Editorial Alaire

Tengo fuego en la voz, rojos incendios en los dedos,
y cuando lanzo las palabras como dardos
o toco los volúmenes cuando abandono el cuerpo
al tráfago enfangado de la calle es como si quemara,
como si la abrasión centrípeta del espejo del alma
lavara mis pecados, las leves culpas del amor
perdido. Entonces me desnudo, olvidada la cáscara,
y vago como un niño entre los cálices gigantes
que agitan sus pistilos al viento azul del vientre
imaginario donde brotan las fuentes cristalinas.
Todas las cosas viajan de una sustancia a otra,
transmutan sus esencias innatas en juegos malabares
que escapan a sus mentes de adobe y artificio,
aunque dejan residuos en ese devenir sin tregua.
Y se suscita el arte, las arrugas del tiempo,
el sexo como un fuego que desola el paisaje,
la arquitectura -frágil imitación de las manos crispadas-
y la oración, en suma, que conjuga en su oculta soberbia
la póstuma caída de las postrimerías.

He viajado en cada hermoso verso con toda la calidez de tu palabra. Un gusto visitarte
Abrazos
Pilar

El viaje de las cosas...
La transmutación del alma,
del sentir en agonía,
de vibrar con cada cosa
que se desviste en silencio.

Me encantaron tus versos.
Abrazos

me ha gustado mucho el poema, con partes realmente sublimes. Un placer venir.
Un abrazo.
Pepa

Nada desaparece, todo se transforma, pero en tus versos
lo diluyes gratamente con esa seriede imágenes bellas
que dan a tu palabra varias alternativas sabias.

un abrazo

Ritmo, sonoridad, espléndidas imágenes en este poema que he disfrutado leer.
Un abrazo, poeta

Roberto, magnifico poema, tu sello inconfundible de originalidad, excelente en su totalidad. Destaco estos versos reflexivos, acertados

Todas las cosas viajan de una sustancia a otra,
transmutan sus esencias innatas en juegos malabares
que escapan a sus mentes de adobe y artificio,
aunque dejan residuos en ese devenir sin tregua.
Y se suscita el arte, las arrugas del tiempo,
el sexo como un fuego que desola el paisaje,
la arquitectura, frágil imitación de las manos crispadas,
y la oración, en suma, que conjuga en su oculta soberbia
la póstuma caída de las postrimerías.

Felicitaciones sinceras. Mis abrazos. Feliz semana.

Aplaudo estos versos tan hermosos.
Saludos, Roberto.

Poema existencial y con cierta melancolía inherente, escrito con la calidad y belleza que siempre acompaña tus escritos, y con unos últimos versos que me gustaron sobremanera. Mis felicitaciones Roberto. Un abrazo compañero.

Un buen poema Roberto, con mucha musicalidad envolviendo la calidad de las imágenes.

Un abrazo.

Pilar Morte escribió:He viajado en cada hermoso verso con toda la calidez de tu palabra. Un gusto visitarte
Abrazos
Pilar

Y en cada estación de ese largo viaje te saludo con afecto. Un abrazo.

Un poco perdido en esa densidad y ese "devenir sin tregua" que con su "abrasión centrípeta" me ha dejado total y "neuronalmente" chamuscado, hermano.

Te pasaré la factura.

Un gusto Roberto pasear por el vehículo motorizado de tu mente.

Un abrazo amigo.

Lila Manrique escribió:El viaje de las cosas...
La transmutación del alma,
del sentir en agonía,
de vibrar con cada cosa
que se desviste en silencio.

Me encantaron tus versos.
Abrazos

Me alegro de que así haya sido, Lila. Es un placer y un honor tenerte por lectora. Un abrazo.

Josefa A. Sánchez escribió:me ha gustado mucho el poema, con partes realmente sublimes. Un placer venir.
Un abrazo.
Pepa

El placer es mío de tenerte por compañera. Gracias. Un abrazo.