Y Gira el Mundo...
Publicado: Sab, 02 Feb 2013 0:05
El trabajo de los niños en yugo de adultos ya sea de modo voluntario o involuntario, en todo caso es esclavitud: De un dueño, o de la mismísima miseria.
Todos tienen una necesidad. O por comer, o por dinero. En fin, vivir...
Son cuestiones modernas, producidas por el sol de la globalización. Ejemplos muy comunes son los niños mineros mexicanos, o los pequeños cosechadores de trigo pakistaníes. Poco agrego en los hechos que he narrado recientemente, cuando miles de millones de otros casos ocurren. Explotan sus condiciones, a conveniencia personal.
Así gira el mundo sin darnos cuenta de penosas situaciones por las que pasan nuestros hermanos. A quienes, dedico estas pequeñas letras.
Y Gira el Mundo...
(1/2/2013)
Se ha olvidado el viento
de hacerle cafuné a las volátiles hojas,
cuna de mis sueños.
Las que yacen, en el lecho de mi psiquis.
Añoro su razón desesperada.
Y al seguir versátiles brisas,
encuentro un inmenso astro:
altanero corazón del cielo...
Este quebrantaba lúdico
en su juego despiadado
a calcinados cuerpos,
erosionándoles su inocencia.
Mientras labran comodidad
el reloj sigue cantando,
la monótona poesía del tiempo.
Que en segundos, palpita.
La vítrea luna espejea
en las melancólicas aguas de la mente,
endulzando fatigadas almas
provenientes de aquel reflejo encantado.
Nosotros somos quienes giramos
no el ignaro mundo
que pronto ha de secar,
llenando de astillas los corazones.
¿Podremos dejar de hacerlo
cuando el gigante nos atrape
y sumerja lentamente
en el sufrimiento eterno?
Juan Cruz Bordoy
Todos tienen una necesidad. O por comer, o por dinero. En fin, vivir...
Son cuestiones modernas, producidas por el sol de la globalización. Ejemplos muy comunes son los niños mineros mexicanos, o los pequeños cosechadores de trigo pakistaníes. Poco agrego en los hechos que he narrado recientemente, cuando miles de millones de otros casos ocurren. Explotan sus condiciones, a conveniencia personal.
Así gira el mundo sin darnos cuenta de penosas situaciones por las que pasan nuestros hermanos. A quienes, dedico estas pequeñas letras.
Y Gira el Mundo...
(1/2/2013)
Se ha olvidado el viento
de hacerle cafuné a las volátiles hojas,
cuna de mis sueños.
Las que yacen, en el lecho de mi psiquis.
Añoro su razón desesperada.
Y al seguir versátiles brisas,
encuentro un inmenso astro:
altanero corazón del cielo...
Este quebrantaba lúdico
en su juego despiadado
a calcinados cuerpos,
erosionándoles su inocencia.
Mientras labran comodidad
el reloj sigue cantando,
la monótona poesía del tiempo.
Que en segundos, palpita.
La vítrea luna espejea
en las melancólicas aguas de la mente,
endulzando fatigadas almas
provenientes de aquel reflejo encantado.
Nosotros somos quienes giramos
no el ignaro mundo
que pronto ha de secar,
llenando de astillas los corazones.
¿Podremos dejar de hacerlo
cuando el gigante nos atrape
y sumerja lentamente
en el sufrimiento eterno?
Juan Cruz Bordoy