Florecida en Invierno
Publicado: Jue, 07 Feb 2013 19:14
Florecida en Invierno
de mi libro ENAMORADO, DESENCANTADO Y OLVIDADO.
Cuantas miradas húmedas marcaban tus ojeras.
Tantas historias en el cáliz que tu diario custodió.
Cuantas impurezas que en la cicatriz y voz revelas.
Tantas pantallas y parlantes que tu cerebro agitado aludió.
En el frió de esta fantasiosa realidad nada se hacía limpio
todo cambiaba, subía y bajaba como un columpio,
que da vueltas y sube hasta el corazón acalambrar:
¡Espera mi amor que pronto tu camino voy a alumbrar!
Ante tal noche que lloraba y de nubes grises mire el sol
a través de las ventanas más profundas que un alma,
atrevida y tímida no logra en la carne comprender a calma
solo perdía la clepsidra, segundos lentos como un caracol.
Ahí fue tu nombre mi conocimiento y mi condena diaria
mi perfume y mi bebida que la savia en su árbol acaricia
desde entonces cada palabra y sonido y letra eran calor
cada pintura, baile y escritura serian mi agradable noticia.
¿Serás mi vida la luz y la esperanza que tanto en la pared
escribía y fotocopiaba llantos nocturnos de alma y sed?
Para mí lo será. Y cada sonido y semejanza de tu aroma
cobijan calores neutros, designios de vapor, vuelos de paloma.
Y te confesé, te conquiste. Te idolatre, te enamore.
En tantas gotas y vientos extenuantes llenos de poesía
ambos nos fortalecíamos, aquella palabra siempre te decía:
bonita. Veía como florecían dalias y piel. Me asombre.
Un primer beso, el abrazo y la sangre que corría
lejos, por todo el cuerpo sudado, hálitos de los poros
y paz ahora abundan en acervos de palabras lindas
hoy, más adelante, habrán versos, palpadas, hijos y tesoros.
de mi libro ENAMORADO, DESENCANTADO Y OLVIDADO.
Cuantas miradas húmedas marcaban tus ojeras.
Tantas historias en el cáliz que tu diario custodió.
Cuantas impurezas que en la cicatriz y voz revelas.
Tantas pantallas y parlantes que tu cerebro agitado aludió.
En el frió de esta fantasiosa realidad nada se hacía limpio
todo cambiaba, subía y bajaba como un columpio,
que da vueltas y sube hasta el corazón acalambrar:
¡Espera mi amor que pronto tu camino voy a alumbrar!
Ante tal noche que lloraba y de nubes grises mire el sol
a través de las ventanas más profundas que un alma,
atrevida y tímida no logra en la carne comprender a calma
solo perdía la clepsidra, segundos lentos como un caracol.
Ahí fue tu nombre mi conocimiento y mi condena diaria
mi perfume y mi bebida que la savia en su árbol acaricia
desde entonces cada palabra y sonido y letra eran calor
cada pintura, baile y escritura serian mi agradable noticia.
¿Serás mi vida la luz y la esperanza que tanto en la pared
escribía y fotocopiaba llantos nocturnos de alma y sed?
Para mí lo será. Y cada sonido y semejanza de tu aroma
cobijan calores neutros, designios de vapor, vuelos de paloma.
Y te confesé, te conquiste. Te idolatre, te enamore.
En tantas gotas y vientos extenuantes llenos de poesía
ambos nos fortalecíamos, aquella palabra siempre te decía:
bonita. Veía como florecían dalias y piel. Me asombre.
Un primer beso, el abrazo y la sangre que corría
lejos, por todo el cuerpo sudado, hálitos de los poros
y paz ahora abundan en acervos de palabras lindas
hoy, más adelante, habrán versos, palpadas, hijos y tesoros.