Ángel
Publicado: Dom, 20 Ene 2013 19:08
Es tan difícil describirte,
que no lo intentaré.
¿Quién eres tú?
Tal vez un ángel que se confundió
en su camino al cielo,
o dulce música salida del arpa de Dios.
¿Quién sabe?
Es inútil intentar comprenderte,
mente demasiado pequeña,
para abarcar todo lo que eres.
Te sientas, mirándome soñadora,
y me pides algo hermoso que decir.
Yo me niego.
“Eres un poeta ¿no?” te quejas.
Perdóname, pero nosotros hablamos con el alma,
no nos hace falta abrir la boca.
Si mis ojos no te dicen suficiente,
no puedo hacer más.
Si pudieras estar dentro de mí,
y averiguar por ti misma los ríos que mueves…
Me provocas dolor de estómago,
sé que no es romántico pero no hay nada más sincero.
Eres como tener 40º grados de fiebre,
una enfermedad en la que recaigo una y otra vez
y de la que no quiero salir.
Imagino que habrá vacuna,
pero es demasiado tarde, porque ya es mortal.
Y no hay respuestas para tus porqués,
no voy a escribirte cursiladas,
que más hermoso que decirte
¡Que eres la musa que inspira mi vida!
Yo solamente estoy aquí
para transformar tus lágrimas en risa.
Y si puedo en una milésima hacerte feliz…
Hermosa tarea me ha encomendado Dios.
A lo mejor es un sacrilegio,
pero mi amor se iguala al de Él.
¡Por mí como si pasan mil hombres por tu cama!
¿Cómo tener envidia,
si jamás se darán cuenta de lo que tienen entre sus brazos?
Solo te diré que has transformado
el tú en un bello pronombre,
y que el yo, para mí, egoísta,
ya no existe.
No te amaría si no fuera a sacar provecho de ello,
aunque ya dudo de si estoy o no sacando beneficio.
¡Nadie enferma por gusto!
Jamás te diré que te quiero,
porque si no seremos como el resto,
te diré palabras nunca dichas a una mujer.
Perdóname si alguna vez te intenté encadenar,
ya entendí que eres un pájaro,
solo permíteme volar contigo.
Eres como la libertad,
siempre imposible, siempre imposible de poseer.
Tú demasiado arriba, yo demasiado abajo
alzando los dedos para poder rozarte.
¡Nadie me avisó de los efectos secundarios:
Pérdida del apetito, del sueño, dolores abdominales, embotamiento de cabeza, estupidez, ceguera, pesadillas, inspiración, fiebre, vértigos, delirio…
Si lo sé, habría huido al verte!
Por eso ahora me alejo de la gente
para no contagiárselo a nadie,
ni siquiera a mi enemigo le deseo este mal.
¿Quién soy yo?
¿A dónde vengo?
lo descubrí mirándote a los ojos.
Ahora que sé que hay eternidad y he comprobado el amor que me queda,
A lo mejor no dura tanto la batería,
Estoy gastando demasiado estos días.
Si te hubiera conocido más tarde…
A lo mejor me habría dado tiempo a huir.
Al menos sé de dónde vengo,
hermosa tierra la que quiso que naciera en ella.
Si te tengo me equivoco,
desde luego puedes sacar lo mejor de mí,
jamás escribí poesía hasta que vi.
Jamás habría creído en un Dios
si no hubiera comprobado que crearte
ha tenido que ser un milagro,
un ser superior.
Eres la musa que invita a todo hombre
a convertirse en artista.
Nada más verte,
(ni flechazo ni tonterías)
irrefrenable deseo de pintarte,
de escribirle una oda a tus labios,
de componer música con tus piernas.
que no lo intentaré.
¿Quién eres tú?
Tal vez un ángel que se confundió
en su camino al cielo,
o dulce música salida del arpa de Dios.
¿Quién sabe?
Es inútil intentar comprenderte,
mente demasiado pequeña,
para abarcar todo lo que eres.
Te sientas, mirándome soñadora,
y me pides algo hermoso que decir.
Yo me niego.
“Eres un poeta ¿no?” te quejas.
Perdóname, pero nosotros hablamos con el alma,
no nos hace falta abrir la boca.
Si mis ojos no te dicen suficiente,
no puedo hacer más.
Si pudieras estar dentro de mí,
y averiguar por ti misma los ríos que mueves…
Me provocas dolor de estómago,
sé que no es romántico pero no hay nada más sincero.
Eres como tener 40º grados de fiebre,
una enfermedad en la que recaigo una y otra vez
y de la que no quiero salir.
Imagino que habrá vacuna,
pero es demasiado tarde, porque ya es mortal.
Y no hay respuestas para tus porqués,
no voy a escribirte cursiladas,
que más hermoso que decirte
¡Que eres la musa que inspira mi vida!
Yo solamente estoy aquí
para transformar tus lágrimas en risa.
Y si puedo en una milésima hacerte feliz…
Hermosa tarea me ha encomendado Dios.
A lo mejor es un sacrilegio,
pero mi amor se iguala al de Él.
¡Por mí como si pasan mil hombres por tu cama!
¿Cómo tener envidia,
si jamás se darán cuenta de lo que tienen entre sus brazos?
Solo te diré que has transformado
el tú en un bello pronombre,
y que el yo, para mí, egoísta,
ya no existe.
No te amaría si no fuera a sacar provecho de ello,
aunque ya dudo de si estoy o no sacando beneficio.
¡Nadie enferma por gusto!
Jamás te diré que te quiero,
porque si no seremos como el resto,
te diré palabras nunca dichas a una mujer.
Perdóname si alguna vez te intenté encadenar,
ya entendí que eres un pájaro,
solo permíteme volar contigo.
Eres como la libertad,
siempre imposible, siempre imposible de poseer.
Tú demasiado arriba, yo demasiado abajo
alzando los dedos para poder rozarte.
¡Nadie me avisó de los efectos secundarios:
Pérdida del apetito, del sueño, dolores abdominales, embotamiento de cabeza, estupidez, ceguera, pesadillas, inspiración, fiebre, vértigos, delirio…
Si lo sé, habría huido al verte!
Por eso ahora me alejo de la gente
para no contagiárselo a nadie,
ni siquiera a mi enemigo le deseo este mal.
¿Quién soy yo?
¿A dónde vengo?
lo descubrí mirándote a los ojos.
Ahora que sé que hay eternidad y he comprobado el amor que me queda,
A lo mejor no dura tanto la batería,
Estoy gastando demasiado estos días.
Si te hubiera conocido más tarde…
A lo mejor me habría dado tiempo a huir.
Al menos sé de dónde vengo,
hermosa tierra la que quiso que naciera en ella.
Si te tengo me equivoco,
desde luego puedes sacar lo mejor de mí,
jamás escribí poesía hasta que vi.
Jamás habría creído en un Dios
si no hubiera comprobado que crearte
ha tenido que ser un milagro,
un ser superior.
Eres la musa que invita a todo hombre
a convertirse en artista.
Nada más verte,
(ni flechazo ni tonterías)
irrefrenable deseo de pintarte,
de escribirle una oda a tus labios,
de componer música con tus piernas.