mi beso,
el cielo que me mira perdido en tu camino
y este destino cruel de recordarte
en cada cuerpo,
en cada boca.
Quiero decirte,
por si aún el alma se equivoca y vuelves
a sembrar la tierra que me quema,
que volveré a soñarte cada hora
como si todavía vistieras mi sonrisa,
como si la brisa trajera tu verdad,
y esta amarga soledad fuera mentira.