Editorial Alaire

De nuevo templó el alba
tu desnudo entre las luces cálidas
del beso adormecido,
el aire, pintaba de invierno
el silencio latido de un sentimiento…

Y amé tu cuerpo entre mis dedos
lentamente,
con la calma del tiempo acumulada
en la mirada del miedo,
atada a mis manos de destino
bebí del vino dulce de tu boca
hasta las horas dormidas
del cielo detenido en mi silencio.

Amé tus ojos dulces
bañando las arenas temblorosas
de mi cuerpo malherido
en las batallas ocultas de la memoria,
la noria ingrávida de tu abrazo
vistiendo los desnudos impacientes
de la tristeza anclada en el recuerdo
de los tiempos perdidos
y los años derrotados.

Amé tu desnudez entre mis brazos,
el lecho tibio testigo
de tu boca pintando en mi boca
el oleo de tu beso,
la dulce sensación del alma
encadenada a la prisión perpetua
del sonido magistral de tu gemido
atravesando al galope
las áridas llanuras de mi cuerpo barbecho,
herido,
dormido en los pesares
del tiempo detenido en la distancia…

Vivir,
sentirse amado en los cálidos
recodos de tu palabra.

Elizabeth Barrio Paredes escribió:Hermosas las metáforas en los versos de suave y acompasada cadencia.
Un gusto leerte, poeta.
Abrazos

Muchas gracias por tus palabras Elizabeth. un placer tu compañia

otra entrega hermosa, Miguel, un placer como siempre sumergirse en las imágenes, un abrazo.

Isabel Moncayo escribió:otra entrega hermosa, Miguel, un placer como siempre sumergirse en las imágenes, un abrazo.

Muchas gracias por tu comentario Isabel. Un abrazo